¿Solo existe preocupación por los presos en Cuba?

Por Arthur González

Imagen de Razones de Cuba

Se conoce que la manipulación mediática contra Cuba es total y abarca todos los ámbitos de la sociedad. Es el método empleado por el régimen de Estados Unidos para satanizar a la Revolución, porque no soportan que exista un país con un sistema socialista a solo 90 millas de sus costas.

Por esa razón, esgrimen el miedo al comunismo basado en campañas de que “ese sistema es un fracaso”, como hacen desde 1947 bajo la doctrina Truman, utilizada maquiavélicamente por el senador Joseph R. McCarthy, quien desató una cacería de brujas dentro de los Estados Unidos, para perseguir y condenar a miles de ciudadanos acusados de ser comunistas, con el propósito de que nadie tuviera ideas afines con el socialismo.

Lo mismo concibieron contra la Revolución cubana y lo confirman los planes de la CIA aprobados desde abril de 1959.

El tema de los presos en Cuba es desarrollado por los yanquis como un método para acusar a la Revolución, cuestionando las razones para condenar a quienes actúan a favor de Estados Unidos, en su intento sostenido de desestabilizar el orden interno, con el objetivo de derrotar el proceso revolucionario.

Así sucedió con los juicios celebrados a los asesinos, torturadores y esbirros del dictador Fulgencio Batista; con los agentes de la CIA que cometieron actos terroristas, asesinatos y otros crímenes; con los miembros de los grupúsculos contrarrevolucionarios creados y financiados por Estados Unidos; hasta los más recientes detenidos por los actos de violencia ejecutados contra centros comerciales, agentes y medios de la policía, durante los disturbios del 11 de julio 2021, estimulados por los yanquis a través de las redes sociales.

El denominador común empleado por Estados Unidos ha sido condenar las sanciones impuestas por los tribunales revolucionarios y exigir la liberación de los comisores de esos delitos, algo que no piden para los presos en sus cárceles, latinoamericanas o europeas.

A tal punto llega la tergiversación que hacen contra Cuba, respaldada por amplias campañas de prensa, que lograron que el Vaticano solicitara a través del cardenal Beniamino Stella, enviado especial del Papa, la amnistía para los presos en la Isla calificados por los yanquis de “políticos”, pedido que mucho agradó a la contrarrevolución y sus patrocinadores en Estados Unidos.

Sin embargo, resulta llamativo que esta “preocupación” por los presos en Cuba, a la que se suman diplomáticos de la Unión Europea, no se manifieste ante la terrible situación que sufren los presos en las cárceles de Ecuador y los detenidos injustamente en Perú, por protestar pacíficamente ante el golpe de Estado respaldado por la embajada de Estados Unidos en Lima.

Para los presos y detenidos en países afines a Washington, nunca hay preocupaciones ni súplicas, entre ellos Julián Assange, quien, por practicar un periodismo de denuncia ante los crímenes cometidos por los yanquis, sin haber sido juzgado está recluido en una cárcel de máxima seguridad en el Reino Unido y no es calificado como preso político, situación que corrobora la falsedad de la “preocupación” por Cuba y sí una posición politizada con fines mediáticos.

¿Por qué no existen solicitudes de clemencia y amnistía para los casi 3 mil menores de edad que cumplen condenas de cadena perpetua y morirán en prisiones estadounidenses, sin esperanzas de obtener la libertad condicional?

En ese país convertido en el “juez supremo” del mundo, hay 2,500 reclusos que cumplen cadena perpetua, sancionados cuando aún eran niños, sumandos a 10 mil menores internados en prisiones para adultos y sometidos a todo tipo de agresiones, sin que los “preocupados” países de la Unión Europea, ONG dedicadas a velar por los derechos humanos en Cuba y otros países afines a Estados Unidos, condenen tal situación.

No hay preocupaciones porque los yanquis consideren que un niño entre 10 y 14 años, pueda ser juzgado como adulto y enviado a centros penitenciarios junto con mayores, pero cuando Cuba juzgó a menores con 16 años, los gritos se escucharon en todo el mundo, hurgaron en qué lugares eran internados y el trato que recibían, a pesar de que la Isla posee un sistema diferenciado para los menores que cometen delitos y cuenta con personal profesional para trabajar en los planes de reeducación.

