Por Arthur González.
Ciertos economistas que proponen fórmulas en la revista Cuba Posible para cambiar la situación que hoy presenta Cuba, como la de “estructurar una estrategia para sentar las bases que exorcicen los actuales escenarios de la Isla; reconstruir la relación bilateral con Estados Unidos; facilitar la rearticulación del consenso político interno, y una reconstrucción de la arquitectura institucional del país”, deberían primeramente mirar la realidad mundial. Sigue leyendo
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