El nuestro: un Partido de unidad y continuidad (+ Video)

Al Partido nada le es ajeno, y ante su deber de ser lo más revolucionario dentro de la Revolución, todos los asuntos que hoy marcan el día a día de nuestra sociedad ocuparon espacio tanto en los informes presentados, como en la discusión y análisis de los mismos

Autor: Leidys María Labrador Herrera | leidys@granma.cu

Foto: Ricardo López Hevia

De mirar y analizar con ojo crítico y sin triunfalismos la labor del Partido, de reconocer también sus fortalezas y la permanencia de los principios que lo sostienen como proa del socialismo cubano, de eso se trató la continuidad del 8vo. Congreso en cada una de nuestras provincias.

Desde la base se removió la fibra militante, bajo el precepto de que es el núcleo el corazón de las estructuras partidistas. Nadie duda de que allí donde esa célula vital actúa con toda la seriedad y el compromiso a que se le ha llamado, se observan los resultados, sea cual sea el objeto social del centro al que pertenece o la comunidad en la que actúa.

Al Partido nada le es ajeno, y ante su deber de ser lo más revolucionario dentro de la Revolución, como expresara el Primer Secretario de su Comité Central, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, todos los asuntos que hoy marcan el día a día de nuestra sociedad ocuparon espacio tanto en los informes presentados, como en la discusión y análisis de los mismos. En esos debates quedó claro que el militante debe acompañar su desempeño laboral y social, con la ejemplaridad imprescindible para ser miembro de la organización.

La batalla económica e ideológica, y la producción azucarera y de alimentos constituyen hoy prioridades para la sostenibilidad del país y, por ende, para el hacer cotidiano del Partido. Sin embargo, prevalece la visión de que ante un bloqueo recrudecido, un mundo marcado por las desigualdades y secuelas pandémicas que persisten, se imponen la creatividad, la innovación y la utilización de la ciencia para sortear tan difíciles obstáculos y poder abrirnos paso hacia nuestras metas más acuciantes.

No podía faltar, lógicamente, en esta mirada a lo interno de la organización y a su proyección social, el contacto cada vez más cercano y necesario con la Unión de Jóvenes Comunistas, con las nuevas generaciones en sentido general, no solo como garantía de futuro, sino por esa misión ineludible, heredada de nuestra generación histórica, de servir de guía y ejemplo para los más bisoños continuadores de esta gigantesca obra.

Ha sido este un proceso del que nuestro único Partido sale fortalecido, con su capacidad de liderazgo intacta. Una vez más se ha manifestado la madurez política que vive en las filas de esta organización, cuya historia es también la historia de la Revolución Cubana. No hay dudas, el nuestro sigue siendo el Partido Comunista de la unidad y la continuidad.

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Declaración del Coloquio Internacional Patria: Cuba está de pie, como desde 1959 (+ Video)

Cuba sigue, contra bloqueos, ataques y mentiras. Los intentos de cercarla y aislarla han demostrado una vez más que fracasan: aquí están periodistas, intelectuales, artistas y comunicadores de varios países reunidos en el Coloquio Internacional Patria organizado por la Unión de Periodistas de Cuba, realizado en la Casa de las Américas, en La Habana

Autor: Granma | internet@granma.cu

Coloquio Internacional Patria
Foto: Ariel Cecilio Lemus

Cuba sigue, contra bloqueos, ataques y mentiras. Los intentos de cercarla y aislarla han demostrado una vez más que fracasan: aquí están periodistas, intelectuales, artistas y comunicadores de varios países reunidos en el Coloquio Internacional Patria organizado por la Unión de Periodistas de Cuba, realizado en la Casa de las Américas, en La Habana.

Nuevamente se expresa la solidaridad y compromiso internacional con Cuba que se encuentra frente a una política de asfixia económica y asedio mediático dirigida por el gobierno estadounidense. La administración del presidente Joe Biden mantuvo los lineamientos trazados por su antecesor, Donald Trump, remarcando otra vez la dimensión bipartidista de la política contra la isla.

La consecuencia de esa continuidad se ha expresado en la ausencia de flexibilización del bloqueo aún en tiempo de pandemia que, en el caso de Cuba, se combinó con las necesarias restricciones sanitarias y, en consecuencia, el cierre del turismo internacional y sus ingresos. La apuesta desde Washington, los sectores siempre golpistas de la Florida, fue utilizar ese escenario para lanzar una ofensiva desestabilizadora, como pudo verse en el 2021.

Foto: Ariel Cecilio Lemus

Esa ofensiva estuvo acompañada de una inmensa campaña mediática internacional vía redes sociales, grandes medios, fundaciones, que prepararon, acompañaron y maximizaron los hechos vividos. Las mentiras, creación de realidades falseadas hasta proyectar una situación alejada de lo que efectivamente sucedía, fueron, como era predecible, parte del recetario.

Esto no significa desconocer las dificultades materiales de la población y los desafíos políticos internos. Pero la situación económica no puede entenderse sin el bloqueo que afecta transversalmente a la vida de Cuba: cierres de canales para el envío de remesas, sanciones a quienes comercien con la isla, hasta el intento de clausura mediática con la imposibilidad, por ejemplo, de utilizar plataformas que son de uso común en la mayoría de los países.

Foto: Ariel Cecilio Lemus

Se trata de la persistencia y agudización de una agresión que ocurre en un contexto de crisis global y declive de la hegemonía estadounidense. Estados Unidos se encuentra ante una ya evidente pérdida de capacidad para moldear el mundo según su estrategia y necesidad, como lo demuestra la reciente retirada caótica de Afganistán o la actual guerra en Ucrania.

Cuba está entonces de pie, como desde 1959, con nuevas respuestas por encontrar, una historia a ser defendida, las puertas siempre abiertas al amigo y a la amiga sincera. Este Coloquio Internacional Patria, en homenaje a los 130 años de la fundación del periódico de José Martí, vuelve a mostrar que Cuba no está sola, avanza, debate, se encuentra en la Casa de las Américas, casa del continente, horizonte común y necesario.

Marco Teruggi

Daniel David Devita

Gustavo Javier Arroyo

Bruno Lonatti

María Fernanda Ruíz

Ana Silvia Fernández

Javier Couso

Ana Hurtado

Carlos G. Penalva

Orlenys Ortiz

Gustavo Borges Revilla

Heizel Patiño

Jerónimo Zarco

Pedro Santander

Manolo de los Santos

Ben  Becker

Vivian Fernandes

Wafica Mehdi

Casa de las Américas, La Habana, 15 de marzo del 2022.

Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus
Foto: Ariel Cecilio Lemus

Estrategia para extender a Europa el bloqueo contra Cuba

Opinión

Integrantes del Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo, en acción contra el bloqueo que sufre la isla caribeña. Foto: Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo.


José Manzaneda*

Las derechas y ultraderechas europeas son, en el viejo continente, la punta de lanza de la estrategia global contra Cuba del Departamento de Estado de EEUU y la Mafia cubanoamericana asentada en el estado de Florida.

