De la retórica de Trump a la ofensiva de Biden contra Cuba

Contra Cuba Opinión Bloqueo

Gustavo Veiga – Página 12 – Foto: Página 12 / AFP.- La ofensiva contra Cuba recrudece en estas horas con el gobierno de Joe Biden. La retórica amenazante de Donald Trump abrió paso a políticas de Estados Unidos más agresivas y sostenidas que hoy están a la vista.


La exclusión de la isla en la próxima Cumbre de las Américas. El intento de expulsarla del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La inyección de cientos de miles de dólares para cambiar su sistema político y económico por agencias como la CIA, NED y USAID. La persistente negativa a cumplir con las cuotas de visas ya acordadas para cubanos que deben tramitarlas en Guyana. El apoyo de Washington a cualquier tipo de expresión artística disidente con fondos gubernamentales, un caso curioso ya que EE.UU no tiene ministerio de Cultura. Un combo de injerencias en esta época de guerra 2.0 al que se agrega una novedosa tesis sobre los problemas que afectan a la mayor de las Antillas. Hay ONG que operan desde Miami y dicen que existe un “bloqueo interno”, pero del Estado cubano a su población y no de Washington a La Habana que, como se sabe, rige hace poco más de sesenta años.

La campaña de medidas simultáneas para rendir a Cuba por la fuerza – algo que se probó ineficaz durante 63 años de Revolución – continúa con prisa y sin pausa desde que llegó Biden a la Casa Blanca. En el campo diplomático, el subsecretario de Estado Brian Nichols confirmó el 2 de mayo que el gobierno de La Habana, pero además los de Venezuela y Nicaragua, no serán invitados a la IX Cumbre de las Américas programada entre el 8 Y 10 de junio próximo en Los Ángeles. El argumento que esgrimió es que “no respetan la carta democrática”.

Cuba replicó en la voz de su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla: “Sobre democracia poco podrá exhibir el gobierno de Estados Unidos en esa Cumbre incompleta”. Las críticas a EE.UU también llegaron desde países con mucho peso en la región. El presidente de México, Manuel López Obrador, le pidió a Biden que invitara a “todos los pueblos de América”. No hubo caso.

Las sanciones unilaterales propuestas por organizaciones de la sociedad civil, y ejecutadas por el gobierno de Estados Unidos después, tampoco son originales. Al bloqueo que se extiende hace seis décadas, sistemáticamente rechazado por una abrumadora mayoría de países en votaciones de Naciones Unidas – con la excepción de EE.UU y su socio, el estado de Israel-, se suma ahora la intención de expulsar a Cuba del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lugar al que llegó junto a Rusia, China y Pakistán en 2020.

Este propósito venía madurando y tomó impulso en julio de 2021. Una comitiva de las organizaciones Cuba Decide y el Centro para una Cuba Libre se reunió en Washington con Juan González, director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad. Los activistas que proponen desestabilizar a la isla desde Miami, John Suárez, Rosa María Payá y el cantante Jen Carlos Canela, fueron recibidos por el funcionario.

Le pidieron a González que “denuncie al gobierno cubano en los foros internacionales, que aplique sanciones a individuos y sus familiares en la isla, que inste a Europa y a los demás países a copiarlos, que planifique el acceso a Internet del pueblo cubano y que someta todas las opciones a discusión”, entre otras iniciativas. El director del Consejo Nacional de Seguridad les recordó palabras del presidente Biden sobre las protestas del 2021 en la isla: “Son el resultado directo de un gobierno comunista fallido”.

La maniobra para intentar la expulsión de Cuba consistió en el envío de una carta a un puñado de presidentes y foros internacionales. La firmaron – aducen sus organizadores – “más de 600 personalidades” que respaldan la medida. Pero no dieron a conocer sus nombres. La solicitud fue entregada en el despacho de Biden, los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau y de Suecia, Magdalena Andersson, y también se la hicieron llegar a la Alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Una fuente especializada en relaciones internacionales le dijo a este diario que la intención de expulsar a Cuba del Consejo de DDHH “no va a prosperar. La única que puede adoptar una medida así es la Asamblea de Naciones Unidas y es prácticamente imposible que tome una decisión de esas características. Las únicas dos veces que pasó algo semejante fue con Libia y ahora con Rusia después de que la propia Asamblea sacó una resolución diciendo que había violado el principio de no uso de la fuerza invadiendo a otro país. No creo seriamente que ningún estado tome esa bandera sencillamente porque perdería. No hay ninguna probabilidad”.

