Unidas Podemos pide conocer los daños ocasionados por el bloqueo norteamericano a las empresas españolas en sus relaciones con Cuba

Solidaridad con Cuba

La diputada de Unidas Podemos Roser Maestro. Foto: Izquierda Unida.


Mundo Obrero.- El pasado 3 de marzo, la diputada de Unidas Podemos Roser Maestro formuló una serie de preguntas al gobierno para conocer los perjuicios sufridos por las empresas españolas como consecuencia de la activación de los títulos III y IV de la llamada Ley Helms-Burton.

Esta normativa estadounidense, aprobada en 1996, codifica las disposiciones del bloqueo contra Cuba y amplía su alcance extraterritorial, lo que permite demandar ante tribunales de EE.UU. y sancionar, a personas y empresas extranjeras que realicen transacciones con propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba.

En 2019 la Administración Trump activó los títulos de la legislación citada dando la posibilidad de exhibir demandas en cortes de EE.UU para ejercer brutales presiones no sólo contra Cuba, sino contra gobiernos y empresas de terceros países, entre ellos España, con más de 25 años de inversión en la isla.

Es así que Unidas Podemos pide conocer del gobierno el alcance de los perjuicios que han sufrido las empresas españolas como consecuencia de la activación de los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton y qué medidas se han tomado para defender a estas empresas. Así mismo, UP pide conocer si existe algún informe o documento oficial que detalle los daños ocasionados y el apoyo brindado para minimizar sus efectos. Finalmente, Unidas Podemos indaga por cómo el gobierno aborda con su homólogo estadounidense estas cuestiones en el marco de la declaración conjunta entre ambos Estados firmada en junio de 2022 y en defensa del empresariado español.

Golpes de Estado en el siglo XXI, el putsch de los conglomerados mediáticos

Los golpes del siglo XXI apelan al caos, a aplicar terapias de choque mediante la guerra económica, sicológica, cultural y si es necesario entran a desempeñar su papel las fuerzas armadas, siempre como libertadoras o tras el manto de la «ayuda humanitaria»

Autor: Raúl Antonio Capote | internacionales@granma.cu

La violencia contra el pueblo en los golpes de Estado se justifica como «estado de necesidad». foto: afp
La violencia contra el pueblo en los golpes de Estado se justifica como «estado de necesidad». Foto: AFP

En la madrugada del 10 de marzo, previo a las elecciones de 1952, un golpe de Estado perpetrado por Fulgencio Batista instauró una cruenta dictadura en Cuba.

El régimen implantado por el «hombre fuerte» de EE. UU. fue uno de las más bárbaros en el continente. Los órganos represivos articulados dentro del Ejército, la Policía y la Marina, bajo la asesoría directa del FBI y la CIA, sembraron el terror y la muerte en la Isla.

A partir de 1947, una ola de asonadas se había extendido por el continente americano.

No debemos olvidar que, en 1946, se creó el Western Hemisphere Institute for Security Cooperation, nombrado Escuela de las Américas a partir de 1963; se instituyó en 1948 la Organización de Estados Americanos (OEA), y el 2 de septiembre de 1947, en Río de Janeiro, se firmó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

En los años 60 y 70, en el marco de la Estrategia de Contención de Washington, y de la Doctrina de Seguridad Nacional, se produjo, de nuevo, una constelación de cuartelazos en numerosas naciones latinoamericanas, entre ellas Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.

Los regímenes creados a partir de las asonadas militares de esos años, bajo la fuerte presión de las denuncias internacionales sobre violaciones de Derechos Humanos, pero, sobre todo, por la resistencia cada vez más organizada de los pueblos, comenzaron en los 80 a dar paso a transiciones democráticas, muchas de ellas mediatizadas, para impedir el triunfo de procesos radicales que afectaran los intereses de Washington en la región.

Sin embargo, ¿el regreso de la «democracia» significó el fin de los golpes de Estado?

Si definimos estas acciones como «la toma ilegal del poder por parte de una facción política, una secta, un grupo rebelde o militar, por cualquier medio», como lo precisan varios manuales y especialistas del tema, pudiéramos llegar a la conclusión de que, lejos de desaparecer, las tomas violentas del poder solo han cambiado de matices.

¿Cómo definiríamos lo sucedido en Bolivia en 2019, o en Brasil, contra el gobierno de Dilma Rousseff; los intentos por derrocar a Hugo Chávez en Venezuela y a Daniel Ortega en Nicaragua?

Hoy las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones permiten trasladar las acciones a un terreno diferente y mucho más efectivo.

Los grandes conglomerados mediáticos, las redes sociales digitales y la ciberguerra entran a desempeñar un papel primordial en las asonadas actuales, elementos a los que se suman métodos más tradicionales, como el uso de paramilitares, grupos criminales, etc.

En el caso de América Latina y el Caribe, hay que tener en cuenta el papel que tienen el lawfare, las ong al servicio de la comunidad de inteligencia yanqui y los militares.

No exentos de violencia, a pesar del apellido impostado de «suaves», los golpes del siglo XXI apelan al caos, a aplicar terapias de choque mediante la guerra económica, sicológica, cultural y si es necesario entran a desempeñar su papel las fuerzas armadas, siempre como libertadoras o tras el manto de la «ayuda humanitaria».

