
Este miércoles primero de noviembre, la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde 1960, marcará la primera derrota de la diplomacia de guerra de Washington bajo la administración de Donald Trump.
Después de los modestos pasos dados por Barack Obama, la obcecación y tozudez de Trump y su troika de generales (James Perro loco Mattis, secretario de Defensa; H. R. McMaster, consejero de Seguridad Nacional, y John Kelly, jefe de gabinete) les impiden ver que están llevando las relaciones bilaterales a un terreno donde las autoridades de la isla están acostumbradas a lidiar y son más fuertes: el enfrentamiento, con base en las normas del derecho internacional; amén de que ello es un factor de unidad interna, que lejos de debilitar al gobierno cubano, le permite aumentar su respaldo dentro y fuera del país.
Como ha repetido una y otra vez la cancillería cubana a distintos mandatarios estadunidenses, cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos desestabilizadores más sutiles o encubiertos, estará condenada al fracaso. Sigue leyendo →
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