Fortalecer la Celac es una necesidad impostergable y un deber compartido (+ Video)

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la VII Cumbre de la Celac, en Argentina

Autor: Miguel Díaz-Canel Bermúdez | internet@granma.cu

Díaz-Canel agradeció a los Estados miembros de la Celac por su contundente reclamo para que el Gobierno de ee. uu. retire a Cuba de su arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo, y levante el bloqueo. foto: Estudios Revolución
Díaz-Canel agradeció a los Estados miembros de la Celac por su contundente reclamo para que el Gobierno de ee. uu. retire a Cuba de su arbitraria lista de países patrocinadores del terrorismo, y levante el bloqueo. Foto: Estudios Revolución

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la VII Cumbre de la Celac, en Argentina, el 24 de enero de 2023, “Año 65 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Estimado presidente Alberto Fernández;

Excelentísimos jefes de Estado y de Gobierno y otros jefes de delegación;

Queridos amigos latinoamericanos y caribeños:

Volver a Buenos Aires para esta cita de naciones es motivo de alegría, más después de los días de euforia colectiva que desbordaron sus enormes avenidas por un triunfo que sentimos como propio en Latinoamérica y el Caribe.

La alegría se completa y honra con la plena reincorporación de Brasil por decisión del querido Lula, a quien expresamos todo el respaldo y solidaridad ante los actos violentos y antidemocráticos que pretendieron generar caos e irrespetar la voluntad mayoritaria del pueblo brasileño, que lo eligió presidente.

Nos une y convoca la indispensable integración latinoamericana y caribeña, en este mecanismo diverso e inclusivo sustentado en una profunda vocación de independencia.

En Washington persiste el empeño de dividirnos, estigmatizarnos y subordinarnos a sus intereses, a casi 200 años de promulgarse la Doctrina Monroe.  Así lo evidenció la excluyente cita hemisférica realizada en Los Ángeles donde, abusando de su poder de anfitrión y cerrando ojos y oídos al reclamo de la mayoría, excluyó, fracturó e ignoró.

El fracaso político de aquella reunión demostró el aislamiento de la estrategia de hegemonismo y dominación, frente al sentimiento de unidad y soberanía que comparten nuestras naciones.

Cuba viene reiterando en todas las reuniones internacionales la peligrosa escalada de acciones que buscan eternizar el hegemonismo imperialista atentando contra el multilateralismo y la paz.

La testaruda realidad será siempre más fuerte que cualquier intento de dividirnos, porque compartimos retos derivados de un orden internacional injusto, expoliador y antidemocrático que impide superar los alarmantes niveles de pobreza, desempleo, inseguridad alimentaria y exclusión que caracterizan el panorama económico y social de la región, todavía la más desigual del planeta.

Apremia por eso cerrar filas y proyectar una visión estratégica, como aquí se ha pedido, hacia la integración económica, social y cultural que nos permita avanzar hacia un desarrollo sostenible.

Habría que preguntarse qué nos impide complementarnos, estimular el comercio intrarregional y potenciar las inversiones en áreas de interés común.

Es perentorio encontrar soluciones justas al problema de la deuda externa e imprescindible exigir el cese de las medidas coercitivas, unilaterales y los bloqueos ilegales.

Frente a un modelo cultural hegemónico se impone la defensa de nuestra amplia y rica cultura, genuino fruto de siglos de tradición y mestizaje, y piedra angular del proceso de emancipación e integración de nuestros pueblos.

En el complejo y desafiante mundo pospandémico, que sufre globalmente las graves resonancias económicas, políticas y sociales de los conflictos militares y los impactos imparables del cambio climático, la única posibilidad de los que venimos de un pasado colonial y neocolonial común es la unidad.

En este sentido, Cuba apoya como un proyecto interesante y útil la idea de constituir la Agencia Latinoamericana de Medicamentos.

Estimados colegas:

El Gobierno de los Estados Unidos insiste en destruir el modelo de desarrollo que soberanamente hemos decidido construir los cubanos, mediante una política cruel, ilegítima, ilegal e inmoral de asfixia económica.

Se vale de su hegemonía tecnológica y del control de los medios y las plataformas digitales para ejecutar operaciones de desestabilización, una guerra mediática sin precedentes y promover el llamado “cambio de

régimen”, con el respaldo de decenas de millones de dólares del Presupuesto Federal.

Su decisión infundada y unilateral de incluir a Cuba en la espuria lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo impacta severamente nuestras aspiraciones de desarrollo.

Agradezco una vez más a esta Comunidad y a sus Estados miembros por su contundente reclamo para que se retire a Cuba de dicha lista y se levante el bloqueo.