Las ONG de la diáspora cubana son tantas como las que promueve y financia Estados Unidos para que operen como ariete contra Cuba. Sin ese respaldo su incidencia sería relativa. El Foro Transatlántico por una Cuba Libre, liderado por John Suárez, sostiene sin disimulo que se debe “cambiar el actual sistema político y económico hacia la democracia y el estado de derecho”. Su propósito ignora la votación que se ratifica todos los años en Naciones Unidas. En ese ámbito Cuba impulsa resoluciones continuas contra el bloqueo unilateral de EEUU que repudia la comunidad internacional. La tesis del grupo que ahora pide la expulsión de La Habana del Consejo de DDHH sostiene lo contrario.

Dice que “los cubanos huyen de Cuba por el bloqueo económico interno impuesto por el régimen de la Isla que impide el desarrollo individual y la autosuficiencia económica, ya que los militares controlan los medios de producción y la economía…”. También responsabiliza al gobierno de Miguel Díaz Canel por la problemática migratoria que Estados Unidos no resuelve pese a las medidas draconianas que toma: “el régimen en estos momentos está utilizando a los miles de cubanos que huyen de la isla a través de vuelos a Nicaragua y otros países de Centroamérica para crear una crisis y provocar un cambio en la política norteamericana hacia Cuba”.

En la economía, los derechos Humanos, la migración, la cultura, EEUU apela a las más variadas estrategias para provocar en Cuba un cambio de gobierno. Eso que los estados independientes llaman injerencia. La carta magna con que se rige el estado cubano dice en el artículo 4: “El sistema socialista que refrenda esta Constitución, es irrevocable. Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución”.

Por si quedaran dudas, el artículo 16 sostiene: “La República de Cuba basa las relaciones internacionales en el ejercicio de su soberanía y los principios antiimperialistas e internacionalistas, en función de los intereses del pueblo y, en consecuencia: a) reafirma que las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con cualquier otro Estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o coerción”.

Es apenas una parte de la Constitución actualizada y reformada el 10 de abril de 2019.

La oposición cubana queriendo “pescar en río revuelto»

Contra Cuba Contrarrevolución

14/04/2022

José A. Amesty – Frente Antiimperialista Internacionalista.- El próximo 19 de abril 2022, luego de esta Semana Santa, se celebrará el 73 período de sesiones del Comité contra la tortura, de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el cual la oscura oposición cubana, intentará en medio de una serie de fallos de la ONU, como, por ejemplo, la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de esa organización y en medio del conflicto en Ucrania y sus burdas noticias por parte de la canalla mediática, se fragua una ignominia contra Cuba.


De igual modo, por su parte, el consorcio de radio y televisión alemán Deutsche Welle (DW) ha esbozado con mayor claridad ese espurio objetivo al publicar un artículo titulado, “Piden que Cuba y Venezuela también salgan del Consejo de DD. HH”. Dicha petición la hace la organización contrarrevolucionaria Center for a Free Cuba (CFC) la cual fue creada en octubre de 1997 en EE. UU., es financiada por la USAID y el NED y tiene la misión de fomentar la subversión contra Cuba.

Pretenden “introducir en los debates el análisis de un espurio informe elaborado por una supuesta “ONG” denominada Prisoners Defenders, en el cual se acusa a Cuba de torturar a los que ellos llaman “prisioneros políticos”, según el escritor Marco Velázquez Cristo, en su artículo “La nueva patraña contra Cuba: sentarla en el banquillo de los acusados en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para tratar de forzar su exclusión del mismo”.

El Comité Contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés), es el órgano compuesto por 10 expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes por sus Estados Partes. El Comité contra la Tortura trabaja para responsabilizar a los Estados de las violaciones de los derechos humanos, investigando sistemáticamente las denuncias de tortura para detener y prevenir este delito.

