La Doctrina Monroe (1823), llamada así por su promotor, el presidente James Monroe (1817-1825), establece la exclusividad de Estados Unidos para intervenir en los
asuntos del hemisferio ante similares intentos de cualquier otra potencia.
La política estadounidense y sus acciones desafían la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz firmada por los jefes de estado y gobierno, en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), efectuada en La Habana en 2014, apuntó el presidente cubano.
Entonces, recordó, declaramos nuestro compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza en esta región.
Todo a partir de normas de convivencia como el respeto a la soberanía de los pueblos, estrechar las relaciones de amistad y cooperación más allá de las diferencias, la práctica de la tolerancia, y el apego a los principios de la Declaración sobre Cultura de Paz de las Naciones Unidas.
‘En este contexto, nuestras naciones precisan continuar trabajando unidas. Es nuestro deber proteger, entre todos, la paz y preservar lo alcanzado, seguros de que la situación actual de confrontación y amenazas va a ser superada’, acotó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba.
El VIII Encuentro de la AEC concluye hoy tras tres días de trabajo en los que se abordó como tema central los retos que significan el cambio climático para los países de la región.