Cuba no será amedrentada por tales agresiones.  No vamos a traicionar la historia de resistencia, dignidad y defensa de la justicia social que convirtió a la Revolución Cubana en fuerza emancipadora de los seres humanos.

No nos limitamos a resistir.  Cuba no ha parado de crear en los duros años de enfrentamiento a la pandemia y de bloqueo recrudecido a partir de 243 medidas aplicadas por la administración Trump. Vacunas, decenas de nuevos medicamentos y protocolos de atención a enfermedades, así como nuevos equipos y tratamientos confirman el valor de esa resistencia creativa.

Distinguidos colegas:

Nos animan los cambios en el panorama político regional orientados hacia la justicia social y la búsqueda de la paz y la soberanía.

En estos momentos el pueblo peruano merece nuestra atención y solidaridad y corresponde a nuestros hermanos peruanos hallar por ellos mismos soluciones a sus desafíos. 

Con los sobrados argumentos que nos ofrece la historia, digo igualmente que no reconocemos ni reconoceremos autoridad alguna a la OEA, que es la organización que al servicio de Estados Unidos apoyó y apoya intervenciones militares, golpes de Estado y la injerencia en América Latina y el Caribe contra gobiernos populares y legítimos.  La OEA es la organización que no hizo nada contra los asesinatos, las torturas, las desapariciones forzosas y la persecución de líderes sociales, progresistas y de izquierda de la región, quienes permanecerán por siempre en nuestra memoria.

Cuba ha ratificado reiteradamente, pero no sobra decirlo hoy, el apoyo y la más firme solidaridad con los legítimos gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia sometidos a persistentes intentos de desestabilización.

Igualmente, respaldamos las justas demandas de reparación por los daños de la esclavitud y el colonialismo de los hermanos caribeños, que necesitan y merecen un trato justo, especial y diferenciado.

Siempre acompañaremos las nobles causas: la independencia de Puerto Rico; la estabilidad y la paz en Haití, sobre la base del pleno respeto a su soberanía; el proceso de paz en Colombia; y el derecho de Argentina sobre las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Repudiamos las acciones y amenazas contra la delegación del presidente Nicolás Maduro, denunciadas por el Gobierno venezolano.

Y desde la entrañable Argentina, cuyas mujeres han marcado la historia regional con heroísmo sin par, transmito toda nuestra solidaridad y apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández.

Amigos latinoamericanos y caribeños:

Bajo el liderazgo de Argentina y de su presidente Alberto Fernández, la Celac experimentó un notable avance en 2022 que debemos continuar consolidando.  Le extendemos todo nuestro apoyo a San Vicente y las Granadinas y al hermano Ralph Gonsalves durante su Presidencia de la Celac en 2023, siempre guiados por la máxima de la unidad en la diversidad, la solidaridad y la cooperación, con estricto apego a los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Cuenten también con Cuba como Presidente del Grupo de los 77 más China durante este año, en el que trabajaremos sin descanso para representar dignamente los intereses de las naciones del Sur.

Nos inspiran los ideales integracionistas de los próceres latinoamericanos y caribeños.  La Celac es una obra de todos. Fortalecerla constituye una necesidad impostergable y un deber compartido para lograr la unidad e integración de lo que Martí llamó Nuestra América.

Muchas gracias.

(Aplausos prolongados.)

¡Al noble y bravo pueblo cubano, gratitud infinita y nuestras felicitaciones en el Año 65 de la Revolución!

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en las conclusiones del Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

Autor: Granma | internet@granma.cu

DC
La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, consideró el Presidente Díaz-Canel. Foto: Juvenal Balán

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;

Queridas diputadas y queridos

diputados;

Invitados:

Corresponde en esta sesión de la actual Legislatura que el Presidente de la República rinda cuentas de su labor.  Lo asumo con entera responsabilidad y con la convicción que tengo de la importancia del mecanismo de la rendición de cuentas para el fortalecimiento de la institucionalidad, que fue un desvelo permanente del liderazgo de la Revolución que nos precede y guía, y en particular del General de Ejército Raúl Castro Ruz.

La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad.

Acepto esta responsabilidad con compromiso y entrega, protegiendo la unidad y asumiendo la continuidad desde una perspectiva dialéctica, en defensa de la Revolución y de su rumbo en el camino de la construcción socialista.  Para hacerlo, comentaré elementos del contexto en que vivimos, elementos también de la política exterior y en el momento en que hemos desarrollado esa política, y valoraciones sobre las situaciones que hemos estado viviendo y de las cuales, por supuesto, me considero el principal responsable.   