Hasta el año 2005 en Estados Unidos se ejecutaba a los niños y se calcula que desde inicios del siglo XX hasta el 2005, se le aplicó la pena de muerte a 365 niños, de ellos 22 con posterioridad a 1985, sin que se conformaran campañas internacionales para exigir una amnistía.

Un estudio de la organización Equal Justice Initiative, afirma que “los niños encarcelados en Estados Unidos caen en situaciones desesperadas, conduciéndolos a un punto en el cual no pueden manejar sus emociones y los retos de la adolescencia, encuentran respuesta en la violencia y agresividad”.

Al menos en 14 estados se trata a toda su población penal como si fueran mayores de edad, lo que implica que muchos niños sean violados y maltratados por los presos adultos, pero esto parece no preocupar a los que ahora lo hacen con Cuba.

Pero no solo Estados Unidos condena a niños, hay 72 países en el mundo donde los menores pueden recibir esa pena, entre ellos 49 de los 53 Estados de la Mancomunidad Británica de Naciones, según un estudio de 2015 de la Red Internacional de los Derechos de los Niños, a pesar de estar vigentes varios tratados internacionales que prohíben la imposición de esas condenas, entre ellos el artículo 37 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño de 1989, ratificada por todos los países salvo Estados Unidos y Somalia.

Solo en el año 2019, más de 696 mil niños y adolescentes, fueron encarcelados y de esos, 653 solo en una sola noche de ese año, los que fueron internados en prisiones de adultos, pero Estados Unidos no recibe sanciones de la comunidad internacional, del Parlamento Europeo o la OEA, ni se aprueban resoluciones que muestren la preocupación ante tantas violaciones a los derechos de niñas y niños.

Un ejemplo de la crueldad del régimen estadounidense fue la ejecución en la silla eléctrica del niño George Stinney, de 14 años, el 10 de junio de 1944 y que 70 años después, las autoridades judiciales admitieron que se le habían violado sus derechos porque realmente era inocente.

¿Dónde está la preocupación y exigencias de amnistía para los presos de Ecuador, hacinados y masacrados en cárceles de ese país?

Entre el año 2020 y el 2021, fueron asesinados más de 400 reclusos en cárceles ecuatorianas, por diferentes riñas entre bandas rivales que se disputan el control de las prisiones, pero no hay condenas al gobierno ni enviados especiales, porque es un aliado incondicional de los yanquis.

Cuba, que no tiene situaciones similares, recibe constantemente presiones y “preocupaciones”. La razón es sencilla, es un país socialista que no se somete a las órdenes yanquis.

Pero como expresó José Martí:

“Alzar la frente es mucho mejor que bajarla”.

Dónde dije digo… Cibercuba dijo Diego

Contra Cuba Manipulación Mediática

Giusette León García – CubaSí.- «Acabo de descubrir que los de Cibercuba leen la prensa provincial», me comentó en tono de broma una colega, pues resulta que ese medio «desmontó» su entrevista a un reconocido músico cubano: sacó de contexto por aquí, cambió palabras por allá y acabó construyendo la historia que el artista no contó, pero que a ellos les hubiera gustado leer o, para ser más exacta, la que cobran por escribir.


Pero luego de darle la bienvenida al mundo de la manipulación mediática, tuve que robarle las ilusiones a mi colega: estoy casi segura de que no siguen tu periódico en particular o la prensa provincial en general, si así fuera, se harían eco de otras muchas noticias o temas que, lamentablemente, no entran en su agenda, ellos siguen a cualquier persona, natural o jurídica, que alguna vez haya tomado partido a favor de la Revolución Cubana, tienen la misión de desacreditarlos y les pagan muy bien por ello.

No siempre se trata de que digan mentiras, es frecuente que se les haga imposible porque las verdades suelen ser demasiado grandes, pero si no pueden obviarlas, ellos encuentran cómo apretarlas en el molde de su conveniencia y escriben titulares como este sobre un video que realizó y estrenó el Ministerio de Cultura, o sea, técnicamente sí, el Gobierno Cubano, al menos así les suena mejor a ellos y les resulta más funcional a la idea de presentar a ciertos artistas como una suerte de «agentes» de la «dictadura».

Algunos ni siquiera han mostrado jamás otra posición que el patriotismo, el civismo o el amor y el respeto al arte hecho en Cuba, otros se han atrevido a más, han manifestado «horrores» como «desbloquéame», «la fuerza de un país» o  «en casa me siento como en casa», pero lo llevamos claro, la libertad de expresión solo aplica cuando va por el carril (de la Helms Burton).