Cabalgando en el recuerdo: el primer ocho de marzo en Cuba

Género

Marilys Suárez Moreno – Revista Mujeres.- El espíritu cercano del Dia Internacional de la Mujer anda atareado por estos días en que las cubanas y las mujeres del mundo entero se aprestan a celebrar la jornada por el Ocho de Marzo. Fecha celebrada en Cuba por primera vez en 1931


La tarde de ese día, se efectuó en el Centro Obrero de Cuba, ubicado entonces en Revillagigedo No. ocho, en la Habana Vieja, el primer Dia Internacional de la Mujer cubana. Gobernaba el tirano Gerardo Machado y la mayoría de las mujeres que allí se encontraban, manteniendo la huella hereditaria de Mariana Grajales y de Ana Betancourt, la pionera en reclamar los derechos civiles de la mujer en una época en que aun el pueblo cubano no había logrado su independencia, clamaron por reivindicaciones salariales y llamaron a la unidad de la clase obrera y las fuerzas femeninas.

Una joven dirigente al frente del Sindicato Textil, Panchita Batet, integrante de la comisión que organizara el evento y una activa sindicalista, fue una de las oradoras de ese día en que se llamó también a propagar la actividad sindical y la unidad del movimiento femenino.

Otra compañera muy querida por las luchadoras de aquellos convulsos años de la República mediatizada, Charito Guillaume, también habló esa tarde, hará 92 años este Ocho de Marzo. En el transcurso de esos años y de acuerdo con la situación reinante en ellos, las reivindicaciones principales de las cubanas pasaban por el derecho al voto, pues con el mismo reclamaba la absoluta igualdad de derechos y luchaban por sus intereses pertinentes.

Casi siete décadas después, triunfante la Revolución, la otrora joven sindicalista e integrante del movimiento de vanguardia de las luchadoras cubanas entonces, recordaría que al iniciarse la segunda parte del programa con la presentación de un grupo artístico, éste no pudo actuar, pues la policía irrumpió en el local y a toletazos desalojó el lugar.

A medida que se desarrollaba la comprensión femenina sobre los derechos inherentes a su condición, las consignas se hicieron más variadas y amplias, pasando gradualmente  de la reivindicación por el derecho al voto a las destinadas a crear las condiciones que garantizaran el ejercicio de ese derecho y por sus intereses particulares

Hoy la fecha en Cuba discurre por otros derroteros, diferentes a los de sus congéneres en los años de república mediatizada y en otras muchas otras partes del planeta, en que este día se matiza con despidos, reivindicaciones, reclamos y hasta represión.  Lejos de las luchas que tuvieron que librar nuestras antecesoras. Pese a lo cual, el contenido específico y particular de las consignas y peticiones esgrimidas por las mujeres en sus países respectivos con motivo del Ocho de Marzo, transitan por la afirmación de su papel en la sociedad, como trabajadoras, madres y ciudadanas.

Sobran ejemplos de su coraje y valentía, entrega y patriotismo, demostrando la veracidad del apotegma martiano que dice:”Las campañas de los pueblos solo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de las mujeres”.

Y porqué todo ello es cierto, esta mujer que hoy se crece en su entrega, es la misma parte de esa fuerza vital que durante todos estos años ayudó a cimentar con su esfuerzo la obra de la Revolución, la que le da a la vida, según nuestro Héroe Nacional José Martí, un sabor singular e imperecedero.

Mujer de tiempos heroicos y difíciles, partícipe activa de cuanto hacemos y soñamos, ellas van de la mano de la esperanza con el mismo brío y fervor revolucionario de los años fundacionales.

 ¡Felicidades, mujer en tu día, que son todos.

¿Qué dirías tú, Che?

Por Frei Betto

Imagen de Razones de Cuba

Tercera carta abierta a Ernesto Che Guevara.

Querido Che:

Te escribí en 1997 y en 2011. Ahora, veintiséis años después de la primera carta y doce de la segunda, te envío esta tercera.

He ido con mucha frecuencia a nuestra amada Cuba. En 2022 la visité cinco veces, casi todas por períodos de dos semanas. No viajo como turista, sino como asesor del gobierno cubano y la FAO para la implementación del Plan SAN, el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, ya plasmado en una ley aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La Revolución atraviesa un momento muy difícil, resultado de una suma de factores adversos: el bloqueo genocida impuesto por la Casa Blanca, que ya tiene más de 60 años (Biden mantiene las medidas criminales del gobierno de Trump, que revocaron las flexibilizaciones adoptadas por el gobierno de Obama); la pandemia, que hizo refluir las actividades laborales y desaparecer a los turistas que llevaban divisas; los frecuentes fenómenos asociados al cambio climático, como sequías, tornados y huracanes; y ahora la guerra entre Rusia y Ucrania, dos importantes suministradores de insumos agrícolas y fertilizantes, y también de turistas.

La población sufre un desabastecimiento de alimentos esenciales y no ha habido tiempo para que el Plan SAN muestre resultados efectivos. El gobierno hace lo que puede para aminorar ese estado de cosas, como renegociar las deudas del país y permitir inversiones extranjeras. Felizmente, Cuba no figura en el Mapa del Hambre de la ONU y no se ve en sus calles una escena muy común en la mayoría de los países del continente, en los que hordas de familias desamparadas escarban en la basura en busca de algo que les aplaque el hambre.

Sé bien, querido Che, que tras la victoria de la Revolución Cuba ha enfrentado períodos muy difíciles. Y no zozobró. Enfrentó la invasión mercenaria de Playa Girón, la Crisis de Octubre, atentados terroristas, el Período Especial a raíz de la desaparición de la Unión Soviética. La resiliencia cubana demostró una fuerza inquebrantable ante tantas adversidades. Ninguna de ella logró disminuir la vocación internacionalista de la patria de Martí ni su solidaridad con los pueblos carentes de médicos y profesores, o afectados por calamidades naturales. El avance de la ciencia cubana, capaz de producir cinco vacunas contra el virus de la Covid-19, permite que hoy otras naciones se beneficien con ese recurso imprescindible frente a la gravedad de la pandemia.