Me siento obligado a reiterar previamente algunas consideraciones respecto al escenario en que he desempeñado mis responsabilidades, preñado de desafíos y adversidades que nos han impedido avanzar como nos propusimos.  Espero que nadie lo reciba como justificación o queja.

Ha sido un año marcadamente complicado en el escenario internacional y que sucede a dos años también extremadamente complicados.

El conflicto militar en Europa ha generado nuevos problemas y agravado muchos de los ya existentes en un mundo castigado por crecientes desigualdades, por la ausencia de compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medio ambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios aún presentes de la pandemia de COVID-19, y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo.

Es un escenario amenazado, además, por el nocivo empeño imperialista de pretender dividir al mundo y generar exclusiones y estigmatizaciones, a lo que se suma la perniciosa tendencia a abusar del desproporcionado poder económico y financiero de los Estados Unidos para aplicar la coerción económica como instrumento preferido de política exterior.

Avanzamos en las relaciones con nuestra región, donde los cambios experimentados posibilitaron la llegada al gobierno de fuerzas políticas comprometidas con proyectos orientados a la justicia social y la defensa de la soberanía, convencidos de la importancia de la integración y la defensa de una región de paz, unida y solidaria.

Suceden estos cambios mientras la realidad económica y social de la región manifiesta niveles alarmantes de pobreza, desempleo, desigualdad y exclusión que, a la larga, favorecen el ascenso de fuerzas políticas de extrema derecha y corte fascista que intentan detener el avance de los movimientos progresistas comprometidos con los intereses y necesidades de las mayorías.

El evento continental y excluyente convocado por los Estados Unidos en la ciudad de Los Ángeles terminó siendo un fracaso político y una demostración del aislamiento que sufre la política imperialista de ese país en la región que José Martí llamó Nuestra América. Constituyó un duro golpe a la OEA y a su  dirigencia institucional actual, cuyo desprestigio no tiene comparación.

Aprovecho para reiterar el reconocimiento a los países que rechazaron la exclusión de Cuba de ese evento, lo denunciaron y además condenaron la política de bloqueo recrudecido.

Es también un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana, lo que ha exigido constancia, pensamiento y riguroso accionar apegado a los principios y tradiciones de la política exterior de nuestra Revolución. 

Se mantuvo la estrecha concertación política y cooperación con la hermana República Bolivariana de Venezuela.  Reiteramos nuestro firme apoyo a la Revolución Bolivariana y chavista y a la unión cívico-militar bolivariana que preside nuestro hermano Nicolás Maduro Moros a quien agradezco el oportuno y reiterado apoyo para contribuir a enfrentar los desastres y accidentes que nos golpearon este año.

Cuba consolidó las relaciones con México, lo que quedó ratificado con la visita de su Presidente al país.  Aprovecho para agradecer los inolvidables gestos de solidaridad de Andrés Manuel López Obrador, de su pueblo y su Gobierno ante los accidentes y desastres naturales que enfrentó nuestro pueblo.

Reitero, al mismo tiempo, la solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia y su presidente Luis Arce frente a los intentos de desestabilización promovidos y orquestados por fuerzas de derecha.

Saludo desde aquí al Comandante Daniel Ortega Saavedra y ratifico la solidaridad con su Gobierno y la voluntad de estrechar las relaciones bilaterales en áreas de mutuo interés.

También identificamos áreas de cooperación de beneficio mutuo con la República Argentina.  Por eso, saludamos y agradecemos a su presidente y vicepresidenta, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

La reanudación de los esfuerzos de paz en Colombia es un logro encomiable y una reivindicación de la postura digna y justa asumida por Cuba en defensa del Derecho Internacional y de los compromisos que asumimos para ayudar a esa hermana nación latinoamericana.  Mantuvimos la disposición a continuar como garantes de la Mesa de Diálogos Colombia-ELN.

En el caso de los Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico, como arma de coerción cruel, ilegítima e inmoral, que constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía.

También es evidente la abierta política de subversión y los intentos de desestabilizar nuestro país, con el respaldo de decenas de millones de dólares del presupuesto federal, junto a la tolerancia frente a quienes desde territorio de los Estados Unidos orientan, financian y hasta entrenan a individuos para que cometan actos violentos contra Cuba. Todo eso lo hemos denunciado directamente por los canales diplomáticos y de forma pública.

Hace pocos días el Gobierno de los Estados Unidos dio muestras adicionales de la conducta deshonesta de su política exterior al designar a Cuba como un país en el que supuestamente se persigue la religiosidad. Se trata de una falsedad más de un gobierno que no encuentra justificación para proseguir con el sistema de medidas económicas coercitivas más abarcador y prolongado que haya conocido la historia.