Y quien dice Cibercuba, dice una lista creciente de profesionales del libelo más burdo, donde todo vale para denigrar a personalidades e instituciones de este país.

Les sirven los más respetables intelectuales, muy talentos creadores o mujeres y hombres que han escogido vivir en Cuba y hacer su trabajo desde diferentes sectores, pero claro que los primeros, por famosos ganan más like y los like, ya se sabe, son las medallas de esta guerra.

Eso es, una guerra. De cuarta generación, como aquella de la que nos alertó Martí hace siglos: a pensamiento y no a balas, pero en la era de Internet donde, a veces, vamos de la información a la desinformación sin pasos intermedios.

Es la batalla de ideas, Fidel lo supo el primero, como siempre. Una batalla donde cada palabra puede ser un proyectil y también un Boomerang, pero el silencio es la mayor derrota.

Hay que decir y hacer entonces, cada quien dónde y cómo le toca, sin permitir que el fuego abierto nos distraiga de nuestras prioridades, pero sin que la ingenuidad nos deje indefensos, con la guardia baja, tan entretenidos con los «likes» y los «fallowers», que perdamos de vista quienes somos, a dónde vamos y cuál es nuestra verdad.

El video que no le gusta a Cibercuba

Polis digital

Opinión Contra Cuba Manipulación Mediática

Michel E Torres Corona – Cubadebate.- La tecnología, como toda obra humana, tiene un lado luminoso y un reverso oscuro. De la misma forma en la que dividir átomos puede suministrar la energía que necesita la humanidad entera, una reacción en cadena a nivel atómico también puede detonar la fuerza cósmica de una estrella moribunda y provocar un genocidio, como en Hiroshima y Nagasaki.


Las muchas tecnologías del poder siempre presentan esa dualidad: crear o destruir, fundar o deshacer.  Ese ejercicio del poder, que es tan antiguo como la sociedad misma, hoy adquiere otra dimensión en el ámbito virtual. En esa extensión digital de nuestra existencia, la tecnología sirve como vía para la intercomunicación instantánea entre cualquier persona desde cualquier parte del mundo, pero también se puede usar como arma para la desinformación. Deep fakes y granjas de bots son algunas de las joyas del nuevo arsenal para esa lucha perenne por la mente y el corazón de las mayorías.

Las redes digitales, que tanto bien nos pueden hacer, son especialmente susceptibles de ser manipuladas y, por ende, de servir para manipularnos a nosotros. Al habitual talento de algunos para el engaño se suman ahora las ilimitadas potencialidades de nuevas herramientas. No se trata de que las redes digitales hayan sido la génesis de la tergiversación y la mentira, sino de que aportan novedosas formas de saltar por encima de nuestra inteligencia.

Esto, por supuesto, no puede servirnos de excusa para satanizar la tecnología. Cualquier herramienta, en las manos equivocadas, puede servir como arma para causar daño, ya sea material o moral. El quid está en la mano que sostiene la herramienta, en la ética de su usuario, y en la forma en la que nos organicemos como comunidad para establecer reglas y expectativas conductuales.

Asumir de manera crítica el discurso que se articule en las redes digitales, cuestionarse y contrastar fuentes, es entender que estas plataformas de comunicación no son el Edén de la libertad, sino productos de empresas transnacionales. Pueden ser lo mismo un arma que un teatro de operaciones, aunque se revistan a veces con un ingenuo carácter lúdico.

Basta asomarse a la página en Facebook de la CIA (sí, leyó bien, la CIA tiene página oficial en Facebook) para comprender la importancia que nuestros enemigos le otorgan a este medio. La Agencia Central de Inteligencia estadounidense hasta tiene un podcast, muy bien hecho, dicho sea de paso, para discutir plácidamente sobre lo hermoso que es el trabajo de espionaje y de cómo ser un héroe hollywoodense es algo al alcance de cualquiera. «Tú también puedes ser Jason Bourne, pequeño Timmy».

Claro que la Agencia no solo usa las redes para eso. Ni el resto de la comunidad de inteligencia yanqui, para ser justos, que Snowden no está asilado en Rusia por gusto. Es muy común el sistemático empleo de cuentas automatizadas en Twitter para la influencia en elecciones extranjeras, el monitoreo de conflictos armados y hasta la instigación a acciones de desestabilización, como las que vivió nuestro país durante el auge de la infame etiqueta SOSCuba.