No obstante, resulta preocupante el aumento del flujo migratorio, en especial rumbo a los Estados Unidos. Muchos abandonan la Isla –jóvenes en su mayoría— no por razones políticas, sino por razones económicas. Son igualmente preocupantes la espiral inflacionaria, el mercado paralelo de alimentos, la corrupción que amenaza la moral revolucionaria.

¿Qué dirías tú, Che, ante esa desafiante coyuntura? Tal vez haya quien imagine que dirías que la dirección de la Revolución se vio perjudicada por la desaparición física de Fidel y el alejamiento de Raúl de las funciones de gobierno. No me parece justo. Díaz-Canel es un hombre preparado que se desempeñó con éxito en el combate a la pandemia en Cuba, y el Buró Político y la dirección del PCC están integrados por hombres y mujeres de probadas capacidad y firmeza revolucionaria.

Pero una revolución no puede depender únicamente de su superestructura gubernamental. Eso ocurre en las democracias burguesas, en las que se tiene al pueblo por beneficiario de las iniciativas gubernamentales, dirigidas mayoritariamente a satisfacer los intereses de la clase dominante.

En una democracia socialista el gobierno es, por excelencia, el pueblo politizado, organizado y movilizado. Tal vez falte un mayor empeño en la formación ideológica de las nuevas generaciones, hoy muy conectadas con las redes digitales que, controladas por corporaciones capitalistas (big techs), difunden una ideología marcadamente consumista e individualista.

En Cuba es necesario transformar las redes digitales en trincheras revolucionarias. Y fortalecer política e ideológicamente las organizaciones de masas, como los CDR. Tú y Fidel son la prueba, como lo fuera Martí, de que las adversidades se vencen con firmeza ideológica. Si las condiciones objetivas no favorecen el desarrollo de las fuerzas productivas, entonces es preciso priorizar el perfeccionamiento de las fuerzas inductivas: la disposición subjetiva que hizo del fracaso del Moncada la victoria de la Sierra Maestra, o la que convirtió tu muerte en las selvas de Bolivia en aliento icónico para tantas generaciones de revolucionarios.

No se puede reducir la propuesta socialista al consumismo burgués. Esa propuesta debe sustentarse en las raíces de la subjetividad, en los valores morales en los que tanto insistió Martí, en la espiritualidad combativa de Fidel, en tu ejemplo al dar la vida para que el pueblo latinoamericano y caribeño tuviera vida.

Querido Che: tu emulación, tu ética revolucionaria, tu testimonio generoso de quien no se apegó al poder, son cualidades esenciales en la actual coyuntura de Cuba. Es imprescindible que las nuevas generaciones conozcan siempre más tu ejemplo y tu obra, y que estén martianamente dotadas de ese sentimiento de amor que forja al hombre y a la mujer nuevos. Como declaró Fidel, “hago una apelación a nuestros militantes, a nuestros jóvenes, a nuestros estudiantes, a nuestros economistas, para que estudien y conozcan el pensamiento político y el pensamiento económico del Che”.

Traducción de Esther Pérez

Frei Betto es autor, entre otros libros, de Paraíso perdido: viajes por el mundo socialista (Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2016). (Site: freibetto.org)

EE.UU.: La mentira como excusa.

Por Redacción Razones de Cuba

Por Arnaldo Musa

La historia de Estados Unidos muestra el trasfondo mas odioso de la mentira utilizada por quienes controlan el poder para lograr sus designios, y los acontecimientos que rodean a la operación militar especial de Rusia en Ucrania, impulsada por la agresividad imperial, deja conocer muchos hechos relativos a esa costumbre enraizada profundamente en los medios occidentales de tergiversar la realidad en aras de espurios intereses.

Parecería una palabrería si no conociéramos y practicáramos el andar casi cotidiano en Internet, principalmente en medios que alegan objetividad, pero no la practican, teniendo como ejemplos menos deleznables en apariencia, pero igualmente mentirosos, a Miscrosoft News, The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times y La Opinión, este último descrito como la publicación más responsable y multipremiada en idioma español en Estados Unidos.

Pero de una manera u otra estos medios se ponen de acuerdo y aceptan mentir, al tergiversar el mensaje del presidente ruso, Vladimir Putin, al informar sobre la suspensión de la participación de su país en el tratado Start III sobre armas estratégicas firmado con Estados Unidos.

Ya a los pocos minutos hacían correr informaciones acerca de supuestos fallos de la misilística rusa, de actitudes de otros dirigentes locales opuestos al mandatario y las posibilidades de que se le estuviera acercando la salida del alto cargo.

Nada de lo anterior era cierto, pero ya quedaba en la mente de muchos como si fuera una realidad, algo que logran taimadamente.

Con anterioridad habían especulado sobre la salud de Putin, si cuando caminaba hacia algún gesto de dolor, si tenía que apoyarse, en fin, algo aborrecible que forma parte del entretenimiento y simplezas que engrosan la mente de millones de lectores en Occidente.

Es bueno recordar que en Estados Unidos, los medios esconden la verdad cuando se trata de preparativos de agresión a otra nación, siempre más pequeña y mal armada; o acerca de los detalles relativos a  la destrucción de las Torres Gemelas neoyorquinas, donde existen muchos lunares por la falta o el ocultamiento de información, pero que no impidieron que se aprobaran leyes disfrazadas con el manto de patriotismo para demonizar a todo lo que el establishment gobernante endilgara el epíteto de terrorista.

