Por: BBC

Los analistas dicen que una situación en la que el candidato perdedor de la elección presidencial se niega a aceptar el resultado puede llevar a «la posibilidad de desorden civil serio».
En 244 años de historia de Estados Unidos, nunca ha habido un presidente que se rehúse a abandonar la Casa Blanca después de haber perdido una elección.
La transferencia ordenada, legal y pacífica del poder es uno de los sellos definitorios de la democracia estadounidense.
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