Alejada totalmente de los principios de la fe cristiana, Rosa María Payá Acevedo, peca cotidianamente al mentir y llamar a la violencia interna en Cuba, siguiendo los dictados de quienes le pagan.
Ante los fracasos sufridos acordó con algunos diplomáticos estadounidenses acreditados en La Habana, iniciar una campaña para responsabilizar al gobierno cubano de la muerte de su padre, a cambio de un visado del programa de refugiados políticos, para ella, su madre y dos hermanos. Sigue leyendo
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