Por Ángel Guerra
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, está ofreciendo sus servicios a Estados Unidos para agredir a Cuba, a Venezuela y a todo lo que huela a progresista en nuestra América. Las calumniosas y sistemáticas declaraciones contra la presencia de los médicos cubanos en ese país, programa al que se opuso vehementemente desde que fue propuesto por la depuesta presidenta Dilma Rousseff, responden a esa condición servil y rabiosamente reaccionaria, decidida a convertir al gigante suramericano en un belicoso peón de la política imperialista de Estados Unidos en la región. Sigue leyendo
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