A su vez, la ONG Prisoners Defenders, según Velázquez Cristo, “se conoce que tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, pero en realidad esta falsa ONG es una organización creada por el Departamento de Estado norteamericano, quien la dirige a través de su Embajada en Madrid, y la financia utilizando a la USAID y el NED. Está dirigida a la actividad subversiva contra Cuba. De ella, en septiembre de 2018 surgió una sección, digamos que “especializada”, con fachada de “ONG”, que se denominó “Cuban Prisoners Defenders”, la cual ha estado involucrada en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional”.

Igualmente, el escritor Julio Ferreira, en su artículo en Rebelion.org, “Cuba Prisoners Defenders, ¿una ONG española?”, se pregunta, “¿cuál es la fuente de financiamiento de esta supuesta ONG? Aunque su presidente y fundador (el empresario español Javier Larrondo, de padres cubanos, quien se presenta además como el representante en España y Europa del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica Cubana (UNPACU), cuyo cabecilla es el también asalariado de Washington José Daniel Ferrer García)”, asegura “que su organización ha nacido con sus propios fondos personales”, en realidad resulta poco creíble.

Otras informaciones (que explicarían el accionar anticubano de esta falsa ONG) señalan que el dinero proviene de los fondos del Departamento de Estado norteamericano, el cual la utiliza como organización pantalla para dar cobertura desde Europa a la subversión estadounidense contra la Mayor de las Antillas.

A tal fin, esta “ONG española” actúa con absoluta desfachatez en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional”.

Finalmente, señala Velázquez Cristo, “Cabe preguntarse, ¿por qué Cuban Prisoners Defenders no acusan a los EE.UU. por su sistema de salud, que solamente atiende a quienes paguen costosos seguros médicos? ¿Desconocerá esta falsa ONG que la población carcelaria en EE.UU. es una nueva e inhumana forma de esclavitud? ¿Desconocerá esta organización pantalla que las cárceles privadas en territorio estadounidense son un negocio lucrativo para las corporaciones norteamericanas?”.

“Lo que se nos pretende hacer el 19 de abril es parte de la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba. Él es su verdadero responsable”.

En la otra acera del frente, el escritor cubano Gerardo Moyá Noguera, en su artículo “Torturar, nunca jamás”, señala “Recordaremos, porque bueno es recordar, que el gobierno del pueblo cubano comandado por Díaz-Canel nunca jamás ha torturado ciudadano alguno, ni tan siquiera a los peores enemigos en tiempos del dictador Batista y si no, echen una mirada atrás a lo ocurrido con los presos después de la humillación que sufrió el imperio en las playas de Girón, cuando dichos presos fueron cambiados por tractores”.

Así mismo, enfatiza “Sí, se tortura en Cuba, pero en la base naval de Guantánamo y todos se mantienen callados. Después del 11 de septiembre, fecha fatídica, el ciudadano pakistaní Majid Khan fue brutalmente torturado hasta que “confesó” pertenecer al fundamentalista grupo de Al-Qaeda de Osama Bin Laden. Dicha base pertenece desde hace muchos años al imperio (EEUU), aunque el expresidente Obama en su campaña electoral nos dijo que cerraría para siempre la base, pero no ha sido así y allá se sigue torturando a los presos existentes en la misma, hasta que no pueden más, aguantando terribles torturas por parte de los sicarios que viven en la base de Guantánamo”.

Según un artículo de EFE y tomado de Cubasì “La cárcel de Guantánamo: 20 años de torturas sin fecha de cierre”, señala que, “la prisión de Guantánamo cumple 20 años abierta, pese a ser un polémico símbolo de la lucha antiterrorista de Estados Unidos que actualmente alberga a 39 reos y cuyo cierre todavía no se vislumbra a pesar de las promesas del presidente, Joe Biden.

Ubicado en una base naval estadounidense en el este de Cuba, el centro de detención de la bahía de Guantánamo abrió en 2002 por orden del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush (2001-2009) como respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

«Veinte años después, es innegable que la prisión de la bahía de Guantánamo es un fracaso legal, moral y ético. Es un símbolo mundial de la injusticia, la tortura y el desprecio por el Estado de derecho», dijo este lunes a Efe Hina Shamsi, directora de Seguridad Nacional de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).

