Cambios en Cuba
Recuerdo los epitafios escritos por adelantado hace 30 años. Mientras se desmoronaba la URSS, los sabios de la tribu vaticinaban que Cuba no resistiría sin el oro de Moscú ni podría soportar la entropía del “socialismo real” con el añadido de las presiones estadounidenses. “Con la pala en alto, los enterradores esperan”, escribió en 1992 el uruguayo Eduardo Galeano.
Se aseguraba que, como toda revolución suele comenzar y terminar a cañonazos, lo mejor que le podía ocurrir a la cubana era que Fidel Castro se rindiera por adelantado para economizar muertos. El diario El País, de España, conminaba a La Moncloa a ayudar al hipotético gobierno de La Habana que sobrevendría, “para su integración en la comunidad occidental, a la que Cuba pertenece por historia y por derecho propio; tratando con ello de paliar las consecuencias de una transición agitada y evitando los tonos violentos de odios y venganzas que pudieran producirse”.
Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.