El presidente cubano Miguel Díaz-Canel rindió cuenta de su gestión en 2022. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate
En el décimo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) en su novena legislatura, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rindió cuenta de su gestión en 2022, “un año extremadamente complicado en el escenario internacional”.
Destacó que asume este mecanismo con responsabilidad y con la convicción de su importancia para el fortalecimiento de la institucionalidad.
La rendición de cuenta, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar y desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad, dijo en el Palacio de Convenciones de La Habana.
“Acepto esta responsabilidad con compromiso y entrega”, dijo, y agregó que lo hace protegiendo la unidad y asumiendo la continuidad desde una perspectiva dialéctica, en defensa de la Revolución y de su rumbo en el camino de la construcción socialista.
El presidente rindió cuenta refiriéndose al contexto en que ha vivido Cuba y su política exterior, y valoró las situaciones por las que ha transitado el país y de las cuales, dijo, se siente el principal responsable.
Díaz-Canel mencionó los desafíos y adversidades que nos han impedido avanzar como nos propusimos. “Espero que nadie los reciba como justificación”.
El que finaliza “ha sido un año marcadamente complicado en el escenario internacional, que sucede a dos años también extremadamente complicados”, apuntó.
Estamos convencidos de la importancia de la integración
“El conflicto militar en Europa ha generado nuevos problemas y agravado muchos de los ya existentes en un mundo castigado por crecientes desigualdades, con la ausencia de un compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medioambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios de la pandemia de covid-19 y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo”, afirmó el mandatario.
Insistió en que “es un escenario amenazado, además, por el nocivo empeño imperialista de pretender dividir al mundo y generar exclusiones y estigmatizaciones”, a lo que se suma “la tendencia a abusar del desproporcionado poder económico y financiero de Estados Unidos para aplicar la coerción económica como instrumento preferido de política exterior”.
En el año que culmina avanzamos en las relaciones con nuestra región, donde “los cambios experimentados posibilitaron la llegada al Gobierno de fuerzas políticas comprometidas con proyectos orientados a la justicia social y la defensa de la soberanía”.
Ratificó que “estamos convencidos de la importancia de la integración y de la defensa de una región de paz unida y solidaria”.
Señaló, asimismo, que la región continúa marcada por niveles alarmantes de pobreza, desempleo, desigualdad y exclusión, que “a la larga favorecen el ascenso de fuerzas políticas de extrema derecha y corte fascista, que intentan detener el avance de los movimientos progresistas comprometidos con los intereses y necesidades de las mayorías”.
En referencia a la pasada Cumbre de las Américas, manifestó que “el evento continental y excluyente que depende de Estados Unidos en la ciudad de Los Ángeles terminó siendo un fracaso político y una demostración del aislamiento que sufre la política imperialista de ese país en la región que José Martí llamó Nuestra América”.
“Constituyó un duro golpe a la OEA y su dirigencia institucional actual, cuyo desprestigio no tiene comparación”, subrayó, y reiteró el reconocimiento a los países que rechazaron la exclusión de Cuba de ese evento. “Lo denunciaron y además condenaron la política de bloqueo recrudecida”.
Ha sido un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana
Díaz-Canel recordó que ha sido un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana, “lo que ha exigido constancia, pensamiento y riguroso accionar apegado a los principios y tradiciones de la política exterior de la Revolución”.
Resaltó que se mantuvo la estrecha concertación política y cooperación con la hermana República Bolivariana de Venezuela, y reiteró el agradecimiento a ese país por su apoyo en el enfrentamiento a los desastres naturales y accidentes que sufrió Cuba este año.
Igualmente, Cuba consolidó las relaciones con México, lo que fue ratificado con la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien también agradeció la solidaridad ante los eventos que vivió la Isla.
El mandatario cubano reiteró la solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia y su presidente, Luis Arce, frente a los intentos de desestabilización promovidos y orquestados por fuerzas de derecha, al tiempo que saludó al comandante Daniel Ortega Saavedra y al pueblo de Nicaragua.
Comentó que fueron identificadas áreas de cooperación, de beneficio mutuo, con la Argentina, se contribuyó a la reanudación de los esfuerzos de paz en Colombia y se mantuvo la disposición de continuar como garantes de la mesa de diálogo.
El bloqueo sigue siendo el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía
En el caso de Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico, “como arma de coerción, cruel, ilegítima e inmoral” que “constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía”.
Díaz-Canel denunció que es evidente la abierta política de subvenciones y los intentos de desestabilizar el país promovidos desde EE.UU.. “Con el respaldo de decenas de millones de dólares del presupuesto federal, junto a la tolerancia frente a quienes desde territorio de Estados Unidos orientan, financian y hasta entrenan a individuos para que cometan actos violentos contra Cuba”.
Recordó que todas estas situaciones han sido denunciadas directamente por los canales diplomáticos y de forma pública, y señaló que, hace pocos días, el Gobierno de EE.UU. dio muestra de la conducta deshonesta de su política exterior, al designar a Cuba como un país en el que supuestamente se persigue la religiosidad.
“Se trata de una falsedad más de un Gobierno que no encuentra justificación para cumplir con el sistema de medidas económicas coercitivas más abarcador aplicado contra un Estado”, dijo, y manifestó que, no obstante, “se han dado pasos muy discretos, dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios y también en otras áreas de prioridad entre ambos países”.
Cuando ocurrió el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, el Gobierno estadounidense ofreció asesoría técnica, recordó el presidente, y agregó que esta iniciativa fue agradecida y aceptada.
También aceptamos –dijo– el ofrecimiento de unos 100 trajes de bomberos con el correspondiente equipamiento de protección, que llegaron al país la semana pasada y se están distribuyendo entre las brigadas del cuerpo de bomberos.
De igual modo, el Gobierno norteamericano ofreció ayuda material, valorada en dos millones de dólares, con motivo del huracán que afectó a Pinar del Río en septiembre pasado. “Al igual que con el caso de Matanzas, fue ofrecida sin condicionamientos, por lo que también la agradecimos y aceptamos”.
“Nuestro objetivo sigue siendo promover lazos más amplios con ese país y su pueblo, que incluye ya cerca de dos millones de personas de origen cubano o descendientes de ellas”, sostuvo el mandatario.
Recalcó que el Gobierno de Cuba mantiene la disposición de construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al derecho internacional y las prerrogativas soberanas de cada país. “Esto lo conoce el Gobierno de Estados Unidos y se lo hemos expresado directa y públicamente”.