Sin embargo, y a pesar de lo anterior, hemos dado pasos muy discretos dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios y también en otras áreas de prioridad entre ambos países.

Hace pocos meses, a raíz del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el Gobierno de los Estados Unidos nos ofreció alguna asesoría técnica. La agradecimos y aceptamos.  También aceptamos el ofrecimiento de unos cien trajes de bomberos con el correspondiente equipamiento de protección, los que finalmente llegaron al país la semana pasada y se están distribuyendo entre las brigadas del Cuerpo de Bomberos.

De igual modo, nos ofrecieron ayuda material valorada en 2 millones de dólares con motivo del huracán que afectó a Pinar del Río, en septiembre pasado. Al igual que con el caso de Matanzas, fue ayuda ofrecida sin condicionamientos, por lo que también la agradecimos y aceptamos.

Nuestro objetivo sigue siendo promover los lazos más amplios con ese país y su pueblo, que incluye ya a cerca de 2 millones de personas de origen cubano o descendientes de ellas.

Mantenemos la disposición a construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al Derecho Internacional y las prerrogativas soberanas de cada parte.  Eso lo conoce el Gobierno de los Estados Unidos, al que se lo hemos expresado directa y públicamente.

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El 2023 será un año de lucha y de esperanzas

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en ocasión del aniversario 18 de la fundación del alba-tcp, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

Autor: Granma | internet@granma.cu

Foto: José M. Correa

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido compañero Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;

Estimados hermanos Nicolás Maduro Moros, Comandante Daniel Ortega Saavedra y Luis Arce Catacora, líderes de la resistencia heroica de Nuestra América;

Estimados primeros ministros Ralph Gonsalves y Dickon Mitchell, me complace mucho que estén aquí apenas unos días después de que nos dispensaran inolvidables estancias en sus países;

Estimado primer ministro Roosevelt Skerrit, nuestras más sinceras felicitaciones por la victoria en las elecciones generales celebradas el pasado 6 de diciembre (Aplausos);

Hermanos caribeños;

Jefes de Delegaciones a la XXII Cumbre del ALBA-TCP:

Un abrazo a todos.

Creo que recojo el sentir de las diputadas y diputados de nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular, que se sienten honrados con la presencia de ustedes (Aplausos).

Agradecemos sus palabras de reconocimiento al legado de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, y también las palabras dedicadas a nuestra Revolución y a nuestro pueblo (Aplausos).

No hay dudas de que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías estaban visitando el futuro cuando coincidieron en crear el ALBA.

Fidel y Chávez nos unieron en el ALBA.  Nos unieron en una verdadera alianza solidaria.

A 18 años de su fundación la Alianza no solo puede dar pruebas de su necesidad, sino también de su valor como mecanismo de integración al unir voluntades alrededor de la solidaridad, la complementariedad y la cooperación.

Sus proyectos de beneficio popular, las históricas misiones Milagro y Yo sí puedo, obras de profundo calado humano sin precedentes en la región, devolvieron la visión y alfabetizaron a millones de habitantes en Nuestra América.

En varias ocasiones y porque estoy convencido de ello siempre he reconocido que, de todos los bloques que existen en el mundo, el ALBA fue el bloque de integración regional que más rápido mostró resultados concretos de beneficios para sus pueblos.

Se llega a este aniversario cuando América Latina y el Caribe enfrentan una nueva encrucijada para sus destinos, que no puede ser encarada sin la cooperación y la unidad.

La región más afectada por la pandemia de la COVID-19 continúa siendo la más desigual; sufre los efectos del injusto orden económico internacional y hasta los embates de la grave situación creada en otro continente.

Las transnacionales no han cesado de saquear los recursos de la región e incrementar sus márgenes de ganancias, mientras aumentan los precios de la energía y los alimentos. Ha crecido la inflación y en varios países alcanzó los niveles más altos de los últimos años. El acceso a recursos financieros se ha vuelto más difícil y costoso. Aumentó la tensión sobre los presupuestos y se mantiene la agobiante presión de la deuda externa.

En este contexto tiene lugar un avance de fuerzas políticas que se proponen implementar políticas orientadas al desarrollo social y la integración de nuestros países.

Ese avance es el resultado de las luchas sociales y populares para buscar satisfacer las demandas ciudadanas de transformaciones profundas y urgentes de las políticas precedentes que llevaron a grandes masas a la incertidumbre.

