por Nazanín Armanian *
Los camiones de caridad de la USAID destinados a Venezuela siguen estacionados en la frontera con Colombia mientras Donald Trump, el hombre que personifica la solidaridad, amenaza al país suramericano con un ataque militar: quiere que miles de venezolanos que morirán por el impacto de bombas y balas lo hagan con el estómago lleno de galletas que no pudo vender en el mercado de los países desarrollados, quizás por utilizar semillas modificadas o porque estaban a punto de caducarse. Sigue leyendo
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