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en las conclusiones del Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”
La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, consideró el Presidente Díaz-Canel. Foto: Juvenal Balán
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Querido Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Queridas diputadas y queridos
diputados;
Invitados:
Corresponde en esta sesión de la actual Legislatura que el Presidente de la República rinda cuentas de su labor. Lo asumo con entera responsabilidad y con la convicción que tengo de la importancia del mecanismo de la rendición de cuentas para el fortalecimiento de la institucionalidad, que fue un desvelo permanente del liderazgo de la Revolución que nos precede y guía, y en particular del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad.
Acepto esta responsabilidad con compromiso y entrega, protegiendo la unidad y asumiendo la continuidad desde una perspectiva dialéctica, en defensa de la Revolución y de su rumbo en el camino de la construcción socialista. Para hacerlo, comentaré elementos del contexto en que vivimos, elementos también de la política exterior y en el momento en que hemos desarrollado esa política, y valoraciones sobre las situaciones que hemos estado viviendo y de las cuales, por supuesto, me considero el principal responsable.
Me siento obligado a reiterar previamente algunas consideraciones respecto al escenario en que he desempeñado mis responsabilidades, preñado de desafíos y adversidades que nos han impedido avanzar como nos propusimos. Espero que nadie lo reciba como justificación o queja.
Ha sido un año marcadamente complicado en el escenario internacional y que sucede a dos años también extremadamente complicados.
El conflicto militar en Europa ha generado nuevos problemas y agravado muchos de los ya existentes en un mundo castigado por crecientes desigualdades, por la ausencia de compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medio ambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios aún presentes de la pandemia de COVID-19, y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo.
Es un escenario amenazado, además, por el nocivo empeño imperialista de pretender dividir al mundo y generar exclusiones y estigmatizaciones, a lo que se suma la perniciosa tendencia a abusar del desproporcionado poder económico y financiero de los Estados Unidos para aplicar la coerción económica como instrumento preferido de política exterior.
Avanzamos en las relaciones con nuestra región, donde los cambios experimentados posibilitaron la llegada al gobierno de fuerzas políticas comprometidas con proyectos orientados a la justicia social y la defensa de la soberanía, convencidos de la importancia de la integración y la defensa de una región de paz, unida y solidaria.
Suceden estos cambios mientras la realidad económica y social de la región manifiesta niveles alarmantes de pobreza, desempleo, desigualdad y exclusión que, a la larga, favorecen el ascenso de fuerzas políticas de extrema derecha y corte fascista que intentan detener el avance de los movimientos progresistas comprometidos con los intereses y necesidades de las mayorías.
El evento continental y excluyente convocado por los Estados Unidos en la ciudad de Los Ángeles terminó siendo un fracaso político y una demostración del aislamiento que sufre la política imperialista de ese país en la región que José Martí llamó Nuestra América. Constituyó un duro golpe a la OEA y a su dirigencia institucional actual, cuyo desprestigio no tiene comparación.
Aprovecho para reiterar el reconocimiento a los países que rechazaron la exclusión de Cuba de ese evento, lo denunciaron y además condenaron la política de bloqueo recrudecido.
Es también un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana, lo que ha exigido constancia, pensamiento y riguroso accionar apegado a los principios y tradiciones de la política exterior de nuestra Revolución.
Se mantuvo la estrecha concertación política y cooperación con la hermana República Bolivariana de Venezuela. Reiteramos nuestro firme apoyo a la Revolución Bolivariana y chavista y a la unión cívico-militar bolivariana que preside nuestro hermano Nicolás Maduro Moros a quien agradezco el oportuno y reiterado apoyo para contribuir a enfrentar los desastres y accidentes que nos golpearon este año.
Cuba consolidó las relaciones con México, lo que quedó ratificado con la visita de su Presidente al país. Aprovecho para agradecer los inolvidables gestos de solidaridad de Andrés Manuel López Obrador, de su pueblo y su Gobierno ante los accidentes y desastres naturales que enfrentó nuestro pueblo.
Reitero, al mismo tiempo, la solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia y su presidente Luis Arce frente a los intentos de desestabilización promovidos y orquestados por fuerzas de derecha.
Saludo desde aquí al Comandante Daniel Ortega Saavedra y ratifico la solidaridad con su Gobierno y la voluntad de estrechar las relaciones bilaterales en áreas de mutuo interés.
También identificamos áreas de cooperación de beneficio mutuo con la República Argentina. Por eso, saludamos y agradecemos a su presidente y vicepresidenta, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La reanudación de los esfuerzos de paz en Colombia es un logro encomiable y una reivindicación de la postura digna y justa asumida por Cuba en defensa del Derecho Internacional y de los compromisos que asumimos para ayudar a esa hermana nación latinoamericana. Mantuvimos la disposición a continuar como garantes de la Mesa de Diálogos Colombia-ELN.
En el caso de los Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico, como arma de coerción cruel, ilegítima e inmoral, que constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía.
También es evidente la abierta política de subversión y los intentos de desestabilizar nuestro país, con el respaldo de decenas de millones de dólares del presupuesto federal, junto a la tolerancia frente a quienes desde territorio de los Estados Unidos orientan, financian y hasta entrenan a individuos para que cometan actos violentos contra Cuba. Todo eso lo hemos denunciado directamente por los canales diplomáticos y de forma pública.
Hace pocos días el Gobierno de los Estados Unidos dio muestras adicionales de la conducta deshonesta de su política exterior al designar a Cuba como un país en el que supuestamente se persigue la religiosidad. Se trata de una falsedad más de un gobierno que no encuentra justificación para proseguir con el sistema de medidas económicas coercitivas más abarcador y prolongado que haya conocido la historia.
Sin embargo, y a pesar de lo anterior, hemos dado pasos muy discretos dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios y también en otras áreas de prioridad entre ambos países.
Hace pocos meses, a raíz del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el Gobierno de los Estados Unidos nos ofreció alguna asesoría técnica. La agradecimos y aceptamos. También aceptamos el ofrecimiento de unos cien trajes de bomberos con el correspondiente equipamiento de protección, los que finalmente llegaron al país la semana pasada y se están distribuyendo entre las brigadas del Cuerpo de Bomberos.
De igual modo, nos ofrecieron ayuda material valorada en 2 millones de dólares con motivo del huracán que afectó a Pinar del Río, en septiembre pasado. Al igual que con el caso de Matanzas, fue ayuda ofrecida sin condicionamientos, por lo que también la agradecimos y aceptamos.
Nuestro objetivo sigue siendo promover los lazos más amplios con ese país y su pueblo, que incluye ya a cerca de 2 millones de personas de origen cubano o descendientes de ellas.
Mantenemos la disposición a construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al Derecho Internacional y las prerrogativas soberanas de cada parte. Eso lo conoce el Gobierno de los Estados Unidos, al que se lo hemos expresado directa y públicamente.