Nadie explica por qué más de 200 funcionarios israelíes fueron liberados de sus trabajos dos días antes de los hechos, o como el choque de los aviones pudo destruir zonas donde sólo podían hacerlo explosivos colocados con anterioridad.

EJEMPLOS VIEJOS Y NO TANTO

1861 – La Batalla de Fort Sumter fue llevada a cabo por el ejército de los Estados Confederados de América, con la intención de expulsar a las tropas federales que ocupaban el fuerte, situado en la Bahía de Charleston, en Carolina del Sur. Ambos bandos, el federal y el confederado, querían convencer a los estados todavía indecisos de unirse a su causa, intentando hacer parecer al adversario como el agresor. Finalmente fue el bando confederado quien atacó primero, y aunque se negoció la rendición, que terminó sin bajas, la pérdida del puerto supuso la movilización meses después del ejército federal de Abraham Lincoln para declarar la Guerra de Secesión.

1898 – El 15 de febrero de ese año voló misteriosamente la proa del acorazado USS Maine, donde se encontraba la santabárbara del navío, cuando estaba anclado en las costas de Cuba. Fueron acusados insurgentes cubanos y españoles del ataque, lo que propició la declaración de guerra contra España, que perdió las colonias de ultramar que todavía poseía, tales como Cuba, Puerto Rico, Filipinas, varios archipiélagos en el Océano Pacífico y pequeños enclaves en la costa africana, que pasaron a manos norteamericanas.

1915 – En plena Primera Guerra Mundial, los alemanes anunciaron que las aguas cercanas a las islas británicas serían consideradas como zona de guerra, y que tratarían de hundir cualquier embarcación que navegara por las mismas. De esa forma, el 7 de mayo el crucero de pasajeros Lusitania fue torpedeado y hundido. Estados Unidos alegó que 1 198 civiles perdieron la vida en el suceso, y por esa razón decidió entrar en la gran guerra. Años más tarde se reveló que el buque transportaba tropas, armamento y municiones, no alimentos y materias primas como se apuntó desde Washington.

1941 – El presidente Franklin Deslano Roosevelt necesitaba una excusa para convencer al Congreso y a la población de que Estados Unidos debía entrar en la II Guerra Mundial, apoyando a sus aliados europeos contra Alemania, y expandiéndose en el Pacífico haciendo frente al Japón. Alemanes, italianos y japoneses se aliaron (tripartito), China, Francia y Gran Bretaña estaban a punto de sucumbir, y el gobierno norteamericano necesitaba un pretexto para justificar sus ansias de expansión. Provocando a Japón económicamente con embargos de crédito y petróleo, el General Marshall elaboró un plan detallado gracias al espionaje y descifrado de las comunicaciones japonesas. Y así la flota estadounidense se dispuso de una forma atípica, alejando sin pretexto de Pearl Harbor a sus portaaviones, mientras dejaba expuesta y sin cobertura aérea una parte de su flota. Los nipones finalmente atacaron el 7 de diciembre, hundiendo nueve buques y dañando a otros diez. Al otro día, Roosevelt firmó la declaración de guerra.

1945-1992 – La Operación Gladio consistió en una red coordinada por la CIA y el MI6 (servicio de inteligencia británico) organizando múltiples atentados de falsa bandera en toda Europa, desde secuestros hasta fusilamientos en masa, y cuyo objetivo consistía en culpar a la izquierda europea de los actos con el fin de desacreditarla. Vinculados a la masonería italiana LODE, la mafia y la banca local, en 1978 secuestraron y asesinaron al primer ministro italiano, Aldo Moro, justo después de que éste desoyera a Henry Kissinger permitiendo formar coalición con el Partido Comunista.

1950-1970 – Un comité del Congreso de Estados Unidos admitió que provocó actos de falsa bandera como parte de su programa de contrainteligencia COINTELPRO, en el que el FBI utilizó agentes que llevaron a cabo actos violentos con el fin de culpar falsamente a diversos activistas políticos, principalmente de corte izquierdista, justificando así un gobierno de represión.

1953 – Varios agentes de la CIA se hicieron pasar por comunistas en Irán con la idea de cometer atentados y amenazar a la población para no apoyar a Mohamed Mossadeg, primer ministro persa elegido democráticamente. La situación desembocó en un golpe militar que terminó imponiendo a Shah Mohamed Reza Pahlevi como presidente títere de los intereses estadounidenses.

1957 – El presidente estadounidense, Dwight Eisenhower, y el primer ministro británico, Harold Mamullan, aprobaron un plan para llevar a cabo ataques e incidentes de falsa bandera en la frontera de Siria para tratar de derrocar a su gobierno y provocar un cambio de régimen. Revelado por el inglés a su Secretario de Defensa, éste lo admitiría públicamente años después.

Quedan muchos, muchos ejemplos más, algunos de los cuales, diría que bastante, atañen a los ataques imperialistas contra nuestra Revolución.

Tomado de Cubasí.

¿Solo existe preocupación por los presos en Cuba?

Por Arthur González

Imagen de Razones de Cuba

Se conoce que la manipulación mediática contra Cuba es total y abarca todos los ámbitos de la sociedad. Es el método empleado por el régimen de Estados Unidos para satanizar a la Revolución, porque no soportan que exista un país con un sistema socialista a solo 90 millas de sus costas.

