Reconocen los odiadores de Miami que fracasaron con su agresión, para avergonzar al Gobierno cubano durante el Clásico de Beisbol
Autor: Alfonso Nacianceno | nacianceno@granma.cu

«No estoy para la política», decía en su espalda la camiseta que usaron los odiadores, en la indecente provocación armada previa al partido de Cuba y Estados Unidos, en el Clásico Mundial de Beisbol. Tal acción fue una vergonzosa muestra de brutalidad, intrínseca del sistema imperante en el poderoso país.
Anunciada días antes, la exacerbada agresión a los peloteros del Team Asere se tornó peligrosa dentro del estadio, cuando en tres ocasiones los atacantes se lanzaron al terreno, en provocación que intentaron eliminar con el personal dispuesto por los organizadores, cuando en realidad debía estar activada la policía para que contuviera a los nefastos autores.
Pero, ese cuerpo carga con demasiados descréditos de brutalidad policial, y tal vez le quisieron evitar que incurriera en uno más, o la administración de Joe Biden se hizo de la vista gorda ante lo llevado a cabo, porque seguro debieron tener permiso de las autoridades políticas para tal provocación en un lugar tan céntrico de la ciudad.
«Anote uno para los exiliados cubanos en Miami», acotaba la prensa allí, preguntándose de manera «ingenua» que, «al parecer, ellos no conocían que en Cuba son conocidos como odiadores». Le reclaman a fox Network, por «mantenernos a todos en la oscuridad, alejándose de esa acción política» –recordemos la frase «no estoy para la política»– y le protestan a esa empresa por tomar esa decisión de no ponerlos en pantalla.
No tenemos acciones en la mencionada televisora, pero, tal vez, con acierto, lo catalogaron como un bochornoso acto agresivo contra un equipo de beisbol que, aun en medio de tan difícil situación, peleó hasta el final, en desventaja cualitativa frente al elenco de casa, lo cual deslució la valía de sus estrellas de Grandes Ligas, ganadores del encuentro.
Después del juego, última parada del indecente episodio, varios participantes –según confesión hecha de mala gana por ellos mismos– dijeron que «estaban desalentados por haber sido amordazados», pues no cumplieron su propósito «porque tenían la esperanza de avergonzar al Gobierno cubano en un escenario mundial, durante el Clásico».
Como siempre ocurre, hoy sus periódicos en Miami, ni en otras partes de Estados Unidos, no hacen alusión a que es el segundo mejor resultado de Cuba en estos eventos, con el cuarto lugar entre 20 países. Lejos de reconocer a los cubanos de la mlb que se unieron en el gran Team Asere, los criticaron. Y mucho menos mencionaron el recibimiento que les dedicó el pueblo cubano –a lo largo de toda la Isla– con su máxima expresión en la bienvenida, a coliseo desbordado, en la Ciudad Deportiva.