La respuesta para todas estas nuevas dinámicas de manipulación y engaño es muy simple, puesto que su complejidad radica en cómo llevarla a vías de hecho: la premisa es tener una opinión informada.

Un ciudadano que no quiera convertirse en víctima de bulos y elaboradas farsas con retoques digitales debe desarrollar una particular suspicacia, que lo obligue a verificar cualquier información, a descreer de inicio ante cualquier campaña, cualquier discurso en las redes digitales o en los medios. Dudar de todo, ese omnibus dubitandum preferido por Marx, como método y no como fin en sí mismo (lo cual sería cínico).

Cuestionarnos lo que vemos, leemos o escuchamos, contrastar fuentes, pensar por cabeza propia y estar alerta ante cualquier mecanismo de manipulación, sea burdo o sofisticado, es la única forma en la que podemos ir acercándonos a las certezas que nos deben guiar siempre como individuos y como sociedad. Contra la cultura, contra el conocimiento, contra la preocupación por la ciencia y la técnica, nuestros enemigos se muestran con bastante frecuencia como engañados o decepcionados. Y ya eso es una forma de ganarles, incluso, en su propio terreno.

(Tomado de Granma)

La senda Walesa

A fines del siglo XX, el polaco Lech Walesa y el sindicato Solidaridad fueron factores bastante influyentes en el giro histórico de su país. Al colapsar el campo socialista y con las primeras elecciones de la “Polonia libre”, Walesa se convirtió en presidente y llevó a su nación a la ruina, aplicando recetas neoliberales. Años después, nuestros enemigos intentan colocarnos en esa misma senda, con mayor o menor disimulo. De ello y de algunas otras cosas hablamos en esta emisión. No te la pierdas.

Coherencia e incoherencia: Con Filo

Con Filo.- Para los revolucionarios, la falta de coherencia es un pecado capital. El oportunismo y el doble estándar son manifestaciones incompatibles con los ideales que debemos defender. Pero para nuestros enemigos, la incoherencia es un signo habitual: los que alguna vez vivieron en #Cuba, ahora solo saben hablar de sus paisajes más grises; los que tuvieron mil tribunas para decir lo que pensaban ahora claman por libertad de expresión a prudente distancia; los que comulgaron o pretendieron comulgar con nuestros principios se tornan en furibundos opositores. De esos cambiacasacas y sus muchos discursos estaremos hablando hoy en #ConFilo.

Contra Cuba la guerra mediática es total

Por Arthur González

Imagen de Razones de Cuba

La guerra psicológica desplegada contra Cuba por el gobierno de Estados Unidos se inició en 1959 y lejos de decaer en el tiempo se incrementó con la aparición de Internet, para fomentar una corriente ideológica dentro de la Isla contraria al socialismo. Por esa razón, la guerra económica, comercial y financiera se recrudece a pesar del rechazo mundial.

El objetivo expuesto en sus múltiples documentos desclasificados, es lograr que el pueblo culpe de sus escaseces al sistema socialista, se desencante y desaliente, al no percibir mejorías económicas.

Un documento de la CIA, desclasificado y publicado en junio de 2001, referente al análisis de la situación cubana en los inicios de los años 90 del siglo XX, refleja los propósitos que se proponen los yanquis con el mantenimiento de esa cruel y despiadada guerra económica, que tal parecen escritos en el 2022, pues en aquel documento sus analistas decían:

EXISTE UNA OPORTUNIDAD MEJOR QUE NUNCA, PARA QUE EL GOBIERNO DE FIDEL CASTRO CAIGA DENTRO LOS PRÓXIMOS POCOS AÑOS…CUANDO LAS CONDICIONES EN LA ISLA SE DETERIOREN MÁS, ES MÁS PROBABLE QUE LOS INCIDENTES VIOLENTOS SE EXTIENDAN POR LA CRECIENTE FRUSTRACIÓN SOBRE LOS CORTES EN LA ELECTRICIDAD, LOS PROBLEMAS DEL TRANSPORTE Y LOS ALIMENTOS”.

“SI ESTADOS UNIDOS LEVANTARA EL EMBARGO, UNILATERALMENTE O COMO RESULTADO DE NEGOCIACIONES, CUBA SE BENEFICIARÍA NOTABLEMENTE…LOS BENEFICIOS PROBABLEMENTE GENERARÍAN UN CRECIMIENTO ECONÓMICO MÍNIMO, PERO ALIVIARÍAN MUCHAS DE LAS PEORES CARENCIAS Y OTRAS PRESIONES QUE ENFRENTA EL RÉGIMEN”.