Por esa razón, esgrimen el miedo al comunismo basado en campañas de que “ese sistema es un fracaso”, como hacen desde 1947 bajo la doctrina Truman, utilizada maquiavélicamente por el senador Joseph R. McCarthy, quien desató una cacería de brujas dentro de los Estados Unidos, para perseguir y condenar a miles de ciudadanos acusados de ser comunistas, con el propósito de que nadie tuviera ideas afines con el socialismo.

Lo mismo concibieron contra la Revolución cubana y lo confirman los planes de la CIA aprobados desde abril de 1959.

El tema de los presos en Cuba es desarrollado por los yanquis como un método para acusar a la Revolución, cuestionando las razones para condenar a quienes actúan a favor de Estados Unidos, en su intento sostenido de desestabilizar el orden interno, con el objetivo de derrotar el proceso revolucionario.

Así sucedió con los juicios celebrados a los asesinos, torturadores y esbirros del dictador Fulgencio Batista; con los agentes de la CIA que cometieron actos terroristas, asesinatos y otros crímenes; con los miembros de los grupúsculos contrarrevolucionarios creados y financiados por Estados Unidos; hasta los más recientes detenidos por los actos de violencia ejecutados contra centros comerciales, agentes y medios de la policía, durante los disturbios del 11 de julio 2021, estimulados por los yanquis a través de las redes sociales.

El denominador común empleado por Estados Unidos ha sido condenar las sanciones impuestas por los tribunales revolucionarios y exigir la liberación de los comisores de esos delitos, algo que no piden para los presos en sus cárceles, latinoamericanas o europeas.

A tal punto llega la tergiversación que hacen contra Cuba, respaldada por amplias campañas de prensa, que lograron que el Vaticano solicitara a través del cardenal Beniamino Stella, enviado especial del Papa, la amnistía para los presos en la Isla calificados por los yanquis de “políticos”, pedido que mucho agradó a la contrarrevolución y sus patrocinadores en Estados Unidos.

Sin embargo, resulta llamativo que esta “preocupación” por los presos en Cuba, a la que se suman diplomáticos de la Unión Europea, no se manifieste ante la terrible situación que sufren los presos en las cárceles de Ecuador y los detenidos injustamente en Perú, por protestar pacíficamente ante el golpe de Estado respaldado por la embajada de Estados Unidos en Lima.

Para los presos y detenidos en países afines a Washington, nunca hay preocupaciones ni súplicas, entre ellos Julián Assange, quien, por practicar un periodismo de denuncia ante los crímenes cometidos por los yanquis, sin haber sido juzgado está recluido en una cárcel de máxima seguridad en el Reino Unido y no es calificado como preso político, situación que corrobora la falsedad de la “preocupación” por Cuba y sí una posición politizada con fines mediáticos.

¿Por qué no existen solicitudes de clemencia y amnistía para los casi 3 mil menores de edad que cumplen condenas de cadena perpetua y morirán en prisiones estadounidenses, sin esperanzas de obtener la libertad condicional?

En ese país convertido en el “juez supremo” del mundo, hay 2,500 reclusos que cumplen cadena perpetua, sancionados cuando aún eran niños, sumandos a 10 mil menores internados en prisiones para adultos y sometidos a todo tipo de agresiones, sin que los “preocupados” países de la Unión Europea, ONG dedicadas a velar por los derechos humanos en Cuba y otros países afines a Estados Unidos, condenen tal situación.

No hay preocupaciones porque los yanquis consideren que un niño entre 10 y 14 años, pueda ser juzgado como adulto y enviado a centros penitenciarios junto con mayores, pero cuando Cuba juzgó a menores con 16 años, los gritos se escucharon en todo el mundo, hurgaron en qué lugares eran internados y el trato que recibían, a pesar de que la Isla posee un sistema diferenciado para los menores que cometen delitos y cuenta con personal profesional para trabajar en los planes de reeducación.

Hasta el año 2005 en Estados Unidos se ejecutaba a los niños y se calcula que desde inicios del siglo XX hasta el 2005, se le aplicó la pena de muerte a 365 niños, de ellos 22 con posterioridad a 1985, sin que se conformaran campañas internacionales para exigir una amnistía.

Un estudio de la organización Equal Justice Initiative, afirma que “los niños encarcelados en Estados Unidos caen en situaciones desesperadas, conduciéndolos a un punto en el cual no pueden manejar sus emociones y los retos de la adolescencia, encuentran respuesta en la violencia y agresividad”.

Al menos en 14 estados se trata a toda su población penal como si fueran mayores de edad, lo que implica que muchos niños sean violados y maltratados por los presos adultos, pero esto parece no preocupar a los que ahora lo hacen con Cuba.

Pero no solo Estados Unidos condena a niños, hay 72 países en el mundo donde los menores pueden recibir esa pena, entre ellos 49 de los 53 Estados de la Mancomunidad Británica de Naciones, según un estudio de 2015 de la Red Internacional de los Derechos de los Niños, a pesar de estar vigentes varios tratados internacionales que prohíben la imposición de esas condenas, entre ellos el artículo 37 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño de 1989, ratificada por todos los países salvo Estados Unidos y Somalia.

Solo en el año 2019, más de 696 mil niños y adolescentes, fueron encarcelados y de esos, 653 solo en una sola noche de ese año, los que fueron internados en prisiones de adultos, pero Estados Unidos no recibe sanciones de la comunidad internacional, del Parlamento Europeo o la OEA, ni se aprueban resoluciones que muestren la preocupación ante tantas violaciones a los derechos de niñas y niños.