Destino de casi 800 presuntos terroristas detenidos en Afganistán e Irak, Guantánamo ha estado en el ojo del huracán por los programas de detenciones secretas y torturas, que incluían ahogamientos simulados y técnicas para que los presos no pudieran dormir.

Estados Unidos gasta cada año 540 millones de dólares para mantener Guantánamo, donde en la actualidad hay 39 hombres internados, 27 de ellos sin cargos penales en su contra, según un informe publicado por la ONG Human Rights Watch (HRW) con motivo del 20 aniversario del penal”.

En resumen, la realidad es que, la oposición cubana aprovecha este momento, de aparente confusión mediática y teniendo a su favor, los fallos de la ONU, para lanzar sus zarpazos contra Cuba heroica. No cesan en sus delirios de acabar con la revolución cubana. Pero no lo lograran, porque, como dijera Fidel, “No existe en el mundo fuerza capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”. Adelante Cuba.

Otra vez la mentira para acusar a Cuba

El canciller Bruno Rodríguez Parrilla escribió en su cuenta en Twitter que la administración estadounidense «miente para justificar las medidas del bloqueo criminal que violan los derechos humanos del pueblo cubano»

Autor: Elson Concepción Pérez | internet@granma.cu

Cuba denunció la mentira que resulta el informe anual divulgado por el Gobierno de Estados Unidos, en el cual manifiesta preocupación por el respeto a los derechos humanos en el archipiélago.

El canciller Bruno Rodríguez Parrilla escribió en su cuenta en Twitter que la administración estadounidense «miente para justificar las medidas del bloqueo criminal que violan los derechos humanos del pueblo cubano».

Además, destacó que el proyecto de justicia social y solidaridad internacional en Cuba es un referente de la protección y promoción de esos derechos en el mundo.

¿De qué derechos humanos hablan y escriben los funcionarios de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, cuando ese país es el mayor violador de tales derechos, pisoteados flagrantemente con cada invasión militar o bombardeo a las naciones que lo adversan, o con la aplicación unilateral de criminales sanciones contra pueblos que no se someten a sus designios?

El último informe del Departamento de Estado aparece plagado de mentiras y manipulaciones a la hora de «juzgar» a gobiernos, atribuyéndoles violaciones que sí se ven, a diario, en las calles estadounidenses, cuando se matan afronorteamericanos o se permite la compra y uso indiscriminado de armas, atenidos a un artículo constitucional con largo historial de letalidad y crimen.

El documento en cuestión no se refiere, como es natural, ni a la ocupación estadounidense de Afganistán, ni a las torturas en la ilegal cárcel en la base naval en Guantánamo, ni a la ocupación de una parte de Siria, a la que le roban el petróleo y el trigo.

Estados Unidos, para variar, acusó a Rusia, Cuba, Nicaragua y China en su informe anual sobre derechos humanos, en todos los casos asido a pretextos fabricados con burdas mentiras y manipulaciones mediáticas.

La nueva patraña contra Cuba: sentarla en el banquillo de los acusados en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para tratar de forzar su exclusión del mismo

Por Marco Velázquez Cristo

Los grandes medios estadunidenses y occidentales apoyados por sus escuderías, se han encargado de sobresaturar de noticias falsas sobre lo que acontece en Ucrania.

En el convulso escenario mundial actual, en el cual las informaciones sobre el conflicto en Ucrania marcan la agenda mediática que, los grandes medios estadunidenses y occidentales apoyados por sus escuderías, se han encargado de sobresaturar de noticias falsas sobre lo que acontece en ese país, publicando y amplificando las más burdas e inverosímiles mentiras; se comienza a fraguar una nueva infamia contra Cuba.

El escenario escogido para concretarla, será el del 73 período de sesiones del Comité contra la tortura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebrará el próximo 19 de abril. En él pretenden introducir en los debates el análisis de un espurio informe elaborado por una supuesta “ONG” (de ella hablaremos más adelante) denominada Prisoners Defenders, en el cual se acusa a Cubade torturar a los que ellos llaman “prisioneros políticos”.

Quizás nuestros enemigos estén valorando que, el ambiente de desparpajo mediático reinante y las condiciones dentro de la ONU favorables a sus intereses, que les han permitido lograr la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de esa organización, les propiciarán lograr el mismo resultado con Cuba o por lo menos cuestionar su pertenencia al mismo.