30 años después de aquel análisis, los cubanos continúan resistiendo pues saben perfectamente lo que pueden perder, al constatar las protestas actuales en Ecuador, Colombia, Panamá y otros países del mundo capitalista, para reclamar un sistema de salud y educación gratuitos, empleo, igualdad de las mujeres con los hombres en cuanto salarios y oportunidades laborales, cese de la discriminación racial y de género, rebaja del precio de la gasolina, del transporte público y otros más, que los cubanos tienen gracias al socialismo que Estados Unidos quiere satanizar.

La matriz de opinión que Estados Unidos y sus aliados imponen contra Cuba es brutal y se comprueba con solo leer lo que publica la CNN, donde mantienen diariamente desde hace un año, imágenes del 11 de julio 2021, con 12 artículos referente a esos sucesos con informaciones tergiversadas, algo que no hacen con las verdaderas protestas del pueblo colombiano, la represión de que fueron víctimas y las decenas de muertos causados por las fuerzas policiales, más los centenares de detenidos.

Tampoco la CNN mantienen fotos ni información de los 18 días de manifestaciones en Ecuador, contra las malas prácticas del gobierno actual y la brutal represión que sufrió ese pueblo, ni dice una sola palabra de las cuentas bancarias del presidente en paraísos fiscales y la amplia corrupción que se vive desde el gobierno de Lenin Moreno.

Respecto a las actuales protestas masivas en Panamá, que duran más de una semana, el tratamiento es diametralmente opuesto a lo que hacen contra Cuba por un solo día de protestas y actos vandálicos estimulados desde Estados Unidos, con amplio financiamiento entregado por la USAID y la NED, unido al accionar subversivo de la embajada yanqui en La Habana.

¿Por qué esas organizaciones pantallas de la CIA no financian a los indígenas en Ecuador, los sindicatos de Colombia y Panamá, u ofrecen becas para formar líderes comunitarios entre los jóvenes para que reclamen sus derechos?

Un simple vistazo a lo hacen los yanquis contra Cuba a través de Internet, permite conocer su empeño en ofrecer una imagen irreal de la Revolución, mediante la subversión política e ideológica, como parte de la doctrina de guerra no convencional desarrollada por el gobierno de Estados Unidos, de conjunto con sus servicios especiales.

Ese accionar pretende provocar el reblandecimiento del carácter y la capacidad de resistencia del pueblo cubano, imponer los valores y símbolos yanquis, e incluso modificar la historia de Cuba.

En el 2011, a solicitud del senador republicano Richard Lugar, del Comité de Relaciones Exteriores de Senado, Carl Meacham, encargado de América Latina en el equipo de dicho senador y actualmente director del Americas Program en el think tank estadounidense CSIS (Center for Strategic and International Studies) se reunió con personal del Departamento de Estado, altos diplomáticos extranjeros y funcionarios de la industria, para investigar cómo los medios sociales y la tecnología podían utilizarse en promover y fortalecer la “democracia” en América Latina.

El informe de Meacham, reconoce las acciones y planes subversivos que acomete el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, al señalar:

EL DEPARTAMENTO DE ESTADO HA ENTRENADO A PERIODISTAS EN VARIOS PAÍSES, PARA QUE AUMENTEN SU CAPACIDAD DE DISEMINAR RÁPIDAMENTE LA INFORMACIÓN PRECISA SOBRE ACONTECIMIENTOS Y ASUNTOS IMPORTANTES. SE HAN INVERTIDO GRANDES ESFUERZOS EN CUBA, EL ÚNICO PAÍS QUE EN ESTOS MOMENTOS CENSURA ACTIVAMENTE EL CONTENIDO DE LA POLÍTICA DE ESTADOS UNIDOS”.

“…NUESTRO EQUIPO REPARÓ EN EL CRECIENTE INTERÉS QUE TIENEN LOS FUNCIONARIOS DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO, EN INCREMENTAR LAS CAPACIDADES BÁSICAS DE COMPUTACIÓN Y ALFABETIZACIÓN DEL PUEBLO CUBANO, COMO MEDIO DE FACULTARLO PARA LLEVAR A CABO CAMBIOS POSITIVOS EN SU PROPIA SOCIEDAD.”