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en ocasión del aniversario 18 de la fundación del alba-tcp, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Querido compañero Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Estimados hermanos Nicolás Maduro Moros, Comandante Daniel Ortega Saavedra y Luis Arce Catacora, líderes de la resistencia heroica de Nuestra América;
Estimados primeros ministros Ralph Gonsalves y Dickon Mitchell, me complace mucho que estén aquí apenas unos días después de que nos dispensaran inolvidables estancias en sus países;
Estimado primer ministro Roosevelt Skerrit, nuestras más sinceras felicitaciones por la victoria en las elecciones generales celebradas el pasado 6 de diciembre (Aplausos);
Hermanos caribeños;
Jefes de Delegaciones a la XXII Cumbre del ALBA-TCP:
Un abrazo a todos.
Creo que recojo el sentir de las diputadas y diputados de nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular, que se sienten honrados con la presencia de ustedes (Aplausos).
Agradecemos sus palabras de reconocimiento al legado de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, y también las palabras dedicadas a nuestra Revolución y a nuestro pueblo (Aplausos).
No hay dudas de que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías estaban visitando el futuro cuando coincidieron en crear el ALBA.
Fidel y Chávez nos unieron en el ALBA. Nos unieron en una verdadera alianza solidaria.
A 18 años de su fundación la Alianza no solo puede dar pruebas de su necesidad, sino también de su valor como mecanismo de integración al unir voluntades alrededor de la solidaridad, la complementariedad y la cooperación.
Sus proyectos de beneficio popular, las históricas misiones Milagro y Yo sí puedo, obras de profundo calado humano sin precedentes en la región, devolvieron la visión y alfabetizaron a millones de habitantes en Nuestra América.
En varias ocasiones y porque estoy convencido de ello siempre he reconocido que, de todos los bloques que existen en el mundo, el ALBA fue el bloque de integración regional que más rápido mostró resultados concretos de beneficios para sus pueblos.
Se llega a este aniversario cuando América Latina y el Caribe enfrentan una nueva encrucijada para sus destinos, que no puede ser encarada sin la cooperación y la unidad.
La región más afectada por la pandemia de la COVID-19 continúa siendo la más desigual; sufre los efectos del injusto orden económico internacional y hasta los embates de la grave situación creada en otro continente.
Las transnacionales no han cesado de saquear los recursos de la región e incrementar sus márgenes de ganancias, mientras aumentan los precios de la energía y los alimentos. Ha crecido la inflación y en varios países alcanzó los niveles más altos de los últimos años. El acceso a recursos financieros se ha vuelto más difícil y costoso. Aumentó la tensión sobre los presupuestos y se mantiene la agobiante presión de la deuda externa.
En este contexto tiene lugar un avance de fuerzas políticas que se proponen implementar políticas orientadas al desarrollo social y la integración de nuestros países.
Ese avance es el resultado de las luchas sociales y populares para buscar satisfacer las demandas ciudadanas de transformaciones profundas y urgentes de las políticas precedentes que llevaron a grandes masas a la incertidumbre.
Alarmados por ese avance, el imperialismo y sus aliados han acelerado el acoso a candidatos de izquierda, conducen y estimulan procesos judiciales políticamente motivados contra estos, como el que se desarrolla contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, a quien le enviamos un fuerte abrazo y todo nuestro respaldo (Aplausos).
El imperialismo y las oligarquías acuden permanentemente a la desinformación y la manipulación de la realidad latinoamericana y caribeña, a través de los medios tradicionales de comunicación y las redes digitales que controlan.
Sin esconderse, esas oligarquías se agrupan para apoyar a políticos y candidatos con programas de orientación fascista, y declaran su voluntad de impedir a toda costa el triunfo electoral de la izquierda. Para ello recurren también a la burda intimidación de simpatizantes y votantes de partidos de izquierda y progresistas.
Mientras en la región se retoman los caminos de la justicia social y la integración, los Estados Unidos reactivan la Doctrina Monroe, próxima a cumplir 200 años de su proclamación. Sus postulados, que han servido para justificar invasiones, golpes de Estado y presiones económicas a los países durante diversos períodos, ahora intentan limitar la soberanía y, como siempre, imponer el dominio sobre nuestros destinos.
Esas realidades hacen más necesario el impulso a la integración y la cooperación, un empeño en el que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) desempeña un papel clave al probarse como un exitoso foro de concertación. Entonces, resguardar y fortalecer ese legado es nuestro deber y debe ser también nuestro desvelo.
Queridos hermanos:
Este año Cuba recibió el apoyo de 185 Estados del mundo en su lucha contra el criminal bloqueo impuesto al pueblo cubano por el Gobierno de los Estados Unidos por más de 60 años. Igualmente, crece el reclamo de que se excluya a Cuba de la arbitraria lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo. Son estas posiciones que agradecemos profundamente.
Reiteramos nuevamente el más resuelto apoyo al presidente Nicolás Maduro Moros y a la unión cívico-militar que lidera. Saludamos con júbilo los avances logrados por el Gobierno bolivariano y chavista a favor de devolverle a Venezuela los recursos financieros y económicos que le han sido usurpados. La perseverancia, la dignidad y la valentía del pueblo venezolano frente a los continuos ataques en su contra, quedarán en la historia como otro ejemplo de que sí se puede (Aplausos).
Rechazamos contundentemente los ataques y medidas coercitivas unilaterales adoptadas contra la hermana Nicaragua y trasladamos el respaldo al Comandante Presidente Daniel Ortega Saavedra (Aplausos).
Reafirmamos el apoyo solidario y fraterno al Estado Plurinacional de Bolivia y al hermano Presidente Luis Arce, quien ha tenido que enfrentar intentos desestabilizadores de la oposición fascista. ¡Bolivia no está sola, hermano Lucho! (Aplausos.)
Una vez más les reiteramos nuestro respaldo, hermanos caribeños, en su derecho a recibir un trato justo, especial y diferenciado, imprescindible para enfrentar los crecientes retos derivados de los desastres naturales, el injusto sistema financiero internacional imperante y las nuevas y difíciles condiciones generadas como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. No olvidamos, porque lo padecemos también, que el Caribe sufre como ninguna otra región los efectos del cambio climático.
Estimados hermanos:
Saludamos los avances registrados por el ALBA-TCP, en cuyo desarrollo debemos empeñarnos al máximo en 2023, para lograr las metas que nos tracemos en el ámbito económico, comercial y en el impulso de la colaboración en áreas de importancia estratégica.
Nuestros países tienen mucho que compartir en la construcción de una ruta económica y social propia y beneficiosa para todos.