Destruir el Acuerdo de Diálogo y Cooperación Unión Europea-Cuba

Su papel es el de minar, hasta su destrucción, el actual Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación Cuba-Unión Europea, y así regresar a la política marcada por la llamada Posición Común de la UE hacia Cuba, un pacto de facto entre el ex presidente español José María Aznar y la Casa Blanca que, desde 1996 y durante 20 años, fue instrumento de presión y sanciones contra La Habana, complementario al bloqueo de EEUU.

En esta estrategia se inserta la actual ola de acciones disímiles de presión política, mediática y económica contra Cuba a cargo de organizaciones políticas, como el Partido Popular, Vox y Ciudadanos, y de asociaciones y fundaciones “anticastristas” asentadas en el Estado español y financiadas y dirigidas desde EEUU.

Es “el momento”

La estrategia de acoso contra Cuba se produce cuando el Gobierno de EEUU y sus aliados en Europa han considerado es “el momento”: una coyuntura de máxima debilidad del gobierno cubano. La combinación de las 243 últimas sanciones económicas, aprobadas por Donald Trump y aplicadas, en violación de sus promesas electorales, por Joe Biden, como el cierre de remesas o la persecución del transporte petrolero a la Isla, junto a la pulverización de los ingresos por turismo debido a la pandemia, han provocado en Cuba un grave desabastecimiento de alimentos, medicamentos y transporte, así como una inflación disparada.

Resultado de ello fueron las protestas de Julio de 2021, un fenómeno de contestación desconocido en seis décadas de Revolución que levantó, como nunca antes, las esperanzas de quienes trabajan sin descanso en la derrota de la Revolución. Una gigantesca campaña comunicacional en redes sociales, impulsada por el Internet Task Force (Fuerza de Tarea de Internet para Cuba) del Departamento de Estado, entidad creada en 2017 por Donald Trump, consiguió que el descontento, producto del cansancio, la penuria y la desesperación, se canalizara hacia el Gobierno Revolucionario y no hacia los artífices y propagandistas del bloqueo.

En Julio, momento álgido de la crisis y mayor pico de la pandemia, una campaña en redes sociales, perfectamente orquestada, a partir de la etiqueta “SOS Cuba”, logró endosar a la supuesta ineficiencia de las instituciones cubanas la responsabilidad de las penurias generadas por el bloqueo, las sanciones y la pandemia, y colocar, en el imaginario de ciertos sectores de población, como pruebas de la inequidad del sistema, ciertas medidas indeseadas y coyunturales de salvación frente a la guerra económica, como la apertura de tiendas en divisas.

Hoy, la Casa Blanca, la derecha europea y el “anticastrismo” continúan presionando con la misma esperanza: que la asfixia económica al pueblo cubano, junto al bombardeo mediático y en redes sociales, lleve a aquel a la definitiva insurrección contra el Gobierno Revolucionario.

EEUU paga la extorsión en Europa

Este doble carril (asfixia económica y guerra psicológica) tiene, en Europa, como aliados: a los partidos de la derecha y ultraderecha, principalmente el Grupo Popular Europeo; a importantes medios de comunicación; y a una red de organizaciones “anticastristas” que se han multiplicado de manera proporcional a las subvenciones procedentes de EEUU.

Recordemos que Washington, a través de sus agencias USAID y NED, canaliza, cada año, entre 20 y 30 millones de dólares a un enjambre de medios digitales de “temática cubana” y a más de cincuenta grupos del “anticastrismo”, con sede –mayoritariamente-en Miami. Estos, a su vez, triangulan parte de estos fondos no solo hacia la llamada “disidencia” interna cubana, sino también a organizaciones ubicadas en Europa. De ahí la consonancia y coherencia absoluta entre los mensajes y objetivos de la Casa Blanca con estos grupos asalariados, que se presentan como “ONG de derechos humanos” o “asociaciones del exilio cubano” y realizan una labor constante de cabildeo con un objetivo muy preciso hoy: la destrucción de las relaciones UE-Cuba y el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación.

Diversidad de acciones de acoso en Europa

Hoy, estamos ante una ola de acciones disímiles en favor de la extensión a Europa del bloqueo a Cuba, entre ellas:

  • La actual campaña contra el turismo a la Isla, con el objetivo de taponar los ingresos en un sector que, se prevé, servirá de rampa de despegue para la recuperación del país.
  • La persecución de empresas europeas con inversión en Cuba, a través de actos de boicot y campañas contra su imagen, en coherencia con la Ley Helms-Burton. Es el caso de Hoteles Meliá, diana desde hace años del Departamento de Estado y cuyos directivos han sido sancionados por la citada ley.
  • La destrucción de los acuerdos de cooperación médica de Cuba con otros países, mediante la publicación de informes sobre la supuesta “esclavitud laboral” del personal médico cubano. Estos informes, firmados por entidades con sede en Europa, pretenden cortar los ingresos que sostienen, hoy, el sistema público de salud de la Isla y están en la raíz de los problemas sanitarios actuales del país.
  • El boicot a artistas de Cuba en sus giras por Europa, para impedir sus actuaciones y minar sus ingresos, en la misma línea que el veto que ya se les impone en Miami.
  • El acoso violento a sedes diplomáticas de Cuba, como el aplicado, desde hace meses, al Consulado General de Cuba en Barcelona, en clara violación de la Convención de Viena.
  • Las agresiones físicas a militantes de la solidaridad y los intentos contantes de reventar sus actos.
  • La presión sobre las instituciones para denegar fondos para la cooperación en Cuba, acompañada de la criminalización de ONG y grupos solidarios.
  • Las querellas judiciales contra periodistas y activistas de la solidaridad con Cuba.
  • Y las mociones contra Cuba en parlamentos y ayuntamientos por supuestas “violaciones de derechos humanos”, basadas en el guión escrito en Washington y Miami.

60 años de bloqueo, 30 condenas en la ONU

Este febrero se han cumplido 60 años de la oficialización del bloqueo económico, financiero y comercial de EEUU contra el pueblo cubano que, de facto, comenzó años antes. Este próximo abril, será la vez número 30 en que la Comunidad Internacional, en la Asamblea General de Naciones Unidas, exigirá a EEUU eliminarlo.

Del Gobierno de Joe Biden se esperaba que retomara la “vía Obama” de diálogo con La Habana, o al menos el levantamiento de alguna de las 243 medidas sancionatorias aprobadas por Donald Trump, especialmente las que afectan a las familias cubanas residentes en ambos países.

Pero llegaron la pandemia y las protestas de Julio, y la Casa Blanca cerró cualquier posibilidad de acercamiento, esperando que los 60 años de guerra económica, al fin, den el fruto esperado: la derrota de la Revolución. Pero aún en el peor escenario económico, con sus chacales pagados mordiendo con desesperación, aún con todas las vías cerradas desde Europa, acompañada de la Solidaridad Internacional, Cuba resistirá.