El Senador Marco Rubio aseguró en el 2012:

“EL SISTEMA TOTALITARIO CUBANO PODRÍA DERRUMBARSE, SI TODOS LOS CUBANOS TUVIERAN LIBRE ACCESO A INTERNET, PUES CUBA SEGUIRÍA LA MISMA SUERTE DE AQUELLOS PAÍSES QUE PASARON LA PRIMAVERA ÁRABE”.

El 23 de enero del 2018 el Departamento de Estado creó el “Grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba”, a fin de alterar el orden interno, siguiendo las directrices planteadas por el presidente Donald Trump, en su memorando presidencial del 16 de junio del 2017.

Ese grupo lo integran representantes del gobierno y entidades “No Gubernamentales” como la USAID, Freedom House, y el Buró de transmisiones hacia Cuba, responsable de Radio y TV Martí.

Lo que les duele es que ninguno de sus pronósticos, ni de los grupos de trabajo creados, han tenido resultados. Cuba sigue en pie resistiendo, a pesar del incremento de la guerra económica e incluso pudo fabricar tres vacunas que han controlado la pandemia de la Covid-19, como ningún país del mundo.

Por eso afirmó José Martí:

“Trincheras de ideas valen más que trinchera de piedras”

A un año del #11J en Cuba, algunas ideas

Por Pedro Antonio Santander Medina

Imagen: Razones de Cuba

El 11 de Julio del 2021 Cuba vivió un intento de desestabilización propio de lo que se conoce hoy como “golpe blando”. Estos tienen características comunes a los golpes de estado tradicionales que los latinoamericanos bien conocemos, y otras características que son menos clásicas y, podríamos decir, propias de estos tiempos, como tal responden a sus propios contextos epocales. Como todo golpe lo que se busca es la desestabilización y el derrocamiento de un gobierno legítimo que es considerado una amenaza. Como suele ser común en nuestro continente (y más allá de éste), la mano gringa está siempre detrás de esos intentos de hacer caer gobiernos considerados no sumisos a los dictados del imperialismo.

El adjetivo “blando” apunta a una característica que distingue este tipo de golpes de aquellos golpes militares que bien conocimos los chilenos, uruguayos, argentinos, paraguayos, etc. Si bien también hay una conspiración intensa para derrocar a un gobierno, la forma de resolverla es menos militar y menos frontal que en los putch al estilo Pinochet. No siempre hay violencia armada, y cuando la hay ésta no proviene de las fuerzas armadas regulares, sino que de elementos civiles extremistas (muy bien apertrechados) como ocurrió en Ucrania en 2014. A veces incluso no hay en absoluto violencia armada en estos golpes blandos como le sucedió al presidente Lugo en Paraguay o a Dilma en Brasil.

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Otro fracaso más de los yanquis contra Cuba

Por Arthur González

El 11 de julio de 2021 fue otro de los tantos fracasos sufridos por el gobierno de los Estados Unidos y sus servicios especiales, en sus trasnochados sueños de derrocar a la Revolución cubana. El pueblo cubano no permitió que un grupo de delincuentes retrotrajeran al país al pasado neocolonial, frustrando el plan de fabricar una acción similar a la llevada a cabo en Ucrania, donde el vandalismo y las agresiones físicas contra los partidarios del gobierno pagaron con sus vidas.

El intento de repetir las manifestaciones callejeras en noviembre de ese año con el grupúsculo Archipiélago, encabezado por el actor Yúnior García, fue una prueba más de la ausencia de una oposición real en la Isla, a pesar de que desde 1960 pretenden crearla, tal como se refleja en el Programa de Acciones Encubiertas de la CIA de marzo de 1960, cuyo objetivo dice:

“Provocar la sustitución del régimen de Castro por uno que sea más aceptable para los Estados Unidos”.

Para lograrlo se propusieron como primer requisito:

“Crear (entiéndase fabricar) una oposición responsable, activa y unificada”, apoyada por una poderosa ofensiva propagandística en nombre de esa oposición”.

Durante 63 años nada ha cambiado en la política yanqui contra Cuba, no obstante, sus continuos fracasos.

La campaña mediática ejecutada desde el 11 de julio 2021 no ha cesado, con el propósito de hacerle creer al mundo que en la Isla se vive un caos político, algo apoyado de inmediato por el Parlamento Europeo con resoluciones condenatorias al gobierno cubano y en contra de las sanciones jurídicas sobre aquellos que atacaron a la policía, volcaron autos patrulleros, golpearon a los agentes del orden y saquearon centros comerciales, actos vandálicos que los capitalistas no permiten en sus países.