Concebir que tengan esa pretensión no es fruto de una especulación descabellada. El título del artículo del The Washington Post que pudiéramos catalogar de una especie de preámbulo a la campaña que, ya empieza a desatarse para apoyar la nueva infamia que se fragua contra nuestra patria resulta sugerente, lo intitula el Post, “Opinión: Cuba tortura presos políticos y a la vez integra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.

Por su parte el consorcio de radio y televisión alemán Deutsche Welle (DW) ha esbozado con mayor claridad ese espurio objetivo al publicar un artículo ​ titulado, “Piden que Cuba y Venezuela también salgan del Consejo de DD.HH”. Dicha petición la hace la organización contrarrevolucionaria Center for a Free Cuba (CFC) la cual fue creada en octubre de 1997 en EE.UU., es financiada por la USAID y la Ned y tiene la misión de fomentar la subversión contra Cuba.

Tal como señalara el representante cubano ante la Asamblea General al explicar el voto en contra de la exclusión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos, lo ocurrido con ese país sienta un precedente que abre las puertas a la aplicación de medidas similares a países cuya permanencia y voces resulten incomodas a EE.UU. en ese Consejo.

En este contexto, resulta evidente que ya se apresuran a intentar aprovechar ese precedente y a tratar de utilizarlo para concretar su infame agresión contra Cuba, cuya digna voz no es para nada agradable al molesto y arrogante vecino del norte.

Pero es necesario volver al artículo del influyente diario norteamericano, porque en él su autor el contrarrevolucionario Abraham Jiménez Enoa, con el cínico desenfado con el que suele manipular y mentir sobre nuestra realidad, anuncia la pretensión de sus amos de realizar la provocación a que nos hemos referido anteriormente.

No me centraré en analizar su conducta, en este caso como en otros anteriores, su falta de valores patrios y éticos, su necesidad de reconocimiento, así como su coincidencia y subordinación a los intereses de quienes lo financian, son los resortes que la condicionan. No vale la pena dedicar tiempo a quien se ha convertido en instrumento habitual de las campañas de descredito contra Cuba. En definitiva, el mensajero no es importante, sino lo que se pretende con él.

En cuanto a Prisoners Defenders se conoce que tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, pero en realidad esta falsa ONG es una organización creada por el Departamento de Estado norteamericano quien la dirige a través de su Embajada en Madrid, y la financia utilizando a la USAID y la NED. Está dirigida a la actividad subversiva contra Cuba. De ella en septiembre de 2018 surgió una sección digamos que “especializada”, con fachada de “ONG” que se denominó “Cuban Prisoners Defenders”, la cual ha estado involucrada en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional.

La simplificación del nombre en el caso que nos ocupa, no significa un cambio de actores, en esencia son el mismo engendro con similares objetivos, tal es así que los periodistas de los medios hegemónicos utilizan para referirse a ellas ambos nombres indistintamente. 

Sus “informes versan por lo general sobre supuestas violaciones de los Derechos Humanos en Cuba, las presuntas torturas a “presos políticos”, la población carcelaria de la isla cuya magnitud sobredimensionan, a la vez que mienten sobre sus condiciones de reclusión. Por ejemplo, plantean que nuestro país tiene el mayor número de personas detenidas del mundo, algo que desmiente el informe de World Prison Brief (WPB) sitio con sede en Londres que brinda acceso gratuito a información sobre los sistemas penitenciarios en todo el mundo, el cual sitúa a EE.UU. en el primer lugar mundial en cuanto a cantidad de personas privadas de libertad se refiere.

Además, suelen realizar campañas de descredito contra las misiones medicas cubanas, tergiversando sus objetivos, y presentando a sus participantes como víctimas de trabajo esclavo.

Su fundador y presidente es Javier Larrondo, empresario español de padres cubanos procedentes de una familia de la burguesía de la etapa prerrevolucionaria que, se presenta como representante en España y Europa del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica Cubana (UNPACU), con cuyo cabecilla el apátrida José Daniel Ferrer García mantiene estrechas relaciones. Este hecho, así como declaraciones del propio Larrondo presentan a “Cuban Prisoners Defenders” como parte de la mencionada organización contrarrevolucionaria.