* José Manzaneda es coordinador de Cubainformación TV y responsable de Medios de Comunicación de la asociación Euskadi-Cuba y del MESC (Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba)

Los peligros y los principios

Opinión

Agustín Lage Dávila (Foto: Ismael Francisco) – Cubadebate.- En su histórica carta de despedida a Fidel en 1965, Ernesto Che Guevara escribía: “…me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios”.


He pensado muchas veces sobre la profundidad de esta frase la cual nos ilustra que lo esencial del pensamiento de un revolucionario en cada momento es precisamente eso: ver y apreciar los peligros y los principios; los peligros cambiantes que amenazan la obra humana revolucionaria y los principios permanentes que hay que mantener con independencia de cualquier peligro.

Los principios hoy son los de los revolucionarios cubanos siempre, vinculados a la defensa de la soberanía nacional y el apego a la justicia social. Están magistralmente sintetizados en el concepto de Revolución enunciado por Fidel el 1ro de mayo del año 2000. Están “hechos ley” en la Constitución de la República que aprobamos con amplia mayoría en el 2019.

¿Y cuáles son los peligros de hoy?

El primero y más importante viene de afuera, y es la hostilidad de la mayor potencia imperialista que ha existido, y que se expresa en el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, y en la guerra de información e imágenes que nos hacen con sus poderosos medios de comunicación.

De ahí derivan otros. Enfrentamos el peligro de que el bloqueo logre desconectar la economía cubana de la economía global, precisamente en la época en que el desarrollo de cualquier país depende más de esas conexiones. La fracción del PIB global que se realiza en el comercio exterior se ha triplicado en las últimas cuatro décadas. El mundo económico se interconecta cada vez más, y ello no ocurre solamente mediante el flujo de productos, servicios, e inversiones, sino también mediante el flujo de conocimientos y tecnologías.

El cerco económico sostenido introduce el peligro de que más de medio siglo de escasa inversión lleve el deterioro de nuestra infraestructura productiva a un umbral de irreversibilidad. Ha sucedido en otros países y otros momentos históricos.

Globalización y cambio tecnológico rápido son factores determinantes del contexto económico mundial actual, y se refuerzan mutuamente. El cambio tecnológico acelerado del siglo XXI demanda de las empresas una permanente exploración de opciones de adaptación al entorno, lo que impone una gestión empresarial ágil y descentralizada, incluso para sus conexiones internacionales, y una dinámica de creación y extinción de empresas; difícilmente compatibles con los esquemas de dirección vertical de la economía y planificación material minuciosa a largo plazo, que en su momento (con las tecnologías de mediados del siglo XX) funcionaron bien, pero que ya no se ajustan al mundo económico y tecnológico de hoy.

Tendremos implementar una gestión descentralizada, pero sin alienar la propiedad socialista de todo el pueblo y la distribución justa del producto de la economía, de acuerdo al trabajo de cada cual (y preparar las generaciones de jóvenes empresarios del socialismo, capaces de hacerlo). El peligro está en que no logremos gestionar bien esa contradicción, para hacer que exprese su entraña creadora.

En el plano de las ideas está el peligro de que los adversarios de siempre de nuestro proyecto social logren persuadir a las nuevas generaciones de que los problemas materiales que enfrentamos no son fruto de la agresión externa sino solo de nuestra incapacidad de gestión, y que no se resolverán si no hay un “mister” (o un “aspirante a mister”) que dirija nuestras empresas; y vendernos la idea de que el desarrollo material requiere aceptar una cuota mucho mayor de desigualdades sociales. Para sembrar esas ideas y erosionar la capacidad de resistencia de nuestra cultura, ellos trabajan, con medios y dedicación dignos de mejores causas. Y muchas veces nuestros propios errores los ayudan.

Es el peligro de que logren minar la confianza y la voluntad de participación en el proyecto colectivo de Cuba, e induzcan a muchos a refugiarse exclusivamente en sus proyectos individuales de bienestar, y les contraigan así la visión del mundo y el alcance moral de sus proyectos de vida. Este peligro está en la raíz de las peligrosas tendencias migratorias de jóvenes calificados.

A todo eso se adiciona otro peligro, y es el de que sepamos y hagamos bien lo que es necesario hacer, pero que no lo hagamos a la velocidad suficiente. Es un peligro muy real. La sociedad humana es un complejo de procesos simultáneos que ocurren a velocidades diferentes, y que se condicionan mutuamente. La lentitud de algunos de nosotros en la implementación de lo que sabemos que hay que hacer, y la resistencia a salir de la “zona de confort” de lo acostumbrado nos hacen recordar un sermón de Martin Luther King de 1967 donde decía que: “El progreso humano no es automático ni inevitable. El futuro ya está aquí y debemos enfrentar la cruda urgencia del ahora”.

Esos son los peligros, y nadie piense que no los conocemos, pero ningún peligro nos va a arrebatar el optimismo y la confianza en el futuro soberano y socialista de Cuba. Defender la viabilidad de ese futuro nos exige empezar por reconocer los peligros, hablar de ellos alto y claro, analizar sus raíces y mirarles a la cara. Serán menos peligrosos si los conocemos bien.

Ese enfrentamiento audaz a los peligros del momento, pero firmemente apoyados en los principios de soberanía nacional y justicia social que nos definen desde siempre, es lo que el pueblo espera de los jóvenes cubanos de hoy.

Para las nuevas generaciones esa será su “Sierra Maestra”.

Fusil y mochila al hombro… y ¡a caminar loma arriba!

Una marcha martiana y de continuidad

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, acompañaron a los jóvenes que desfilaron este 27 de enero en homenaje al Héroe Nacional de Cuba. Desde la Escalinata de la Universidad de La Habana, la Federación Estudiantil Universitaria convocó a su 10mo. Congreso

Autor: Raciel Guanche Ledesma, estudiante de Periodismo digital@juventudrebelde.cu

Marcha de las Antorchas en La HabanaVer Más

Marcha de las Antorchas en La Habana. Autor: Estudios Revolución Publicado: 27/01/2022 | 11:42 pm

En una Escalinata hermosamente iluminada con antorchas para recordar a nuestro Héroe Nacional, José Martí, la víspera del aniversario 169 de su natalicio, y bajo la fiel compañía del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, miles de jóvenes desfilaron este 27 de enero con el ímpetu de continuar el legado martiano y fidelista de la nación.

Cobijados por un calor humano que pudo atenuar el fresco aire de la noche capitalina, las nuevas generaciones —junto al pueblo rebelde y digno que somos— ratificaron en la tradicional marcha de las antorchas que el Apóstol sigue viviendo en el alma de la Patria y que sus ideas tienen total vigencia en este Archipiélago, como demostró hace 69 años la Generación del Centenario con Fidel al frente.

Al hablar a la juventud, a sus compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y al pueblo de Cuba, Karla Santana Rodríguez, presidenta de la organización, expresó que emociona regresar a la Escalinata cómplice de la épica de nuestra historia, después de un año anterior de fuerte combate contra la COVID-19 y donde, sobre todo, tuvimos la oportunidad de crecer desde lo humano.