Sigamos uniendo voluntades políticas para rebasar el ámbito declarativo y concretar proyectos con realismo y determinación, como hicieron, antes incluso de nombrarlos, los inolvidables líderes de nuestras tierras.
El 2023 será un año de lucha y de esperanzas. De nosotros depende que sea también un año de avances y de victorias. Con el tesón, la perseverancia y la creatividad natural de nuestros pueblos singulares y resistentes podremos lograrlo.
¡Por estos 18 años de concertación e integración solidaria; por Fidel y por Chávez; por los padres fundadores de América Latina y el Caribe, trabajemos por un ALBA más unida! ¡Un ALBA de solidaridad! ¡Un ALBA de dignidad!
¡Hasta la Victoria Siempre! (Exclamaciones de: “¡Siempre!” y de: “¡Viva la Revolución!”, “¡Viva Raúl!”, “¡Viva Fidel”, “¡Viva Chávez!” y “¡Viva el ALBA-TCP!»)
En virtud de la convicción socialista que caracteriza a nuestro país, se ha propiciado el desarrollo de diversos programas, orientados a buscar soluciones a nuestros más acuciantes problemas económicos y sociales
El General de Ejército Raúl Castro Ruz asistió a la jornada de clausura del Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura. Foto: Estudios Revolución
La participación popular es esencia de la democracia, y sin ella no es posible el socialismo, destacó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, al clausurar ayer, en presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, el Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura.
En consecuencia, ponderó el rol de esta participación a todos los niveles y en todas las actividades, desde el ejercicio de la dirección colectiva hasta la necesidad de privilegiar las diferentes formas del control popular sin que vayan en detrimento del control administrativo.
Refirió que, en virtud de la convicción socialista que caracteriza a nuestro país, se ha propiciado el desarrollo de diversos programas, orientados a buscar soluciones a nuestros más acuciantes problemas económicos y sociales.
Entre ellos, mencionó el programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional; la estrategia para lograr la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional; el enfrentamiento a los planes de la subversión político-ideológica del enemigo; la estrategia para controlar la COVID-19; la implementación del sistema de gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación; así como programas sociales orientados a disminuir las desigualdades, la situación de vulnerabilidad; en función del adelanto de la mujer y contra la discriminación racial, entre otros.
El Jefe de Estado recalcó, además, que es imprescindible barrer con la burocratización que se ha instalado en muchos espacios, ámbitos y dimensiones de la administración.
Ante el complejo contexto económico, resultado de la combinación del bloqueo recrudecido, de los efectos de la pandemia y de la inflación internacional, entre otros factores adversos, afirmó que, como país, debemos buscar salidas, innovar y romper el cerco.
Acotó que en el Plan de la economía nacional para 2023 se definen objetivos que resultan de vital importancia para enfrentar todas las problemáticas diagnosticadas, así como para continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que permitan progresar con mayor efectividad y rapidez.
Se requiere –precisó– continuar implementando medidas que garanticen que la empresa estatal ejerza verdaderamente su papel como sujeto económico principal del modelo de desarrollo económico y social.
Del periodo de sesiones que concluyó, Díaz-Canel resaltó que se aprobaron varias leyes que reforzarán el orden institucional del país, con un papel determinante en el ámbito económico y social.
Este miércoles, en la última jornada de sesiones, Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro, informó que, teniendo en cuenta la coincidencia del 1ro. de enero con un fin de semana, y que el pueblo trabajador ha estado sometido a varias circunstancias adversas, marcadas por el enfrentamiento a importantes eventos naturales y sanitarios, en las cuales demostró su capacidad, firmeza, confianza, además de cumplir con esfuerzo las tareas, se decidió disponer, por esta vez, el receso de las actividades laborales el próximo 3 de enero.
Los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular también aprobaron nombrar al 2023 como Año 65 de la Revolución.
Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”
Un Estado fallido no soporta 62 años de bloqueo recrudecido en medio de una pandemia; tampoco soporta esos golpes una dictadura. Foto: Juvenal Balán
Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Comandantes de la Revolución y del Ejército Rebelde que nos acompañan;
Querido compañero Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Diputadas, diputados, maestras y maestros que nos escuchan:
Concluimos esta Legislatura en un día de extraordinaria significación para Cuba: 22 de diciembre, Día del Educador y aniversario 60 de la Campaña de Alfabetización, primer paso en el camino de la emancipación cultural que abrió las puertas del conocimiento para todos, ubicando a nuestra pequeña nación tercermundista a la vanguardia de la educación y la ciencia en algunas materias.
¡Feliz día, maestras y maestros de Cuba, trabajadores de la enseñanza en todos los niveles! Pido un aplauso para todos los que se hicieron maestros, que es hacerse creadores (Aplausos).
La riqueza e intensidad de los análisis en los que hemos participado durante estos días y los informes de rendición de cuentas, me permiten no abordar algunos temas en el cierre de un periodo de trabajo que no es posible resumir solo en palabras.
Luego de varias sesiones a distancia, hemos vuelto a reunirnos de forma presencial. Este acto, tan simple y común hasta hace dos años, hoy equivale a una victoria; una victoria del esfuerzo, de la disciplina, de la consagración, del talento humano y la acción colectiva; una victoria de la Ciencia, de la Salud, de la integración y del Estado socialista cubano. Y una de las derrotas para los que hablan de Cuba como Estado fallido.
Un Estado fallido no soporta 62 años de bloqueo recrudecido en medio de una pandemia; tampoco soporta esos golpes una dictadura. Rechazamos categóricamente esos términos con los que tratan de ponerle etiquetas a una Revolución que, en sucesivos actos de creación heroica, se ha convertido en ejemplo de real disidencia a la hegemonía global impuesta por la dictadura del capital.
La utilización de algoritmos en redes sociales, a través de los cuales se construyen y acentúan matrices de opinión en públicos diversos, con énfasis en los jóvenes como protagonistas del cambio social; el despliegue de campañas de manipulación, desinformación y fake news que desarrollan los grandes grupos de comunicación pretenden satanizar al sistema político cubano, presentándolo como un régimen dictatorial, arbitrario, tiránico y despótico que funciona sin sujeción a la Constitución y las leyes y en oposición a la democracia liberal que exhiben como el ideal democrático.
Con intención política e ideológica se intenta ocultar la trascendencia que en todos los ámbitos de la sociedad implica la aprobación en referendo popular de la Constitución de la República de 2019, disposición jurídica suprema que contiene los valores, principios y reglas de mayor relevancia.
En ella se estipula que “Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva”. Volver, una y otra vez, a este precepto constitucional permite comprender las esencias del Estado cubano.