Un ejemplo de la crueldad del régimen estadounidense fue la ejecución en la silla eléctrica del niño George Stinney, de 14 años, el 10 de junio de 1944 y que 70 años después, las autoridades judiciales admitieron que se le habían violado sus derechos porque realmente era inocente.

¿Dónde está la preocupación y exigencias de amnistía para los presos de Ecuador, hacinados y masacrados en cárceles de ese país?

Entre el año 2020 y el 2021, fueron asesinados más de 400 reclusos en cárceles ecuatorianas, por diferentes riñas entre bandas rivales que se disputan el control de las prisiones, pero no hay condenas al gobierno ni enviados especiales, porque es un aliado incondicional de los yanquis.

Cuba, que no tiene situaciones similares, recibe constantemente presiones y “preocupaciones”. La razón es sencilla, es un país socialista que no se somete a las órdenes yanquis.

Pero como expresó José Martí:

“Alzar la frente es mucho mejor que bajarla”.

Dónde dije digo… Cibercuba dijo Diego

Contra Cuba Manipulación Mediática

Giusette León García – CubaSí.- «Acabo de descubrir que los de Cibercuba leen la prensa provincial», me comentó en tono de broma una colega, pues resulta que ese medio «desmontó» su entrevista a un reconocido músico cubano: sacó de contexto por aquí, cambió palabras por allá y acabó construyendo la historia que el artista no contó, pero que a ellos les hubiera gustado leer o, para ser más exacta, la que cobran por escribir.


Pero luego de darle la bienvenida al mundo de la manipulación mediática, tuve que robarle las ilusiones a mi colega: estoy casi segura de que no siguen tu periódico en particular o la prensa provincial en general, si así fuera, se harían eco de otras muchas noticias o temas que, lamentablemente, no entran en su agenda, ellos siguen a cualquier persona, natural o jurídica, que alguna vez haya tomado partido a favor de la Revolución Cubana, tienen la misión de desacreditarlos y les pagan muy bien por ello.

No siempre se trata de que digan mentiras, es frecuente que se les haga imposible porque las verdades suelen ser demasiado grandes, pero si no pueden obviarlas, ellos encuentran cómo apretarlas en el molde de su conveniencia y escriben titulares como este sobre un video que realizó y estrenó el Ministerio de Cultura, o sea, técnicamente sí, el Gobierno Cubano, al menos así les suena mejor a ellos y les resulta más funcional a la idea de presentar a ciertos artistas como una suerte de «agentes» de la «dictadura».

Algunos ni siquiera han mostrado jamás otra posición que el patriotismo, el civismo o el amor y el respeto al arte hecho en Cuba, otros se han atrevido a más, han manifestado «horrores» como «desbloquéame», «la fuerza de un país» o  «en casa me siento como en casa», pero lo llevamos claro, la libertad de expresión solo aplica cuando va por el carril (de la Helms Burton).

Y quien dice Cibercuba, dice una lista creciente de profesionales del libelo más burdo, donde todo vale para denigrar a personalidades e instituciones de este país.

Les sirven los más respetables intelectuales, muy talentos creadores o mujeres y hombres que han escogido vivir en Cuba y hacer su trabajo desde diferentes sectores, pero claro que los primeros, por famosos ganan más like y los like, ya se sabe, son las medallas de esta guerra.

Eso es, una guerra. De cuarta generación, como aquella de la que nos alertó Martí hace siglos: a pensamiento y no a balas, pero en la era de Internet donde, a veces, vamos de la información a la desinformación sin pasos intermedios.

Es la batalla de ideas, Fidel lo supo el primero, como siempre. Una batalla donde cada palabra puede ser un proyectil y también un Boomerang, pero el silencio es la mayor derrota.

Hay que decir y hacer entonces, cada quien dónde y cómo le toca, sin permitir que el fuego abierto nos distraiga de nuestras prioridades, pero sin que la ingenuidad nos deje indefensos, con la guardia baja, tan entretenidos con los «likes» y los «fallowers», que perdamos de vista quienes somos, a dónde vamos y cuál es nuestra verdad.

El video que no le gusta a Cibercuba

Menéndez se aferra al dañino embargo a Cuba

Menéndez
La conclusión es que nuestra política es contraproducente. (Aristide Economopoulos | NJ Advance Media para NJ.com) NJ Advance Media para NJ.com

Por Consejo editorial de Star-Ledger

El éxodo gigante que estamos presenciando desde Cuba no tiene precedentes , es más grande que las dos últimas oleadas migratorias más grandes, el éxodo del Mariel de 1980 y la crisis de los balseros de 1994, combinadas. Más de 200.000 cubanos han huido a Estados Unidos en el último año y medio, en su mayoría a través de la frontera con México, pero también a través de los Cayos de Florida en botes destartalados.

Esta gente está desesperada. La pandemia ha afectado a la industria turística de Cuba, una importante fuente de ingresos, pero otro factor clave es la política estadounidense. Hemos estado endureciendo nuestras restricciones económicas en la isla. Nuestra política oficial es ahogar los ingresos de Cuba y mantenerla empobrecida. Es inmoral, fuera de proporción con la forma en que tratamos a otros países, y la conclusión es que es contraproducente.

Sin embargo, aunque el presidente Biden ha comenzado a retirarse de algunas de las políticas de línea dura de la administración Trump sobre Cuba, ha tardado en actuar. Esta es una postura política para los votantes de Florida, y un poderoso senador de Nueva Jersey también juega un papel central. Biden teme enojar a la diáspora cubana e incurrir en la ira de Robert Menéndez, dijo recientemente al New York Times el profesor de la American University y estudioso de Cuba William LeoGrande .