Fotos: Estudios Revolución

«A esta generación, la del Centenario de la FEU, que como en mística complicidad fraguada por la historia desciende esta Escalinata testigo también de aquella centenaria generación que llenó de luz el recuerdo del Apóstol; a esta generación, solo puedo decirles: Sintamos orgullo de amar la Revolución, como Mella a Tina, amemos esta obra popular, seria y tempestuosamente, como algo definitivo», expresó.

Momento especial de su intervención fue cuando convocó a «los que sueñan, a los necios y los imprescindibles, a los militantes de la vida que llevan encendida su juventud», a desarrollar el 10mo. Congreso de la FEU y «hacer de la organización un proyecto que se levante como verdadera articulación estudiantil».

Ya con las antorchas en alto, prendidas con la esperanza juvenil, el desfile llegó hasta la Fragua Martiana —lugar donde el Maestro, siendo un adolescente, sufrió presidio por sus ideas independentistas—; y allí fue colocada una ofrenda floral ante su estatua. La de este jueves fue otra reverencia de Cuba y sus jóvenes a la historia, otra oportunidad para «sembrar esperanza por un porvenir inédito».

Se honró a los aniversarios 60 de la Unión de Jóvenes Comunistas y 76 del ingreso de Fidel a la Universidad de La Habana, así como los cien años de la FEU. Además, a la ciencia cubana y a los logros de sus profesionales en el desarrollo de vacunas y el enfrentamiento a la actual pandemia de la COVID-19.

Fotos: Maykel Espinosa Rodríguez.

Mella, o el perfil del joven comunista

La existencia de Mella deja para el presente la certeza de que la juventud no es el futuro de un país, sino su presente; y para las filas comunistas, el ejemplo de militar creando, y de defender las ideas desde la valentía, la belleza y el ímpetu

Autor: Yeilén Delgado Calvo | nacionales@granma.cu

mella
Foto: De la campaña Cuba Vive

Era México. Caminaba junto a Tina Modotti, la fotógrafa revolucionaria a quien lo unía una pasión flamígera. Las balas, no por probables menos inesperadas, horadaron el cuerpo de hombre fuerte, hermosísimo, con una juventud inobjetable de 25 años.

Se desplomó Julio Antonio, inscripto Nicanor Mac Partland. Cayó Mella, y ante el dolor y la debilidad, no dijo a Tina el adiós que quizá necesitaba. Eligió una frase de denuncia, a la vez testamento político: «Muero por la Revolución».

Ese pasaje del 10 de enero de 1929 tiene, como la vida de Mella toda, sustancia para el mito; pero limitarse a la conmoción de la anécdota sería obviar que los asesinos enviados por el dictador Machado troncharon –al decir de Fidel–, «aquel talento extraordinario, aquella vida fecunda».

Mella (de una existencia «tan breve, tan dinámica, tan combativa») representa una de esas generaciones cuyo sacrificio desembocó en el proyecto de nación germinado en 1959.

El Comandante en Jefe, en uno de sus discursos, interpelando a la figura del «extraordinario combatiente revolucionario», afirmó: «Un día dijiste que después de muertos somos útiles, porque servimos de bandera. ¡Y así ha sido! ¡Tú fuiste siempre bandera de nuestros obreros y nuestros jóvenes en las luchas revolucionarias, y hoy eres bandera alentadora, ejemplar, victoriosa e invencible de la Revolución socialista de Cuba!».

La existencia de Mella deja para el presente la certeza de que la juventud no es el futuro de un país, sino su presente; y para las filas comunistas, el ejemplo de militar creando, y de defender las ideas desde la valentía, la belleza y el ímpetu.

Sobrecoge, si con detenimiento se reflexiona, que Julio Antonio fue fundador de tres instituciones vitales para el capital ideológico de la Revolución: el primer Partido Comunista de Cuba, la casi centenaria Federación Estudiantil Universitaria, y la revista Alma Mater.

Porque si él apostó por la acción, lo hizo sobre la base del pensamiento; de nada valen en la lucha la una sin el otro. Estudiar su apasionante vida, pero también sus ideas, es clave para quienes, como él, encuentran en el comunismo el horizonte para los sueños de Cuba y del mundo.

Mella, para siempre joven, conmina a hacer de la condición revolucionaria un destino.

La persistente deformación de atacar los síntomas y no las causas

Opinión

Ernesto Estévez Rams – La pupila insomne – Foto: Radio Reloj.- Recuerdo no hace muchos años, un funcionario en cargo de dirección que se molestaba porque los estudiantes universitarios ya no le dedicaban en igual número que antes, la tesis de graduación a la Revolución.


Su solución, insinuada sin mucha sutileza, era que los tutores debían asegurarse que sus supervisados hicieran tal referencia. Si tal cosa hubiera ocurrido, y por suerte el claustro ignoró olímpicamente la sugerencia, la recuperación numérica de dedicatorias “revolucionarias” se hubiera tomado por “éxito” en el trabajo político-ideológico, el cuadro hubiera sido felicitado por ello, y nadie se hubiera detenido a pensar en el impacto enajenante y contrarevolucionario de la medida, totalmente opuesta a la labor ideológica que necesitamos.

Cada acto simbólico que se convierte en liturgia termina vaciándose de contenido, ya sea desde la mención del bloqueo como figura retórica, hasta la entrega del día de haber para la patria como reflejo automático. Todo acto revolucionario ha de ser singularidad consciente. Cada acto simbólico de la Revolución ha de ser revolucionario.

La práctica de juzgar a los jóvenes por su parecido formal a las generaciones que le preceden es una liturgia vaciadora. Claro está, hacer que sean calco de los que le antecedieron es imposible y por tanto, el resultado es un Frankestein grotesco: los enajenan de su edad y les abortan el potencial de liderazgo. Agunos que siguen ese camino alegran a los mayores, pero en el mejor de los casos son ignorados, o en el peor, detestado por sus coetáneos. Un joven que defendiendo a la Revolución no sea contestario y rebelde, no es un buen revolucionario.

Me da tristeza ver esa forma de alienación que es poner la mayor cantidad de adjetivos al lado del nombre de Fidel como si con eso lo hicieran más grande y a ellos, más revolucionarios. Fidel no necesita liturgias. Fue más explícito, pidió contra ellas como voluntad última. Los que invocan a Fidel como quien cae en trance por tocar el manto de Turin, poco favor se hacen como revolucionario. El Che los hubiera llamado guatacones. Pero ese discurso levanta sonrisas y hacen ganar palmaditas en los hombros, muchos lo hacen ingenuamente y de buena voluntad, pero no por ello menos equivocados. Ese discurso que nada tiene que ver con el de revolucionario es un discurso enajenante, pero lo aplaudimos y lo alentamos.