Alarmados por ese avance, el imperialismo y sus aliados han acelerado el acoso a candidatos de izquierda, conducen y estimulan procesos judiciales políticamente motivados contra estos, como el que se desarrolla contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, a quien le enviamos un fuerte abrazo y todo nuestro respaldo (Aplausos).

El imperialismo y las oligarquías acuden permanentemente a la de­sinformación y la manipulación de la realidad latinoamericana y caribeña, a través de los medios tradicionales de comunicación y las redes digitales que controlan.

Sin esconderse, esas oligarquías se agrupan para apoyar a políticos y candidatos con programas de orientación fascista, y declaran su voluntad de impedir a toda costa el triunfo electoral de la izquierda. Para ello recurren también a la burda intimidación de simpatizantes y votantes de partidos de izquierda y progresistas.

Mientras en la región se retoman los caminos de la justicia social y la integración, los Estados Unidos reactivan la Doctrina Monroe, próxima a cumplir 200 años de su proclamación. Sus postulados, que han servido para justificar invasiones, golpes de Estado y presiones económicas a los países durante diversos períodos, ahora intentan limitar la soberanía y, como siempre, imponer el dominio sobre nuestros destinos.

Esas realidades hacen más necesario el impulso a la integración y la cooperación, un empeño en el que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) desempeña un papel clave al probarse como un exitoso foro de concertación. Entonces, resguardar y fortalecer ese legado es nuestro deber y debe ser también nuestro desvelo.

Queridos hermanos:

Este año Cuba recibió el apoyo de 185 Estados del mundo en su lucha contra el criminal bloqueo impuesto al pueblo cubano por el Gobierno de los Estados Unidos por más de 60 años. Igualmente, crece el reclamo de que se excluya a Cuba de la arbitraria lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo. Son estas posiciones que agradecemos profundamente.

Reiteramos nuevamente el más resuelto apoyo al presidente Nicolás Maduro Moros y a la unión cívico-militar que lidera. Saludamos con júbilo los avances logrados por el Gobierno bolivariano y chavista a favor de devolverle a Venezuela los recursos financieros y económicos que le han sido usurpados. La perseverancia, la dignidad y la valentía del pueblo venezolano frente a los continuos ataques en su contra, quedarán en la historia como otro ejemplo de que sí se puede (Aplausos).

Rechazamos contundentemente los ataques y medidas coercitivas unilaterales adoptadas contra la hermana Nicaragua y trasladamos el respaldo al Comandante Presidente Daniel Ortega Saavedra (Aplausos).

Reafirmamos el apoyo solidario y fraterno al Estado Plurinacional de Bolivia y al hermano Presidente Luis Arce, quien ha tenido que enfrentar intentos desestabilizadores de la oposición fascista. ¡Bolivia no está sola, hermano Lucho! (Aplausos.)

Una vez más les reiteramos nuestro respaldo, hermanos caribeños, en su derecho a recibir un trato justo, especial y diferenciado, imprescindible para enfrentar los crecientes retos derivados de los desastres naturales, el injusto sistema financiero internacional imperante y las nuevas y difíciles condiciones generadas como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. No olvidamos, porque lo padecemos también, que el Caribe sufre como ninguna otra región los efectos del cambio climático.

Estimados hermanos:

Saludamos los avances registrados por el ALBA-TCP, en cuyo desarrollo debemos empeñarnos al máximo en 2023, para lograr las metas que nos tracemos en el ámbito económico, comercial y en el impulso de la colaboración en áreas de importancia estratégica.

Nuestros países tienen mucho que compartir en la construcción de una ruta económica y social propia y beneficiosa para todos.

Sigamos uniendo voluntades políticas para rebasar el ámbito declarativo y concretar proyectos con realismo y determinación, como hicieron, antes incluso de nombrarlos, los inolvidables líderes de nuestras tierras.

El 2023 será un año de lucha y de esperanzas. De nosotros depende que sea también un año de avances y de victorias. Con el tesón, la perseverancia y la creatividad natural de nuestros pueblos singulares y resistentes podremos lograrlo.

¡Por estos 18 años de concertación e integración solidaria; por Fidel y por Chávez; por los padres fundadores de América Latina y el Caribe, trabajemos por un ALBA más unida! ¡Un ALBA de solidaridad! ¡Un ALBA de dignidad!

¡Hasta la Victoria Siempre! (Exclamaciones de: “¡Siempre!” y de: “¡Viva la Revolución!”, “¡Viva Raúl!”, “¡Viva Fidel”, “¡Viva Chávez!” y “¡Viva el ALBA-TCP!»)

(Ovación.)