Menéndez preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde muchos de los nominados de Biden deben buscar confirmación. El senador, que es cubanoamericano, dice que el objetivo es un cambio de régimen en Cuba, algo que no hemos logrado en 60 años. Y mientras tanto, estamos lastimando a las mismas personas a las que aparentemente estamos tratando de ayudar. Para permanecer en su país, los cubanos necesitan oportunidades económicas. ¿Cómo pueden construir una oposición para cambiar el régimen cuando estamos debilitando el crecimiento de la sociedad civil en Cuba?

También estamos privando a los EE. UU. de la oportunidad de fomentar el cambio a través del compromiso. El expresidente Obama abrió un poco la puerta, restableció las relaciones diplomáticas y aumentó los viajes a la isla, y ayudó. Vimos algunas mejoras, como la liberación de presos políticos, crecimiento en el sector privado y acceso a Internet en la isla. Sin embargo, ese período duró solo dos años hasta que Trump cerró la puerta de golpe. Y Biden no la ha vuelto a abrir.

Ciertamente, el régimen cubano tiene un terrible historial de derechos humanos, encarcelando a poetas y manifestantes, como vimos en su represión de las manifestaciones el año pasado. Su política económica es suicida, sofocando el libre mercado. Pero en lugar de tratar de castigar a Cuba por violaciones específicas de los derechos humanos, tenemos un embargo general que no tiene como objetivo cambiar ninguna política en particular, sino derrocar al régimen.

Y mientras congelamos a Cuba por motivos de derechos humanos, considere los abusos de los aliados de Estados Unidos: Egipto sigue siendo el tercer mayor receptor de ayuda militar estadounidense, a pesar de que nuestro Departamento de Estado cataloga anualmente sus arrestos arbitrarios, desapariciones forzadas y tortura de prisioneros. Comerciamos con la China comunista, que encarcela a las minorías étnicas en campos de internamiento, y Arabia Saudita, que desmembró a un periodista con una sierra para huesos.

Nuestra política marcadamente diferente hacia Cuba es una reliquia de la Guerra Fría, una estrategia sin ninguna esperanza real de éxito. El embargo de Estados Unidos también ofrece al régimen un chivo expiatorio de sus propias fallas, dice Human Rights Watch, “un pretexto para sus abusos y una forma de ganarse la simpatía de gobiernos en el extranjero que, de otro modo, podrían haber estado dispuestos a condenar más abiertamente las prácticas represivas del país. ”

En cuanto a la política, Biden debería centrarse en cómo podría ser Florida en el futuro. Vimos un gran apoyo incluso en la comunidad cubanoamericana en Miami por el enfoque más abierto de Obama: una encuesta en ese momento encontró que el 69 por ciento de los cubanos apoyaba su restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, y el 63 por ciento dijo que deberíamos levantar el embargo.

Los números fueron aún más altos entre los cubanos más jóvenes. Alrededor de las tres cuartas partes de las personas entre 18 y 59 años se oponen al embargo, según la encuesta de la Universidad Internacional de Florida. Así que piénselo: nuestro embargo no puede durar para siempre, y casi nadie está con nosotros. ¿Realmente queremos golpearnos la cabeza contra esta pared durante décadas más?

Cuba y las listas negras de Washington

Por Raúl Antonio Capote

Washington incluyó a la Mayor de las Antillas en la lista negra de violadores de la libertad de religión, junto a Nicaragua y al grupo ruso Wagner. Según ellos, Cuba «ha cometido o tolerado violaciones especialmente graves de la libertad religiosa».

Como si no fuera suficiente el castigo impuesto a la Isla por parte de las sucesivas administraciones estadounidenses, el gobierno de Joe Biden acaba de agregar a Cuba en otro de sus índices espurios.

En una decisión que desborda la imaginación más perversa, Washington incluyó a la Mayor de las Antillas en la lista negra de violadores de la libertad de religión, junto a Nicaragua y al grupo ruso Wagner, confirmó el viernes el secretario de Estado, Antony Blinken.

La actual administración sustenta su decisión en que, según ellos, Cuba «ha cometido o tolerado violaciones especialmente graves de la libertad religiosa», explicó el Secretario de Estado en un comunicado.

Desde su cuenta en Twitter, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, repudió de inmediato la designación de nuestro país en otro listado arbitrario. «El gobierno de ee. uu. necesita recurrir a acusaciones deshonestas para mantener la insostenible política de abuso contra el pueblo cubano», dijo.

No puede haber nada más desatinado, pero poco tienen que ver la verdad, la cordura y la razón con la política de Washington hacia la Isla.

Si un país en el mundo goza de libertad religiosa, ese país es Cuba, algo que es conocido por todo el que nos visita y que ha sido evaluado por diversas organizaciones internacionales.

Es oportuno aclarar que no es simbólica la incorporación de La Habana en estas listas creadas por la Casa Blanca, cada inclusión significa medidas de sanción contra la economía del país.

La inserción en la lista de países patrocinadores del terrorismo, por ejemplo, ha traído afectaciones serias a las finanzas del país, que se reflejan en la vida diaria de los cubanos.

Pero nada de esto es casual ni constituye un mecanismo individual de represión, forma parte de la guerra no convencional contra la Revolución Cubana.

Incluir a Cuba en listas negras de toda clase, además del efecto inmediato sobre las relaciones económicas con el mundo, va dirigido a destruir la reputación de la Isla, privarla de la solidaridad internacional, aislarla del mundo, para que nadie actúe contra sus agresores en caso de que tomen la decisión de usar la fuerza.