Es esencial despojarnos de todo lo que no funciona en un ejercicio a fondo. Desterrar esa inclinación por el facilismo que no es solo resultado del desconocimiento del problema, es, en mayor grado, resultado de una mentalidad aldeana incapaz de ver lo que trasciende y solo reducida a lo inmediato. Súmale el sentido de tribu que enfoca en lo que abarca la vista, y tiende a desechar lo que trasciende el alcance de los sentidos más inmediatos. Agrégale la presión interior por un actuar que conlleve el reconocimiento individual y de lo que se deriva de tal reconocimiento. En ese fermento nace y crece la mentalidad de feudo, donde el interés más abarcador de la nación se sacrifica en la cotidianeidad de “defender” a como de lugar, la pequeña parcela al alcance de la mano. Cuando esa mentalidad de feudo se generaliza, entonces se enquista la Revolución.

La incultura política, la superficialidad, unida a la búsqueda en la inmediatez de los resultados, son vicios enraizados que no apuntan a pensar como país. El hecho de que tal actitud sea, en no pocos casos, recompensada socialmente, en primer lugar por las propias estructuras sociales, instituciones y organizaciones, apunta a que el problema no es de individuos, es estructural. Derrotémoslo.

Nuestro sectarismo ha de ser uno solo: no permitimos espacios como caminos para regresar al capitalismo. No nos dividamos en como imaginamos la utopía poscapitalista, ni siquiera en definir un camino único, unámonos en combatir al enemigo de la humanidad.

El imperialismo no perdona, pero piensa. Disfraza desde la izquierda su propuesta de retroceso, impostando un discurso de diversidad y de cambio. Nada hay más sectario que pedir rendir las armas en nombre de la tolerancia. No hay discurso superador que parta de la ucronía, toda acción política está asentada en sus circunstancias sociales, por necesidad en el tiempo. Fidel la definía como sentido del momento histórico. Toda propuesta debe ser por tanto analizada desde las circunstancias en que se proclama. En la Cuba de ahora, el signo de toda acción política se define en términos de como se posiciona en la práctica, en la guerra entre Cuba y el imperialismo, que es decir en la guerra entre Cuba socialista y la hegemonía del capitalismo-mundo. Ellos no nos dan tregua, nosotros no la pedimos.

Nuestra mayor fortaleza política es la base socialista de nuestra democracia. Y esa democracia se defiende en la cotidianidad de nuestras vidas, desde nuestras casas, nuestros centros laborales, nuestras organizaciones. A la posverdad se le derrota con la verdad tangible de transformar nuestra realidad día a día, a fondo, buscando conquistar el cielo por asalto.

Enseñanza Especial de Cuba cumple 60 años

Cuba Sociedad

Canal Caribe.- La Enseñanza Especial de Cuba cumple hoy 60 años de creada, brindando una atención organizada, masiva y sistemática a los niños y niñas que la necesitan.


A 60 eneros de un sueño: Reconocen labor de trabajadores de la Educación Especial

Cubadebate.- La ministra de Educación de Cuba, Ena Elsa Velázquez Cobiella, destacó este martes la labor de los trabajadores de la Educación Especial en el país, en ocasión de conmemorarse el aniversario 60 de esa enseñanza.

Así publicó Velázquez Cobiella en su cuenta en Twitter: “Hoy celebramos el 60 aniversario de la Educación Especial en Cuba, una enseñanza en la que sus trabajadores, con infinito amor, sensibilidad y entrega diaria educan a niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad. Felicidades”.

Previo al triunfo revolucionario de enero de 1959, esta enseñanza apenas contaba en toda la nación con 14 instituciones. Allí eran atendidos 134 niños con disímiles necesidades especiales de atención.

La historia cambió con la Revolución en 1959, gracias a que comenzó a ofrecerse una atención organizada, masiva y sistemática a los niños con estas necesidades educativas especiales.

Hoy existen 344 escuelas de este tipo que benefician a más de 32 000 educandos y donde laboran 14 000 docentes.

Este jueves, 6 de enero, tendrá lugar el acto central por las seis décadas de la Educación Especial en Cuba, con sede en la Escuela Dora Alonso para niños con espectros de autismo, de la capitalina Ciudad Escolar Libertad.

(Con información de ACN)

Celebran aniversario 99 de la Federación Estudiantil Universitaria

Cuba Sociedad

La Habana, 20 dic (ACN) – Video: Canal Caribe / TV Cubana.- Autoridades y organizaciones políticas y de masas de Cuba congratulan hoy a la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), a propósito de cumplirse este lunes el aniversario 99 de su creación.


El Presidente Miguel Díaz-Canel felicitó en Twitter a los miembros de esa organización, que agrupa a los estudiantes universitarios cubanos, y resaltó su empuje durante el último año de enfrentamiento a la pandemia de COVID-19.

«Felicidades, muchachos. ¡Qué tiempos hermosos los de pertenecer a la Federación Estudiantil Universitaria! Celebren este 99 aniversario, lo merecen después de un año tan difícil, que pudimos vencerlo gracias, también, al empuje de ustedes», tuiteó el mandatario.

En la misma red social, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, compartió las palabras del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, cuando dijo que los jóvenes de la FEU representan a figuras como Julio Antonio Mella, José Antonio Echeverría, Fructuoso Rodríguez y Frank País.

«En la #FEU, como expresó #Fidel el #20DeDiciembre de 1990: «tenemos a los Mella, a los José Antonio, a los Fructuoso, a los Frank País, no luchando hoy por una esperanza, sino luchando por una realidad y por hacer mejor y más hermosa esa realidad»», expresó Marrero.

Asimismo, el Ministerio de Educación Superior envió felicitaciones a la Federación Estudiantil, a la que calificó como «la organización joven más antigua de Cuba», y a quienes han formado parte de sus filas.

«Hoy 20 de diciembre de 2021, la @FeuCuba cumple 99 años de fundada, antesala de su centenario. Muchas felicidades para la organización joven más antigua de #Cuba y a todos los que pasaron y forman parte de sus filas», refiere el tuit.

La primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Aylín Álvarez, señaló en la misma red social que el festejo por este cumpleaños no es exclusivo de los estudiantes universitarios, sino de todo el pueblo, pues la historia de la FEU es parte de la nación.

En otro mensaje, la dirigente expresó: «La #FEUdeCuba está de cumpleaños. Cumple 99 años la Organización de Mella una FEU que se revoluciona todos los días. Felicidades muchachos y muchachas, gracias por ser simplemente ustedes. Ya vamos camino al centenario».

También, el Partido Comunista de Cuba (PCC) saludó la fecha, con un texto en su sitio web que destaca la importancia de la FEU al dar unidad al movimiento estudiantil e insertar definitivamente a la Universidad en la lucha por devolver al pueblo sus legítimos derechos.

Comenzaba así para el estudiantado, un largo batallar en el cumplimiento de su compromiso histórico de luchar junto al pueblo por la definitiva independencia, expresa el artículo del PCC.

La FEU fue creada el 20 de diciembre de 1922 por el joven revolucionario cubano Julio Antonio Mella (1903-1929).

Enaltecen rol de la Federación Estudiantil Universitaria en la lucha contra la COVID-19

Cubadebate

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, enalteció hoy la labor de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), organización que en esta jornada conmemora el aniversario 99 de su fundación.