Sin embargo, el silencio y la ausencia de resoluciones de Estados Unidos, la OEA y países europeos para sancionar al gobierno de Ecuador, que reprimió salvajemente al pueblo durante 18 días de pacíficas protestas callejeras, marca la diferencia y la doble moral de aquellos que dicen “preocuparse” por los derechos humanos.

El gobierno de los Estados Unidos nunca aceptó a Fidel Castro, ni al proceso revolucionario, incluso antes del triunfo de 1959, como consta en documentos oficiales ya desclasificados, donde se puede leer: “Tenemos que evitar la victoria de Castro”.

Miles de millones de dólares malgastados no le han servido para destruir a la Revolución cubana y aunque sí para mantener y enriquecer a los que desde Miami se encargan de vivir de la política anticubana.

Los grupos y organizaciones contrarrevolucionarias dentro y fuera de Cuba, solo buscan llenarse los bolsillos de dólares, comprar residencias, autos lujosos, relojes costosos y ropa de marca, a partir del gastado cuento de “luchar por la libertad de la Isla”, como cacarean los miembros de la llamada Brigada de Asalto 2506, derrocados por el pueblo uniformado en menos de 72 horas y cambiados por alimentos y medicinas para niños.

A pesar de tantos descalabros en más de medio siglo, los yanquis mantienen intactos los conceptos que plasmaron en el conocido Proyecto Cuba, aprobado en 1962 por el presidente J. F. Kennedy, donde afirman:

“La operación está dirigida a provocar una rebelión del pueblo cubano. La sublevación necesita de una acción política fuertemente motivada y arraigada en Cuba, capaz de generar la rebelión. La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, unido a operación psicológica que acrecentarán el resentimiento de pueblo contra el régimen y las de tipo militar que darán un arma de acción para el sabotaje y la resistencia armada en apoyo a los objetivos políticos”.

El 11 de febrero 2021, precedido del plantón el 27 de noviembre del 2020 ante el Ministerio de Cultura y el posterior intento de noviembre 2021 con Yúnior García, prueban que nada ha cambiado en la mente de los yanquis, quienes a toda costa y costo insisten en los mismos objetivos sin analizar sus continuos fracasos, por desconocer los verdaderos sentimientos del pueblo cubano, preparado para resistir esa cruel guerra económica que desea matar de hambre y enfermedades, para sembrar el desencanto y el desaliento, a fin de derrocar al gobierno revolucionario, como si el sistema capitalista no fuese el único responsable del hambre, la muerte por enfermedades curables, la falta de trabajo, el analfabetismo y la frustración de esperanzas en millones de latinoamericanos y de otros continentes, que buscan emigrar para palear sus necesidades.

Visionario José Martí cuando dijo:

“Es la hora del recuento y la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata a las raíces de los Andes”.

Con Filo: Ya viene llegando (+ Video)

En este artículo: Con FiloCubaInternetManipulación MediáticaMedios de ComunicaciónPolíticaRedes SocialesTelevisión

Este jueves el programa Con Filo transmitió su emisión 99. Poco a poco, se acerca a la número 100 un espacio que surgió para hacer frente, con lenguaje sencillo y sagaz, a las campañas de descrédito y manipulación mediática que abundan en redes sociales contra el proceso revolucionario cubano.

Algunos de los saludos enviados al colectivo por periodistas, personalidades de la política y la cultura fueron transmitidos en esta ocasión. También se pusieron sobre la mesa las nuevas artimañas de quienes ansían una rebelión, aunque la tengan que inventar ellos mismos.

En video, el programa

Con Filo: Con la justicia y la razón

En este artículo: AccidenteAsamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)Con FiloCubaEstados UnidosExplosión en el Hotel SaratogaHotel SaratogaLa HabanaManipulación MediáticaPoder PopularPolíticaRedes Sociales

La maquinaria en torno a las nuevas medidas del gobierno estadounidense en lo que a Cuba concierne, las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, la manipulación respecto a la vigilia y el duelo en Cuba y la pretendida imagen de una «Habana explosiva» tras los lamentables sucesos del hotel Saratoga fueron algunos de los temas que el proograma Con Filo puso sobre la mesa este martes.

En video, el programa