Cabalgando en el recuerdo: el primer ocho de marzo en Cuba

Género

Marilys Suárez Moreno – Revista Mujeres.- El espíritu cercano del Dia Internacional de la Mujer anda atareado por estos días en que las cubanas y las mujeres del mundo entero se aprestan a celebrar la jornada por el Ocho de Marzo. Fecha celebrada en Cuba por primera vez en 1931


La tarde de ese día, se efectuó en el Centro Obrero de Cuba, ubicado entonces en Revillagigedo No. ocho, en la Habana Vieja, el primer Dia Internacional de la Mujer cubana. Gobernaba el tirano Gerardo Machado y la mayoría de las mujeres que allí se encontraban, manteniendo la huella hereditaria de Mariana Grajales y de Ana Betancourt, la pionera en reclamar los derechos civiles de la mujer en una época en que aun el pueblo cubano no había logrado su independencia, clamaron por reivindicaciones salariales y llamaron a la unidad de la clase obrera y las fuerzas femeninas.

Una joven dirigente al frente del Sindicato Textil, Panchita Batet, integrante de la comisión que organizara el evento y una activa sindicalista, fue una de las oradoras de ese día en que se llamó también a propagar la actividad sindical y la unidad del movimiento femenino.

Otra compañera muy querida por las luchadoras de aquellos convulsos años de la República mediatizada, Charito Guillaume, también habló esa tarde, hará 92 años este Ocho de Marzo. En el transcurso de esos años y de acuerdo con la situación reinante en ellos, las reivindicaciones principales de las cubanas pasaban por el derecho al voto, pues con el mismo reclamaba la absoluta igualdad de derechos y luchaban por sus intereses pertinentes.

Casi siete décadas después, triunfante la Revolución, la otrora joven sindicalista e integrante del movimiento de vanguardia de las luchadoras cubanas entonces, recordaría que al iniciarse la segunda parte del programa con la presentación de un grupo artístico, éste no pudo actuar, pues la policía irrumpió en el local y a toletazos desalojó el lugar.

A medida que se desarrollaba la comprensión femenina sobre los derechos inherentes a su condición, las consignas se hicieron más variadas y amplias, pasando gradualmente  de la reivindicación por el derecho al voto a las destinadas a crear las condiciones que garantizaran el ejercicio de ese derecho y por sus intereses particulares

Hoy la fecha en Cuba discurre por otros derroteros, diferentes a los de sus congéneres en los años de república mediatizada y en otras muchas otras partes del planeta, en que este día se matiza con despidos, reivindicaciones, reclamos y hasta represión.  Lejos de las luchas que tuvieron que librar nuestras antecesoras. Pese a lo cual, el contenido específico y particular de las consignas y peticiones esgrimidas por las mujeres en sus países respectivos con motivo del Ocho de Marzo, transitan por la afirmación de su papel en la sociedad, como trabajadoras, madres y ciudadanas.

Sobran ejemplos de su coraje y valentía, entrega y patriotismo, demostrando la veracidad del apotegma martiano que dice:”Las campañas de los pueblos solo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de las mujeres”.

Y porqué todo ello es cierto, esta mujer que hoy se crece en su entrega, es la misma parte de esa fuerza vital que durante todos estos años ayudó a cimentar con su esfuerzo la obra de la Revolución, la que le da a la vida, según nuestro Héroe Nacional José Martí, un sabor singular e imperecedero.

Mujer de tiempos heroicos y difíciles, partícipe activa de cuanto hacemos y soñamos, ellas van de la mano de la esperanza con el mismo brío y fervor revolucionario de los años fundacionales.

 ¡Felicidades, mujer en tu día, que son todos.

De ellas y por ellas, la entereza de un país (+ Video)

En Cuba, cuna de una Revolución feminista desde la raíz, hablar de mujeres remite a muchas de «corazón sagaz» que entregaron todo de sí en pos de «quehaceres más difíciles y superiores»

Autor: Yeilén Delgado Calvo | nacionales@granma.cu

foto: Ismael Batista Ramírez
Foto: Ismael Batista Ramírez

La condición de mujer es tan ancha como el universo. No hay un solo tipo ni manera de serlo. Entender y respetar esa diversidad dentro del género, comprender las inequidades que se esconden tras los mandatos culturales, y apostar por una verdadera equidad, que se alce sobre las injusticias para garantizar derechos y oportunidades, son claves de una jornada como la del 8 de marzo, nacida para la reivindicación.

En Cuba, cuna de una Revolución feminista desde la raíz, hablar de mujeres remite a muchas de «corazón sagaz» que entregaron todo de sí en pos de «quehaceres más difíciles y superiores».

El atrevimiento de Ana, la dolorosa viudez de Amalia, la reciedumbre de Mariana, la maternidad de Manana desgajada en Punta Brava, la decisión de Haydee, la temeridad de Vilma, la operatividad de Celia, contribuyeron a un camino de independencia que no podría haber sido fundado si las mujeres hubieran permanecido de espaldas al sueño de la nación.

Son muchísimas las que se alzaron en la manigua, las que trabajaron en la emigración para reanudar la guerra, las sufragistas de la República, las clandestinas contra la dictadura, las que se sumaron a ser milicianas, a alfabetizar, a hacer un país nuevo todos los días.