En su cuenta oficial en Twitter, el mandatario escribió: “Felicidades, muchachos. ¡Qué tiempos hermosos los de pertenecer a la Federación Estudiantil Universitaria! Celebren este 99 aniversario, lo merecen después de un año tan difícil, que pudimos vencerlo gracias, también, al empuje de ustedes”.

Durante el 2021, los jóvenes contribuyeron en el enfrentamiento a la pandemia de covid-19, vinculados a centros de aislamiento para la atención de pacientes confirmados con esa enfermedad y al trabajo para la mejora de las condiciones de vida en comunidades consideradas vulnerables.

De igual forma, apoyaron en labores como la producción de alimentos, y, a partir de diversas iniciativas ratificaron su rechazo a las acciones subversivas instigadas desde el exterior contra la Revolución.

Por su parte ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, señaló en su perfil oficial de Facebook que la FEU continúa hoy en la primera fila, aportando a la sociedad, fiel al legado histórico de aquellos que desde su seno crecieron como revolucionarios.

“Desde el Ministerio de Salud Pública de Cuba les decimos a los estudiantes de ciencias médicas: recuerden siempre que su principal misión es estudiar y prepararse como futuros profesionales de la salud. Las soluciones que ustedes pueden aportar son incalculables para nuestro sector. ¡Confiamos en ustedes!”, escribió el ministro.

Julio Antonio Mella (1903-1929) fundó la FEU el 20 de diciembre de 1922, para representar los intereses y hace valer los derechos de los universitarios.

Puede ingresar a la organización toda persona que curse estudios superiores en Cuba, sin distinción de sexo, raza, creencia religiosa, nacionalidad o procedencia social, que voluntariamente desee pertenecer a ella y no tenga estatus de trabajador.

También la integran los dirigentes estudiantiles activos hasta dos años después de graduados.

En ocasión de la efeméride, en esta jornada habrá un acto central en la escalinata de la Universidad de La Habana, donde se lanzará una campaña por el centenario de la FEU con tres ejes fundamentales: el trabajo político-ideológico, cultural y deportivo.

(Con información de PL y el Minsap)

No hay mejor opción que formarse comunista: Aylín Álvarez

Cuba Política

Tenemos muchas ideas inmediatas para hacer de la organización un espacio más dinámico y fresco, representativo de todos, con efectividad, afirma la primera secretaria de la Juventud Comunista, Aylín Álvarez García. Por ello les pide a sus contemporáneos que acompañen esas propuestas y aporten otras en ese debate honesto, amplio, inclusivo, al que nunca se puede renunciar.


Juventud Rebelde.- La joven que ahora conversa distendidamente combina su maternidad con las responsabilidades en la organización de vanguardia de la juventud cubana. Por ello asegura, sin vacilar, que en sus dos hijos, Diego Alejandro y Álvaro Daniel, de seis y 11 años de edad, respectivamente, encuentra la mayor inspiración de su vida y la sensibilidad que se requiere para asumir el liderazgo de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

«Son el motor más grande de mi vida; en ellos se concretan mis sueños y aspiraciones, en ellos encuentro ese impulso para seguir haciendo, en ellos veo esa Cuba que quiero construir, mejorar, ayudar a ser parte de ella. Quiero también que mis hijos lo sean; en ellos veo la expresión más clara de la grandeza de la Revolución», dice Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la organización juvenil.

Así, escudriñando en su familia, allí donde están casi todas las claves de quiénes somos, comienza nuestro diálogo con una muchacha en cuya historia personal se descubren ejemplos de superación constante, sacrificios inimaginables y el apoyo de los seres queridos; una joven con el típico paso de quien está acostumbrada a trabajar duro.

¿Cómo combinar la familia y el deber social en tiempos tan complejos hasta para la cotidianidad de un hogar?, le pregunto mientras nos cuenta parte de su formación como líder juvenil, esa que transcurrió en el municipio artemiseño de Caimito, un lugar del cual asegura guardar los recuerdos más entrañables, «esa etapa de la vida donde se inicia todo y un universo de personas, especialmente jóvenes, muy trabajadoras, solidarias y con gran apego a la tierra y a sus frutos».

Afirma que combinar la maternidad con un encargo político o social es de los privilegios más grandes que tiene una cubana; sin embargo, no puede negar que hacerlo es difícil. «Por suerte, tengo algo que es una fortaleza, el apoyo familiar, los abuelos paternos de mi niños, porque mi familia no es de La Habana. Sin ese sostén no hubiera podido hacer ni la mitad de las cosas.

«Por eso nunca me he sentido ausente de sus vidas y aunque entrañe sacrificios mayores estaré acompañándolos. La familia es vital, sin su unidad y fortaleza la sociedad se resquebraja, por eso los que dirigimos tenemos que otorgarle tanto valor a ella como a las otras misiones».

Fue, precisamente, en el entorno familiar donde descubrió esta instructora de arte los motivos para ingresar a la UJC siendo una adolescente. «Cuando me hicieron el proceso especial de crecimiento estudiaba 9no. grado», afirma Aylín. Entonces indago cómo veía una muchacha de esa edad la política y una organización de esa naturaleza.

«No soy una excepción, así que puedo decirte que los adolescentes tienen otra visión de la política y de los entramados organizativos o funcionales de las instituciones de cualquier tipo. Apreciaba a la UJC con respeto, me parecía que aquellos jóvenes que la integraban o la conducían eran en verdad los de mejores resultados en mi centro de estudio y eso motivaba a sumarse. Hoy creo que fue una buena decisión», apunta.

Los líderes juveniles no somos robots

En una Cuba donde hacer política es cada vez más complejo tiene lugar nuestro encuentro con Aylín, quien como los niños, adolescentes y jóvenes que representa, convencida de que «debemos alejarnos de todo formalismo», nos pide abandonar el espacio de su oficina y sentarnos a conversar justo en el malecón habanero, un sitio simbólico y querido por los más nuevos.

«Mi militancia verdadera comenzó al llegar a la Escuela de Instructores de Arte 13 de Marzo, en San Antonio de los Baños. Al poco tiempo fui secretaria de mi comité de base, que pertenecía a la especialidad de Dirección Coral. Después, en el 2005, sin dejar a un lado las tareas como militante, asumí como presidenta provincial de la Brigada José Martí de la entonces provincia La Habana».

«Fue cuando llegó mi primer hijo. A mi regreso de la licencia de maternidad empecé mi vida como cuadro profesional de la UJC», recuerda la Primera Secretaria, quien en los últimos 11 años fue asumiendo progresivamente responsabilidades en la organización, desde el nivel de municipio a la instancia provincial, hasta que en 2019 llegó al Buró Nacional de la vanguardia política juvenil.

—Al hablar de política y de liderazgo político se menciona mucho la palabra sensibilidad. ¿Crees que tu formación como instructora de arte te dota, de alguna manera, para esta responsabilidad?