El asesinato de carácter de una nación es un proceso premeditado y sostenido, que busca destruir la credibilidad, deslegitimar al gobierno y justificar cualquier medida punitiva.

Forma parte de los métodos utilizados por los servicios especiales de EE. UU. para destruir a los adversarios del sistema capitalista, a los enemigos del imperio.

Tomado de Granma.

«Si Biden quiere, se pueden hacer ajustes importantes en la relación»: Johana Tablada, subdirectora para EEUU del Gobierno cubano

Cuba Política

Juan Palop – La Habana, 21 nov (EFE).- La subdirectora para EE.UU. del Gobierno cubano, Johana Tablada, percibe “algunos ajustes” en Washington aunque no “un cambio de política” y dice que “ojalá” tuviese lugar un segundo “deshielo”, algo que la isla “necesita”, aunque cree que la pelota está en el tejado del presidente estadounidense, Joe Biden.


“Hay algunas señales, a partir del incremento del diálogo bilateral, de que, si el Gobierno de Biden quisiera, se podrían introducir ajustes importantes”, asegura Tablada en una entrevista a EFE. “Si EE.UU. abre una puerta, siempre nos puede encontrar”, agrega.

En su opinión, “sobran los motivos para tener una relación con Cuba no solo normal, (sino) una buena relación. Los temas en común son muchos”.

Señala que un “deshielo”, como el que se produjo durante las presidencias de Barack Obama en EE. UU. y Raúl Castro en Cuba, es lo que “necesita” y “merece” su país para salir de la grave crisis económica -con gran escasez, inflación galopante y elevada migración- que arrastra desde hace dos años.

La subdirectora, presente en la ronda migratoria que celebraron la semana pasada en La Habana EE.UU. y Cuba, apunta que observa “algunos ajustes en la forma en la que se aplica la política” por parte de Washington.

“En los últimos meses nosotros hemos visto y registrado, y es obvio y visible, un incremento del intercambio bilateral oficial entre los dos Gobiernos, un incremento del intercambio de agencias de los dos Gobiernos” en una serie de temas, del migratorio al medioambiental, pasando por la sanidad y la regulación aérea, indica.

Sin embargo, no aprecia un “cambio de política” en Washington, porque “lamentablemente” las sanciones -incluso la última vuelta de tuerca introducida por el anterior presidente de EE.UU., el republicano Donald Trump- persisten “prácticamente” sin modificaciones.

“Habrá que ver si el Gobierno de Biden, más allá de incrementar la conversación con Cuba, está dispuesto a dejar de serle fiel a las medidas de Trump”, dice.

DIÁLOGO Y SANCIONES

Tablada asegura que Cuba tienen la “voluntad” de resolver los problemas con “cooperación” y “diálogo”, pero deja clara su línea roja: “Lo que Cuba no está dispuesta a hacer es negociar temas de orden interno y constitucional con un gobierno extranjero”.

Afirma que su país no ha cambiado de estrategia frente a Washington, pese a la rebaja del tono, la intensificación de los contactos y su inusual petición de ayuda tras el huracán Ian, que fue respondida por EE.UU. con dos millones de dólares de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) en ayuda humanitaria.

Cuba, subraya Tablada, busca “encontrar una forma civilizada de que ambos países puedan aprovechar” lo que les une, y no lo que les divide, y los dos “puedan avanzar en beneficio” de sus pueblos. De forma similar, el departamento de Estado de EE.UU. hablaba la semana pasada de dialogar con La Habana para hacer “avanzar los intereses” nacionales.

A juicio de la subdirectora, los resultados electorales en las elecciones de mitad de mandato en EE.UU. abren “una ventanilla” para que Washington y La Habana avancen hacia la normalización de las relaciones bilaterales. En los comicios, los demócratas de Biden demostraron una fortaleza inusual para ser el partido en la Casa Blanca y conservaron el Senado.

“El único camino es que nos entendamos, que nos respetemos, que aprendamos a lidiar con nuestras diferencias”, señala Tablada parafraseando unas declaraciones recientes del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

MIGRACIÓN

Tablada, que niega que Cuba haya utilizado la presión migratoria para sentar a EE.UU. en la mesa de negociación, sostiene que son las sanciones las que están “estrangulando” a su país y promoviendo la emigración, principalmente a EE.UU.

En el año fiscal 2021-2022, fueron cerca de 225.000 los cubanos que llegaron de forma irregular a la frontera sur de EE. UU., una cifra récord.

“La vicepresidenta (de EE.UU.), Kamala Harris, puede llegar a Honduras y decir -y yo estoy de acuerdo con ella- que hay que hacer escuelas, para que las personas no abandonen su pueblo; que hay que hacer hospitales, para que las personas no tengan que irse; que hay que mejorar la vida de la gente,… y ahora llegan a Cuba, donde hay escuelas, hospitales, seguridad social… y con Cuba se hacen lo contrario”, argumenta.

Subraya que “no deben seguir en pie los incentivos” estadounidenses a la migración como las sanciones y la ley de ajuste cubano (que otorga la residencia permanente a los cubanos cuando cumplen un año en EE.UU.). También destaca que Washington debería acabar con la “injusticia” que supone incluir a La Habana en la lista de patrocinadores del terrorismo.

“Tengo esperanzas (de que saquen a Cuba de la lista), pero no porque el Gobierno de EE.UU. nos haya dado ninguna señal” al respecto, asegura.