El Estado socialista de derecho y justicia social comprende la supremacía constitucional, la legalidad socialista, el control de la constitucionalidad, la protección integral de los derechos consagrados en la Constitución, los tratados y las leyes, el cumplimiento de los deberes, la responsabilidad y la corresponsabilidad, la debida transparencia, la sostenibilidad ambiental y, sobre todo, la realización de la soberanía popular, de la cual dimana todo su poder.
En Cuba, la real y no la construida con etiquetas, epítetos y apelativos, todos estamos obligados a cumplir la Constitución.
La democracia socialista se expresa y se realiza a través de la participación de la ciudadanía en la conformación, ejercicio y el control del poder estatal y de la vinculación permanente de todos los actores del sistema político con el pueblo.
La obligación de respetar, atender y solventar sus demandas y en todo momento someterse a su control, en las formas establecidas constitucional y legalmente, solo es posible y viable en el socialismo.
¿De qué democracia hablan aquellos que privilegian un grupo de derechos en detrimento de otros? ¿Con qué moral califican a este país de antidemocrático? ¿Por qué insisten en condenarnos al ostracismo? ¿Es acaso porque no nos sometemos al poder imperial?
El modelo político que intentan estandarizar, ese que quieren imponer a Cuba y que se sustenta en el neoliberalismo, es incapaz de garantizar todos los derechos para todas las personas; promueve la desigualdad, el egoísmo, la pobreza, el odio, la inseguridad, la discriminación, la violencia, la arbitrariedad, la injusticia y el poder ilimitado de las élites económicas.
La Cuba del siglo XXI, a la que denigran y bloquean, es la Cuba que progresa en el perfeccionamiento de su ordenamiento jurídico, consumando los mandatos constitucionales y reafirmando la voluntad política de cumplir estrictamente la legalidad socialista. Es la que avanza en la tutela judicial efectiva, que garantiza desde el acceso a los tribunales de justicia hasta la ejecución de las resoluciones judiciales.
Nos tildan de tiranía o dictadura, pero es en Cuba donde se somete a consulta popular y a referendo aprobatorio, con fuerza vinculante, un proyecto de ley de la magnitud y el alcance del Código de las Familias, inclusivo, que reconoce la pluralidad de las familias y ampara los derechos de todas y todos en el ámbito familiar, un Código posible en democracia y que afianza nuestra voluntad de promover, reconocer y proteger los derechos humanos y la diversidad.
Este país, al que tratan de doblegar utilizando vías y métodos contrarios al Derecho Internacional, es el que crea, ama y funda; estuvo presente en varios lugares del mundo llevando la luz de la enseñanza y el bálsamo de la salud cuando más se necesitaba, ofreciendo su amistad y solidaridad, y sabe, porque lo prueba todos los días, que “solo el amor engendra la maravilla”.
Este Gobierno al que tachan de incapaz ha sido capaz de gestar la creación y producción de tres vacunas y otros dos candidatos vacunales. Somos uno de los países más avanzados en el proceso de vacunación a su población y el primero que comenzó la inmunización en niños, niñas y adolescentes de 2 a 18 años; porque en Cuba el derecho a la vida, como derecho que permite el ejercicio del resto de los derechos, es prioridad, y la salud pública no es mercancía, es un derecho de todos y responsabilidad del Estado.
Esta isla imperfecta e inconforme siempre con lo hecho, porque aún es poco para lo que podemos alcanzar, está trabajando todos los días por profundizar su democracia y los mecanismos y vías para garantizar, con participación popular, que lleguemos a consagrar en la práctica la promesa martiana de conquistar “toda la justicia”.
Compañeras y compañeros:
La economía cubana ha transitado por un periodo excepcional, marcado por el recrudecimiento del bloqueo y el impacto de la pandemia, con afectación directa en los ingresos en divisas del país, lo que ha incidido en un marcado déficit de ofertas, exacerbando la inflación que tanto afecta y oscurece cualquier avance.
Pero no observamos de brazos cruzados los imponderables de las circunstancias o los zarpazos del adversario, más hostil mientras más resistimos el cerco. Este ha sido también un año de profundas transformaciones, con la aprobación de medidas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista; el incremento de las producciones agropecuarias; el perfeccionamiento de los actores económicos con la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas; la regulación de las cooperativas no agropecuarias y la ampliación del trabajo por cuenta propia; la creación del Sistema de Gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación; así como la labor en los barrios y la atención a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Se estima que al cierre de este año comenzará gradualmente la recuperación de la actividad económica del país.
Ahora urge resolver los problemas que se presentan en las empresas estatales con pérdidas; corregir las desviaciones de la dolarización parcial, que no se ajustan a su diseño, y concentrar el esfuerzo principal en el incremento de las ofertas de bienes y servicios a la población, principalmente de alimentos y medicamentos.
En el Plan de la Economía y en el Presupuesto del Estado para 2022 se definen objetivos que resultan de vital importancia para enfrentar las problemáticas que atravesamos, así como para continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que impulsen el desarrollo del país en el mediano y largo plazo.
Deben corregirse, además, las distorsiones que minan las relaciones entre las entidades estatales y el sector no estatal.
Dando continuidad al perfeccionamiento del comercio interior, combinando las diferentes formas de propiedad y de gestión, deberá avanzarse en la descentralización de competencias a los municipios; así como en el fortalecimiento de los sistemas productivos locales, los encadenamientos productivos y el desarrollo territorial.
En el Presupuesto del Estado es preciso asegurar los ingresos previstos y garantizar el control del gasto a todos los niveles presupuestarios, potenciando el ahorro.
En el transcurso del año hay un tema que ha estado presente en todos los debates, dentro y fuera de este plenario, dentro y fuera del país: la inflación.
Como se ha explicado en estos días y no sobra reiterar: este no es un problema exclusivo de Cuba, es tendencia mundial. La inflación que padecemos es consecuencia de un desequilibrio existente entre la producción y la demanda, al que hemos llegado por diversas causas, la pandemia combinada con los efectos del recrudecimiento del bloqueo y sus consecuencias para la economía, son algunas de ellas. Ese desequilibrio ha causado una subida continua de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos.
Sin embargo, hemos logrado mantener estables durante varios meses los precios de la electricidad, el agua, los combustibles, la canasta familiar, los medicamentos, las inversiones en Salud y Educación, por solo mencionar algunos ejemplos, algo que no sucede en otras partes del mundo tras el paso de la COVID-19, donde se aplican recetas neoliberales y terapias de choque que redundan en la reducción de gastos sociales.
El diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento no es la única causa de los altos niveles de inflación. Hay déficit de oferta porque no producimos lo suficiente; porque se han incrementado los precios de fletes y los costes de las operaciones de importación; porque el bloqueo y la COVID-19 no han permitido disponer de recursos financieros suficientes para destinar a otros frentes productivos.