—No podría hablar hoy de mi formación política si no menciono lo que aprendí en mis años de formación y lo que pude aplicar cuando salí a trabajar en una escuela especial, en una secundaria básica, en el municipio… Todo líder tiene que ser esencialmente humano y tiene que desprenderse de muchos estereotipos que durante años nos han acompañado.

«Los líderes juveniles no somos robots. Somos personas comunes que tenemos los mismos problemas de los demás: tenemos familia, nos duelen cosas, nos enamoramos, nos gusta bailar…. Y ahí también esta esa sensibilidad que no podemos perder. Asumir un cargo requiere mucha responsabilidad y entrega ya no solo por uno sino por muchos».

—A veces se cree que quienes dirigen determinadas organizaciones se distancian de los intereses y gustos del común de la gente. ¿Sientes que los cargos políticos te apartaron de los gustos o intereses de tu generación?

—Bueno, esa creencia de la que hablas no funciona mucho para la UJC, aunque tampoco creo que sea así de categórica para los dirigentes en general, sin negar que puedan existir algunos que terminan fracasando. Hago la diferencia en la UJC porque nuestros cuadros están muy cerca de los jóvenes, sin ventajas materiales, comodidades especiales o prebendas.

«En mi caso es similar, me he sentido como uno más de esta generación, con carencias, preocupaciones, falta de cosas materiales que todos consideramos urgentes y llegando a casa cada día para enfrentar las tensiones propias de estos tiempos, pero con la ventaja de comprender mejor dónde están los problemas y que más podemos hacer para resolverlos.

«Siempre he sido una joven común, de las que les gusta sentarse en el parque, en el piso, de las que les gusta salir y compartir con los amigos, encontrarse con quienes no ve hace tiempo y hablar con ellos de cualquier tema, de las que les gusta hacer las cosas propias de su generación. Ahí está la clave para sentirnos útiles».

—Hay muchas preocupaciones con respecto a los jóvenes, sus proyectos de vida y la posibilidad o no de conquistarlos en Cuba. ¿Cuánto de lo que impulsa ahora mismo la UJC favorece la conquista de esos sueños en nuestra tierra?

—La Revolución siempre ha perseguido el objetivo de que los proyectos de vida de los cubanos encuentren aquí su modo de realización; de hecho, son millones los que lo han desarrollado, sobran las muestras de talentos forjados y consagrados aquí adentro, en todos los sectores. Es válido aclarar que pocos países del Tercer Mundo, incluso sin bloqueo ni bajo hostilidad extrema como es nuestro caso, han podido garantizar a sus jóvenes el desarrollo personal y profesional a los niveles logrados por Cuba.

«No podemos olvidar que aquí funciona una paradoja cruel: el bloqueo hace todo lo posible por impedirles a nuestros jóvenes el pleno acceso a las tecnologías, instrumentales, bibliografía especializada, les limita sus horizontes y luego viene la propaganda, la manipulación con fines políticos y les insta a la decepción y a buscar todo eso en otras latitudes, siempre y cuando sus frutos se recojan allá y no aquí.

«Sin embargo, seguimos apostando por un proyecto de vida nacional y la UJC trabaja en esto, tiene el propósito de hacer más cosas con los ministerios, con las instituciones y organismos, para buscar oportunidades y respaldar el talento de cualquier joven que aspira a aportar. Queremos, y ya damos pasos en eso, acercarnos más a los trabajadores por cuenta propia. Estar atentos a las posibilidades para el desarrollo de jóvenes en las Mipymes y ser más activos en las ofertas de empleos, por ejemplo.

«La organización debe liderar los procesos de las nuevas generaciones sin ceder espacios de movilización, de actividad juvenil y debe abrir otros para dar tratamiento a cada inquietud de los jóvenes de manera variada, novedosa y motivadora. Se trata de ganar protagonismo real, para hablar con todos, buscar consensos y transmitir esencias.

«Alcanzar estas metas supone transformar el funcionamiento del comité de base y que este sea en verdad un espacio diferente, conducido por jóvenes de vanguardia y con capacidad real de liderazgo y movilización. Necesitamos una militancia activa, participativa, que aporte a los procesos de la organización y sea identificada por todos como paradigmas del colectivo».

—La COVID-19 nos puso a prueba a todos, desde lo individual hasta lo colectivo; ha sido una gran batalla por la salud y la vida, donde los jóvenes se han crecido…

—Ya hace más de un año que estamos enfrascados en esta dura batalla contra la pandemia y antes estuvimos en las acciones por la contingencia energética o la solución de los desastres que dejó el tornado que azotó la capital. En verdad, la respuesta ante la pandemia ha sido extraordinaria, te puedo decir que ya sobrepasan los 119 000 los estudiantes y jóvenes que se sumaron a labores sociales y productivas.«Nuestros muchachos y muchachas, militantes y no, están aportando en 17 tareas vitales para el país. Si tú vas hoy por Cuba te los podrás encontrar en el surco, en las construcciones, fiscalizando precios, apoyando en el transporte, donando sangre, respaldando la entrega de módulos alimentarios.

«Es imposible no verlos, sentimos un profundo orgullo de una juventud como esta. Precisamente, en un encuentro en julio pasado, nuestro Presidente aseguró que los jóvenes habían encontrado su Moncada y ello constituye el más alto reconocimiento que han recibido. Cada joven lo ha sentido así».

—Entre quienes se manifestaron el 11 de julio un número significativo eran jóvenes, algunos incluso entre los más violentos. ¿Qué le provocó esas imágenes?

—Dolor, insatisfacción y urgencia de respuestas, porque la conducta de cada joven, sea de donde sea, es también una responsabilidad de la UJC, que tiene el encargo constitucional de representar los intereses de todos los niños, adolescentes y jóvenes cubanos, militantes o no.

«Tengo la convicción, y no es solo un criterio mío, de que aquellos que se manifestaron de forma violenta o que maniobraron para mover sentimientos e insatisfacciones en dirección a intereses desestabilizadores, no son el reflejo de la mayoría de nuestros jóvenes.

«No estamos ajenos a lo que pasó el día 11 en circunstancias muy complejas para el país, una gran parte de ellas provocadas por el endurecimiento del bloqueo y el desgaste de la economía asediada por más de 240 medidas de cerco y las secuelas de la COVID-19.

«Hay otros factores que obedecen a problemas subjetivos y situaciones sociales acumuladas que no siempre se han podido atender de la mejor manera. Sin embargo, esos problemas no salieron a la luz por los sucesos de ese día, pues ya venían siendo analizados y abordados desde antes, incluso con acciones políticas diseñadas y expuestas en el 8vo. Congreso del Partido.

«Hay muchos desafíos y no dudamos en enfrentarlos. La dirección del país está mostrando el camino, que es el diálogo sincero, escuchar a todos con respeto, pero sin ceder un milímetro en nuestra soberanía. Sin perder de vista el plan mayor que está detrás de la manipulación y los intentos desestabilizadores, un plan que tiene en los jóvenes su objetivo. Mover sus lógicas preocupaciones, aprovechar sus carencias y estados de ánimo para convertirlos en carne de cañón es el desafío de ellos; no permitirlo es el de nosotros y no dudaremos en asumirlo».