No obstante, el alcance y grado de organización de sus actividades, la articulación de sus acciones con las de otros engendros subversivos, el apoyo que estos le brindan, y el monto de la financiación que se requiere para las mismas, indican que “Cuban Prisoners Defenders” es mucho más que un apéndice de la UNPACU.

Javier Larrondo no es un filántropo” como lo pretende presentar la prensa española. Es desde hace años un activo adversario de la revolución cubana que, participa de manera sistemática en actividades contra Cuba, vinculándose a organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en el exterior como la ya desaparecida Fundación Hispano-Cubano (FHC), filial en España de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), conocida por su apoyo a acciones terroristas contra Cuba.

También mantiene vínculos con elementos de la extrema derecha cubano americana radicados en EE.UU. que incitan a la realización de acciones violentas contra la Isla, así como con organizaciones de corte terrorista con base en la Florida como la FNCA. En su cruzada contra la mayor de las Antillas ha unido esfuerzos con organizaciones de corte conservador que responden a las autoridades norteamericanas como son: Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, Fundación para la Democracia Panamericana, Fundación Memorial Víctimas del Comunismo, Solidaridad sin Fronteras, The Global Liberty  Alliance y el Instituto Fe y Libertad.

Todo este accionar que apoya y coincide con las infames campañas de descredito del gobierno de Estados Unidos contra Cuba revela a quien responde “Prisoners Defenders” o “Cuban Prisoners Defenders”, da lo mismo.

Por otra parte, sería ingenuo pensar que esta nueva agresión contra nuestra patria es solo el fruto de la maldad y la bajeza de los mercenarios que a sueldo del gobierno norteamericano deambulan por el mundo rumiando su frustración y odio hacia la revolución cubana. Lo que se nos pretende hacer el 19 de abril es parte de la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba. Él es su verdadero responsable.

Pero como dijera Fidel, “No existe en el mundo fuerza capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.

Como en otras ocasiones fracasarán.

La ONU y Cuba señalan crímenes de EE. UU.

Una condena a los hechos terroristas en el mundo y los patrocinados por Estados Unidos, formuló la embajadora cubana Mirthia Julia Brossard, en su intervención en la sesión 49 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Autor: Nuria Barbosa León | internet@granma.cu

embajadora cubana Mirthia Julia Brossard, sesión 49 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
José Luis Rodríguez, premio nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2021. Foto: Tomada de Prensa Latina

Una condena a los hechos terroristas en el mundo y los patrocinados por Estados Unidos, formuló la embajadora cubana Mirthia Julia Brossard, en su intervención en la sesión 49 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que sesiona en Ginebra, Suiza.

La diplomática hizo referencia a la toxicidad y el odio practicados en las plataformas digitales y en redes sociales por grupos radicados en el sureño estado de la Florida, que invocan a la agresión armada contra la Mayor de las Antillas. «Reiteramos la denuncia de los atentados terroristas cometidos contra nuestras embajadas en Washington y París, en 2020 y 2021», afirmó, citada por Prensa Latina.

Ratificó el compromiso del país caribeño con el enfrentamiento al flagelo a partir de la postura histórica de rechazo y condena a los actos, métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones.

También Fionnuala Ní Aoláin, relatora especial sobre la Promoción y Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales en la Lucha contra el Terrorismo, expresó preocupación por los resultados de la pesquisa, tras denunciar que, en la base naval en Guantánamo, un territorio cubano ocupado, continúan detenidas 38 personas, en franca violación del Derecho Internacional. Al respecto, la embajadora caribeña precisó que esos elementos no tienen nada que ver con el Gobierno de la Isla.

La delegación cubana, además, intervino en el tema sobre la violencia contra los niños. Expuso que en Cuba se inició el nuevo curso escolar, con la tranquilidad que aporta la vacunación infantil contra la COVID-19 con inmunógenos propios, citó Cubaminrex.

A propósito, explicó el proceso de consulta popular sobre el proyecto del nuevo Código de las Familias, que «pondrá a Cuba entre los países más avanzados del mundo en materia familiar y fortalecerá la protección y promoción de los derechos de la infancia», aseveró Brossard.