Como uno de los principales objetivos se proyecta avanzar, dentro de los límites que permite la disponibilidad de recursos, en la recuperación del rol del peso cubano como centro del sistema financiero y en la racionalidad de los precios, priorizando los que resultan más sensibles para la población. En esa dirección se adoptan medidas que estaremos evaluando muy de cerca.
Las discusiones sobre estos temas y el manejo de los presupuestos locales han devuelto un protagonismo imprescindible al municipio como escenario decisivo en la conformación y ejecución de los presupuestos. Es vital entender y desarrollar el ejercicio de gobierno desde su estructura más pequeña, favoreciendo la autonomía del municipio en las decisiones y acciones. Ahí es donde primero tenemos que hacer fuerte el poder popular.
Otro de los desafíos de este año ha sido la generación eléctrica, afectada de modo particular en los momentos más críticos del pico pandémico, como consecuencia de las complejas limitaciones financieras impuestas por el bloqueo en condiciones de pandemia. No haber ejecutado oportunamente los mantenimientos a las unidades de generación y no haber podido adquirir los recursos imprescindibles para la garantía del servicio eléctrico provocaron los indeseables apagones que se hicieron frecuentes a mediados de este año. Aunque no han desaparecido las limitaciones, las capacidades de generación eléctrica se van restableciendo.
En el mes de septiembre se pudo destinar, en muy difíciles condiciones, un nivel de financiamiento para la recuperación paulatina de la disponibilidad de la generación.
Se contrató el servicio de una nueva central eléctrica flotante que se suma a las tres que ya se encontraban en el país, lo que contribuirá a la atenuación de las posibles afectaciones al servicio.
Adicionalmente, continúa la ejecución de mantenimientos en las centrales termoeléctricas, como parte del proceso de recuperación de la disponibilidad de generación, que se mantiene en el próximo año; para garantizarla, se ha decidido priorizar la asignación de recursos financieros al sector.
Ha sido arduo y complejo mantener un servicio eléctrico estable, bajo las condiciones económicas que enfrenta el país; pero no es un milagro, es obra del talento, el esfuerzo y la consagración de los trabajadores del sector electroenergético combinada con el apoyo de amigos y gobiernos solidarios con nuestra resistencia.
Diputadas y diputados:
Contrario al deseo inicialmente compartido por muchos, la experiencia global de la COVID-19 no nos ha conducido a un mundo más solidario, compasivo, humilde y austero.
Las amenazas a la paz y a la seguridad internacionales y al entorno ecológico, del cual depende la vida en el planeta, siguen tan o más presentes que antes de la pandemia. El egoísmo, la concentración de la riqueza, el incremento de la desigualdad y el creciente poder político del gran capital transnacional sobre los gobiernos de numerosos países, son características visibles y cada vez más peligrosas.
En ese escenario internacional convulso tienen que desenvolverse nuestro desarrollo nacional y la política exterior, sin abandonar los compromisos con la paz y en contra del armamentismo, los deberes en el esfuerzo común para proteger el medio ambiente y el equilibrio climático, así como los valores solidarios y de amistad con otros pueblos y la defensa de las causas justas.
Seguiremos promoviendo la integración de la región latinoamericana y caribeña, la defensa de la verdadera y definitiva soberanía de las naciones que la integran, y la salvaguarda de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
En el transcurso de este año, los procesos electorales en Perú, Nicaragua, Venezuela, Honduras, Chile y en naciones hermanas del Caribe continuaron configurando una correlación de fuerzas más favorable a la defensa de la soberanía, la justicia social y la integración regional.
Los desafíos son grandes, pero observamos con esperanza, respeto y solidaridad los esfuerzos por recuperar los avances sociales que malogró el neoliberalismo, y los procesos de integración y cooperación genuinamente latinoamericanos.
Somos un país de paz, con vínculos de amistad y respeto en todos los rincones del planeta, con relaciones de cooperación vastas y mutuamente provechosas con numerosas naciones.
La significativa presencia de estudiantes de varias naciones en Cuba y la práctica enriquecedora de decenas de miles de profesionales cubanos en casi todos los continentes se traducen, al cabo de varias décadas, en lazos culturales entrañables que nos acercan a otros pueblos de un modo especial.
Continuaremos trabajando activamente en el marco de las Naciones Unidas y en defensa del multilateralismo.
A un año de nuestra entrada en condición de Observador en la Unión Económica Euroasiática, se logran avances significativos en los vínculos que fomentamos con esa agrupación emergente.
El Gobierno de los Estados Unidos ha determinado convertir la agresión a Cuba en su política oficial y, tras apostar sin éxito a asfixiarnos con el recrudecimiento del bloqueo en medio de la pandemia, trata de alterar la paz y la tranquilidad ciudadanas. Esta política vil y genocida, marcadamente oportunista, concita el rechazo de la comunidad internacional.
Sobre este tema se ha hablado lo suficiente y el pueblo está bien informado. A pesar de ello, no renunciamos a desarrollar, en condiciones de igualdad y respeto mutuo, una relación constructiva con el Gobierno de los Estados Unidos. Entretanto, facilitamos y promovemos los lazos con el pueblo de ese país, en todas las esferas posibles y con énfasis especial en la comunidad de origen cubano que allí reside.
Estamos convencidos de que los grandes problemas que hoy enfrenta la humanidad y los que encarará en el futuro solo pueden resolverse por la vía de la cooperación y no de la confrontación.
En los últimos meses hemos recibido, desde muchas partes del mundo, muestras extraordinarias de solidaridad, de identificación con la causa de Cuba a favor de la justicia, de respeto por el aporte de nuestro pueblo a los más necesitados, de rechazo a los planes desestabilizadores del Gobierno de los Estados Unidos y al criminal bloqueo económico, así como de admiración por la capacidad de levantarnos tras enfrentar los desafíos más agudos.
Agradecemos entrañablemente la campaña internacional promovida por cubanos residentes en el exterior y amigos solidarios alrededor del mundo, en especial en los Estados Unidos, en defensa de Cuba, en contra del bloqueo y del resto de las medidas que obstaculizan el desarrollo del país y a favor del vínculo natural que debe existir entre connacionales en el extranjero y sus familiares y allegados en Cuba.
Reiteramos la invariable decisión de continuar fortaleciendo y diversificando los vínculos con nuestros nacionales en el exterior, sobre la base del respeto irrestricto a la soberanía y a la independencia de la Patria.
Compañeras y compañeros:
En el complejo escenario internacional que hemos descrito, las relaciones económicas con el exterior han estado sensiblemente afectadas; por eso me interesa reiterar el agradecimiento a las compañías extranjeras que se han mantenido firmes en estas circunstancias y a quienes, a pesar de amenazas y presiones, siguen apostando por Cuba.