También son muchísimas las que hoy contribuyen a sostener una Cuba signada por la hostilidad enemiga, y lo hacen desde el plano público o en la privada crudeza de los hogares. Los nombres de algunas pasarán a la historia, los de la mayoría permanecerán en el anonimato, pero no cabe duda de que su dignidad es la de un pueblo y su entereza la de un país.

Por eso sirve el Día de las mujeres, sí, para reconocer lo que se ha logrado –que es considerable– en paridad de salarios, en acceso a educación y empleo, en representatividad parlamentaria, en derechos sexuales y reproductivos, en materia legislativa, en respeto y reconocimiento…

Pero también es día para recordar que el machismo está fuertemente imbricado en nuestra cultura y no es posible aceptarlo como un mal natural; que la recarga doméstica de las mujeres no solo existe sino que es injusta; para entender que la violencia no es un fenómeno «en el que nadie se debe meter», sino un flagelo que a la sociedad en pleno toca abordar porque destruye vidas…

En un asunto tan complejo como lo es la inequidad de género, seguir revolucionando parece ser la clave para alcanzar cada vez más justicia social.

No es que hoy no puedan regalarse flores ni reconocer determinadas fortalezas, sublimidades o entregas; se trata de entender que para las mujeres sería mucho más fácil si desaparecieran las imposiciones del patriarcado, y que es vital en esta jornada reparar en que queda mucha lucha revolucionaria para todos los otros días. Una lucha de ellas y por ellas.

Otra vez los mismos…

Aepppa

Por desgracia este año no pude asistir a la manifestación del 8 de marzo en Madrid, así que me entretuve por la noche viendo en Youtube lo que durante la manifestación otras personas habían grabado con sus móviles.

Me llamó la atención una serie de pancartas que llevaban unas decenas de personas sobre la situación de las mujeres en Cuba y la supuesta represión que el gobierno cubano ejercía sobre aquellas que estaban en prisión.

Pero lo más curioso, es que este grupo estaba enclaustrado entre las pancartas del Partido Comunista de España e Izquierda Unida. Me sorprendió y decidí fijarme un poco más. No tardé en darme en cuenta que era un grupo de provocadores todos con diferentes dispositivos de grabación de vídeo, los mismos que en cualquier otra manifestación buscan provocar a las organizaciones de izquierda para conseguir salir en los medios de comunicación.

No me fue difícil localizar entre esa “muchedumbre” al presidente de la reaccionaria asociación anticubana, Movimiento: Acciones por la Democracia y militante de VOX, Lázaro Mireles Galbán, acompañado de Liz Solanch Calvo, Vocal de la Red Femenina de Cuba y ex Community Manager de la revista digital el Árbol Invertido, medio que solapadamente y a veces de manera abierta, es crítica tanto con el Gobierno, como con la propia sociedad cubana. Esta revista con nexos concretos con Aimel Rios Wong, Director del Programa Cuba en la National Endowment for Democracy (NED, por sus siglas en inglés).

Como no tenía mucho sueño observé los diferentes videos y el montaje de los mismos, apreciándose cómo las manifestantes parecen formar parte de su cortejo, y no, las mujeres y hombres reivindicando, de una manera no violenta y festiva, la lucha por la igualdad entre todos en el Día Internacional de la Mujer. Es más, ni se percataron de la existencia de este grupo c/r. No así un grupo de mujeres palestinas que les afeo su conducta y que fueron insultadas y agredidas por estos asalariados de la reacción cubana de Miami.

La estrategia de enclaustrarse en las manifestaciones de la izquierda para forzar el enfrentamiento es muy antigua, ya lo describía Goebbels en sus manuales de cómo reventar una marcha pacífica de los obreros alemanes. Pero en esta ocasión, el uso de la manifestación por el 8 de Marzo, es más patético. Si hay un Estado que ha conseguido llegar a la máxima igualdad entre hombres y mujeres, en el seno de una revolución igualitaria, sin dudas es la Revolución Cubana.

Desde el primer día, las mujeres jugaron un papel fundamental en el éxito del proceso revolucionario y en la lucha por conseguir, primero, la mejora de las condiciones de vida de las mismas en la Isla, para luego, convertirlas en agentes de igualdad política, cultural y social.

Ni una solo nación de su entorno y menos Estados Unidos, que se encuentra a tan pocas millas de sus costas, presume de ser adalid de la libertad y la democracia, al tiempo que asfixia con sanciones y bloqueo al pueblo cubano; le puede igualar en políticas de igualdad entre hombres y mujeres, máxime ahora que prepara un Nuevo Código de Familia* (1) que va a convertir a la nación caribeña en el país con una de las leyes inclusiva más avanzada de toda Iberoamérica.

Reivindicar el papel revolucionario de Vilma Espín, María Antonia Figueroa, Asela de los Santos, que fue Ministra de Educación, y Gloria Santos, que junto a otras mujeres y hombres, asaltaron el cuartel Moncada, es siempre un orgullo, y su lucha siempre tiene que estar en nuestra memoria.

*(1) https://twitter.com/aepppa/status/1502266678654246920…