—Como dijo en el 8vo. Congreso del Partido su Primer Secretario «es preciso hablar y compartir realizaciones con nuestros jóvenes como las más importantes personas que son; distinguirlos como gestores de las transformaciones en marcha»…

—La masa juvenil es muy heterogénea y tenemos el deber, a partir de su diversidad, de educarlos en torno al fomento de valores, el amor a la Patria y al trabajo, la decencia, la prevención y el combate contra las indisciplinas sociales y conductas nocivas.

«Es vital ejercer influencia a partir de la participación y la inclusión sin menospreciar a los que manifiestan opiniones diferentes o se vinculan laboralmente en el sector no estatal. La UJC, tal como el Partido, es única y ese carácter no admite que el trabajo no sea amplio o que propicie discriminaciones de ningún tipo.

«Resulta imprescindible mantener un diálogo activo, intercambiar sobre las realizaciones de los jóvenes, empoderarlos y distinguirlos como gestores de las principales transformaciones, sumarlos con su natural entusiasmo».

—Los que promueven una dura campaña de odio contra la Revolución Cubana, nuestro pueblo y sus jóvenes, no paran de satanizar al comunismo, a los comunistas y sus organizaciones representativas. ¿Qué les responderías sobre lo que es ser joven comunista en la Cuba actual? ¿Cómo favorecer el socialismo como ideal humano?

—Hay una cosa muy interesante en eso que dices, es la campaña para culpar al comunismo o al socialismo de todos los males y desgracias de la humanidad, es como si la pobreza o el hambre fueran un asunto de comunistas. Pero si vas y miras en el mapa del mundo podrás contar con los dedos de la mano los países del sistema socialista, comunista y, entonces, ¿de quién es culpa la brutal desigualdad, el odio, el racismo, la violencia, el desempleo y otros males que pululan en el resto del planeta? Entonces, ser joven comunista es comprender que el culpable real de los males del mundo es el capitalismo y contra ese sistema absurdo y destructivo se puede luchar mejor con las ideas marxistas, con las ideas comunistas.

«Primero que todo habría que dejar claro qué tipo de socialismo queremos y defendemos, que no es un socialismo de carencias o insatisfacciones, pero a ese otro llegaremos si no perdemos el que tenemos hoy, asediado, imperfecto, sometido a las más brutales presiones que buscan justamente el cansancio y la renuncia, sembrar la convicción de que no funciona y regresarnos al capitalismo que no resolvió los problemas de Cuba en seis décadas y que fue barrido por una Revolución popular».

—Durante los debates de la nueva Constitución de la República estuvo la dicotomía de poner la aspiración de llegar al comunismo o quitar esta palabra. ¿Qué pensaban ustedes cuando escuchaban esa discusión?

—Quitar la palabra solo significaría una concesión a los que la han demonizado y le temen, porque saben que ella es mucho más grande que sus letras. Ser de ideas comunistas es una actitud ante la vida, es irse al lado de los que buscan la justicia y aborrecen la desigualdad. Podría ser otra palabra, aunque si queremos que nuestros niños,  adolescentes y jóvenes sean solidarios y patriotas dignos no encontramos mejor opción que formarlos como comunistas. No se le puede temer a esa palabra y no vamos a renunciar a ella.

—Hace unos días fue presentada la convocatoria para celebrar los 60 años de existencia de la UJC, ¿cuánto hay que cambiar en el liderazgo juvenil para seguir encabezando los sueños y aspiraciones de su generación?

—Vamos por buen camino hacia el cumpleaños 60 de nuestra organización. Si tomamos en cuenta que en estos meses intensos de pandemia, de recrudecimiento del bloqueo, de agresiones, de amenazas, de aporte social y económico y, sobre todo, de los triunfos que ha tenido la Revolución, se ha contado con el papel protagónico de los jóvenes.

«Eso constituye un orgullo para nuestra organización. Ver cómo sus jóvenes se crecen todos los días, cómo la mayoría de las personas, en la calle, borran de su mente esa frase de que la juventud está perdida. Podemos decir, con modestia, que hoy la juventud está más presente que nunca, siempre acompañando su Revolución, desde cada puesto y lo que le toca hacer.

«Sin embargo, en estas seis décadas de historia como vanguardia hemos tenido que reinventarnos para estar más cerca de los jóvenes militantes y de todos los que representamos como UJC, y porque el momento que están viviendo las nuevas generaciones es trascendental no solo para ellas, sino también para el futuro del país, algo que debemos tener bien claro.

«En nuestra existencia está claro el objetivo de ser una organización más cercana, fresca, útil, que llegue a todos los jóvenes como tenemos que hacer por mandato constitucional, y ser tan heterogénea y diversa como las juventudes que existen en el país. Entender eso desde la organización es también un reto al que nos enfrentamos y tratamos de que quienes dirigen transmitan con hondura y argumentos, sobre todo, lo que nos falta por hacer.

«Conducir una organización de tanta historia entraña un compromiso enorme, pero la mayor fortaleza es que no asumo esa tarea en solitario. Hoy el liderazgo es colectivo. Como Buró Nacional actuamos de conjunto y concertamos las propuestas. Ese es, a nuestro juicio, el método de liderazgo que el momento exige, la dirección colectiva.

«Contar con la presencia física de la Generación histórica, de esa confianza que siempre ha depositado en su juventud, es algo que la organización tiene la responsabilidad de transmitir a cada niño, adolescente y joven, sobre todo a esa generación que no ha podido vivir las hazañas, la entrega y el esfuerzo de muchos de nuestros eternos rebeldes.

«La organización tiene que seguir hablando de su historia, de cuánto costó tener lo que tenemos y disfrutar de derechos como la educación, la salud, la cultura, el deporte… que hoy son una utopía para otros en el planeta, y nosotros, además, los hemos mantenido en medio de tantas complejidades, en medio de guerras de cuarta y quinta generación.

«La UJC de hoy es ya una continuidad muy fuerte, porque sus miles de militantes son revolucionarios de ahora y darán paso a revolucionarios del futuro que ahora andan por las organizaciones estudiantiles».

—Entonces, ¿qué le dirías a aquellos que no confían en la UJC como una organización de vanguardia?

—Les pediría que confíen, que no lo hagan ciegamente, que no es necesario confiar porque se lo pidamos, sino porque ellos mismos observen lo que están haciendo ahora mismo miles y miles de jóvenes comunistas y otros que no lo son y están siendo movilizados por la UJC o se están sumando espontáneamente a nuestras actividades.

«Les diría que tenemos muchas ideas inmediatas para hacer de la organización un espacio más dinámico y fresco, representativo de todos, con efectividad. Les pediría, sobre todo, que nos acompañen en esas ideas y que nos aporten otras. Vamos con todo a participar, a crear, a construir. La Juventud va a seguir viviendo y renaciendo en lo que hace todos los días. Cuba vive hoy más que nunca y, por supuesto, vive en sus jóvenes».