Con independencia de bloqueos y otros factores objetivos externos, no desconocemos la persistencia de problemas internos que limitan las potencialidades para la atracción de inversión extranjera; eliminarlos seguirá siendo prioridad en el trabajo del Gobierno, que ratifica la voluntad de incrementar la participación de la inversión extranjera directa, como una fuente importante para el desarrollo económico y social del país.
Sin desconocer las transformaciones que se han realizado, es necesario retomar el llamado realizado más de una vez por el General de Ejército Raúl Castro Ruz a despojarnos de prejuicios y falsos temores contra la inversión foránea. Son expresión de esta determinación las recientes adecuaciones realizadas a las políticas de este sector, que reconocen la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de actores económicos no estatales constituidos en personas jurídicas.
Se suman las decisiones que venimos adoptando para ampliar y flexibilizar las posibilidades de participación del capital foráneo en diversos sectores de la economía, el papel creciente que concedemos a los gobiernos locales en ese objetivo, el diseño de nuevas oportunidades con montos de inversión más pequeños y la determinación de concretar inversiones extranjeras en las que participen cubanos radicados en el exterior.
En una economía abierta como la de Cuba, la eficiencia del comercio exterior resulta fundamental. Es imprescindible seguir avanzando en aspectos como la sustitución efectiva de importaciones y el uso adecuado de las consignaciones para contar de manera oportuna con insumos, materias primas y equipamiento, que tienen un impacto decisivo en el funcionamiento de la economía.
Del mismo modo, las medidas adoptadas para estimular las exportaciones, aplicando resortes económicos que beneficien directamente a los productores, y las acciones para el fomento de rubros exportables desde los territorios, nos permiten avizorar resultados más positivos en esta actividad.
Consideramos perentorio aprovechar mejor los proyectos de cooperación, buscando mayor impacto y resultados productivos y evitando gastos e importaciones superfluas o secundarias al objetivo principal.
Diputadas y diputados:
Cumpliendo con el intenso cronograma legislativo que nos trazamos, durante estos días hemos aprobado importantes legislaciones en intensas jornadas, como la Ley de los Tribunales Militares, la Ley del Proceso Penal Militar y la Ley de Ordenamiento Territorial y Urbano y la Gestión del Suelo. Igualmente, como parte de la agenda de este periodo de sesiones, tuvo lugar la rendición de cuentas del Primer Ministro, en crítico y abarcador informe, y del Gobierno Provincial de Sancti Spíritus, cumpliendo así con esta obligación constitucional que representa un rasgo distintivo de nuestra democracia socialista.
Mención aparte para el Proyecto de Código de las Familias, que será sometido a consulta popular para continuar enriqueciéndolo con el aporte de todos. El interés es lograr una disposición legal atemperada a estos tiempos, que refleje la realidad socio-cultural y las distintas problemáticas que se manifiestan en la cotidianidad de nuestras vidas.
Su contenido es una expresión más de la sensibilidad que caracteriza y define a la Revolución Cubana. Enaltece la dignidad humana como valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes refrendados en la Carta Magna. No impone modelos o tipos de familia, sino que reconoce una realidad innegable que ha de regularse y protegerse jurídicamente.
Es una norma de profundas raíces científicas, que se apoya en investigaciones avanzadas en materias como Psicología, Sociología, Pedagogía y Derecho. Los profesionales cubanos más destacados de estas especialidades, con admirable rigor, han sido capaces de resumir en una ley los derechos y deberes de las vidas diversas y valiosas de la población cubana. Para ellos nuestro reconocimiento y admiración (Aplausos).
Sin dudas, estamos ante un texto que proyecta el presente y el futuro de la sociedad que somos y en cuyas esencias late, más allá de las palabras, el espíritu sensible, humano y profundamente revolucionario de una mujer de vanguardia como Vilma Espín (Aplausos).
Ella, junto a Raúl y a Fidel, cada uno desde sus respectivas responsabilidades, impulsaron en diferentes momentos de la Revolución, la comprensión y el avance de nuestras leyes de familia, que involucran problemas siempre complejos. La doctora Mariela Castro Espín tiene también un mérito indiscutible en el impulso posterior a esa batalla en la que ha sabido participar con la ternura y la firmeza de su madre, que tanto recordamos hoy (Aplausos).
Por todas estas razones hago mía la invitación del querido amigo Miguel Barnet para sumarnos a lo que él, con palabras de poeta, ha definido como un canto por los derechos humanos de todas y todos (Aplausos).
Compatriotas:
En unos días estaremos llegando al aniversario 63 de la Revolución. Ya soplan aires de fiesta y es justo y necesario que celebremos haber vencido un año tremendo; pero no olvidemos ni por un instante los aprendizajes que nos dejó el periodo más duro de los 365 días que terminan. Estamos convocados todos a hacer sostenibles en el tiempo los resultados en la contención de la COVID-19, que tantas esperanzas despiertan en el pueblo por las señales de recuperación que se advierten.
Será preciso cerrar los esquemas de vacunación y continuar con las dosis de refuerzo, mientras los investigadores evalúan en qué momento se vuelven a aplicar; así como mantener fuertes medidas de vigilancia epidemiológica y la atención a los convalecientes.
Los científicos evalúan el comportamiento de cada nueva cepa como la Ómicron, siguen la experiencia internacional y proyectan nuevos protocolos. La ciencia y la innovación, en función de la salud, se enfocan ya en los nuevos problemas que debemos enfrentar y superar.
En Estados Unidos y Europa vuelven a vivirse las tensiones de los picos pandémicos y de ambas partes ya están llegando los afectos y los abrazos que la familia añora. Sería un error creer que los buenos números de la pandemia que ahora tenemos durarán para siempre si no actuamos con suficiente responsabilidad y racionalidad. Nuestros científicos y médicos nos están advirtiendo. En honor a ellos, por respeto y consideración, mostremos sabiduría y prudencia. Que el exceso de entusiasmo no nos robe las alegrías del año que viene.
Al hacer un balance de lo vivido, resalta un récord olímpico y mundial: la respuesta que ha dado el país a los numerosos problemas y desafíos que enfrentamos. ¡Ese mérito es del pueblo! (Aplausos.) Del valor y del talento que hay en el pueblo, del que emergen todos cuantos han aportado a la resistencia creativa de este año de pruebas.
Como dijo una vez Fidel, algún día habrá que levantar un monumento al pueblo cubano (Aplausos). En ese monumento él puso la primera piedra como conductor y máximo líder del proceso de liberación, y lo engrandeció materializando sueños tan generadores de otros sueños como esa Campaña de Alfabetización que hoy conmemoramos. Fidel, Raúl y sus compañeras y compañeros de la Generación del Centenario enfrentaron y vencieron desafíos colosales que engrandecen ese monumento (Aplausos).
La Continuidad que nos honra representar tiene el deber de hacer su parte ¡y la hará! (Aplausos). No imitando, no copiando, no esperando que las soluciones broten solamente de la historia; porque lo que la historia tiene para darnos es un acumulado de originalidad, de soluciones osadas y de creación heroica.
Nos toca completar ese monumento saltando por encima del bloqueo, de nuestras limitaciones, dificultades y frenos.
El año 2021 fue una gran escuela de lo que ya no podemos ni debemos seguir haciendo, y de lo que sí podemos y debemos hacer.
¡Los convoco a pensar y actuar. A estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos. A trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobio. Con la inteligencia de nuestros científicos, con la entrega consagrada del personal de la Salud, con el coraje y la disciplina de nuestras instituciones armadas, con el optimismo y la fe de nuestros campeones del deporte, con la osadía y la creatividad de nuestros jóvenes, con la pasión estremecedora de nuestros artistas! (Aplausos.)
¡En esta Cuba siempre será posible hasta lo imposible!
Que cada obra sea un canto a la Patria y a la Revolución, con mirada crítica y autocrítica, pero siempre comprometida, como lo hiciera el trovador, nuestro Vicente Feliú, hasta el último aliento: “Créeme que soy feliz abriendo una trinchera” (Aplausos).
Por el año vencido y por el que nos disponemos a vencer:
¡Felicidades a Cuba! (Aplausos.)
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Ovación.)
Díaz-Canel expresó: ¡Los convoco a pensar y actuar.iA estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos.iA trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobio! Foto: Estudios RevoluciónEn el Presupuesto del Estado es preciso asegurar los ingresos previstos y garantizar el control del gasto a todos los niveles presupuestarios, potenciando el ahorro. Foto: Juvenal BalánFoto: Estudios RevoluciónFoto: Estudios Revolución
Sesiones del Parlamento en su IX Legislatura. Autor: Abel Rojas Barallobre
Con la presencia del General del Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y de Miguel Díaz- Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, comenzó este martes el 8vo. Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), en su IX Legislatura.
Raúl y Díaz-Canel asisten a la jornada en la cual se analizan asuntos vitales de la económica y social del país. Foto:Abel Rojas Barallobre En el Palacio de Convenciones de La Habana para analizar asuntos vitales de la vida económica y social del país. Se trata por ejemplo del resumen de la Economía del año 2021, el Plan para 2022 y el proyecto de Ley del Presupuesto del Estado para igual periodo.
Igualmente, serán analizados los dictámenes de los cuatro proyectos de leyes presentados en días previos: Ley de Tribunales Militares, la del Proceso penal militar, la de Ordenamiento territorial y urbano y la gestión del suelo, además del Código de las Familias.
Asisten también a esta sesión parlamentaria, el compañero José Ramón Machado Ventura, y los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías. Además, Esteban Lazo Hernández, presidente del Parlamento y del Consejo de Estado, señaló, que «sentimos la presencia y guía de Fidel, nuestro Comandante en Jefe».
Una sesión presencial
Al comenzar la jornada, Lazo Hernández expresó que la positiva situación epidemiológica y control sostenido sobre la pandemia ha permitido a la dirección del país declarar desde el pasado día 15, el retorno a nueva normalidad, sin abandonar cumplimiento de los protocolos. Por estas razones, apuntó, se ha convocado la realización de este período de sesiones con la presencia física en esta sala de los diputados.
Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Octavo Periodo Ordinario de Sesiones del Parlamento cubano. Foto:Abel Rojas Barallobre Igualmente, señaló que resulta de especial significación que esta sesión se desarrolle en momentos próximos a concluir el tercer proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores correspondiente al 17mo. período de mandato de las Asambleas Municipales del Poder Popular.
Este proceso se ha desarrollado satisfactoriamente, con una amplia participación del pueblo y una adecuada preparación de los delegados, resultando ello una expresión genuina de nuestra democracia socialista, señaló el Presidente del Parlamento.
Destacó que al mejor desarrollo del proceso de rendición de cuenta ha contribuido la labor de transformación que se desarrolla en barrios y comunidades del país con la participación directa del pueblo en la solución de muchos de sus planteamientos.
En otro momento de su intervención, Lazo Hernández significó que desde octubre último se ha conmemorado los 45 años del Poder Popular, período que ha permitido reconocer a fundadores, delegados, cuadros y trabajadores de este sector. Añadió que desde las oficinas auxiliares de la Asamblea Nacional «hemos desplegado también un grupo de actividades en conmemoración de este aniversario que redundan en el perfeccionamiento del Poder Popular».
Nuevos diputados
En correspondencia con lo establecido en la Ley Electoral, que establecen el procedimiento para cubrir los cargos vacantes de diputados, se procedió a la elección de 13 compañeros para desempeñarse como tales.
Se trata de Víctor Rojo Ramos, por San Cristóbal, Artemisa; Walter Baluja García, por Melena del Sur, Mayabeque; Renier Elio Fernández, por Bejucal, Mayabeque; Karla Santana Rodríguez, por Habana Vieja, La Habana; Andrés Laureano González Brito, por Matanzas; Jorge Luis Broche Lorenzo, por Matanzas; y Mayra Arevich Marin, por Colón, Matanzas.
Igualmente, asumen como diputados Ydael Pérez Brito, por Baraguá, Ciego de Ávila; Joel Queipo Ruiz, por Camagüey; Manuel René Pérez Gallego, por Las Tunas; Rogelio Polanco Fuentes, por Holguín; Ricardo Riger Tejeda, por Holguín; y Emilio Matos Tejeda, por Yateras, Guantánamo. También lo hizo Carlos Luis Rivero Torres, por Marianao, La Habana, que no pudo hacerlo en el Período de Sesiones anterior.
En correspondencia con lo establecido en la Ley Electoral, se procedió a la elección de 13 compañeros como nuevos diputados. Foto:Abel Rojas Barallobre
Cuba proyecta continuar su gradual recuperación económica en 2022
Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, informó a los diputados que la economía cubana proyecta continuar su gradual recuperación en 2022 y espera alcanzar un crecimiento del PIB, a precios constantes, en el entorno del 4 por ciento, para lo cual resulta clave el control de la pandemia.
Alejandro Gil, vice primer ministro y Ministro de Economía, en el Octavo Periodo Ordinario de Sesiones del Parlamento cubano. Foto:Abel Rojas Barallobre
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