Los días del maestro

Una poderosa razón avala que el 22 de diciembre se celebre en Cuba el Día del Educador, en franca alusión a quienes dentro del sistema de enseñanza se desempeñan ante un grupo de estudiantes para contribuir a su formación académica

Autor: Madeleine Sautié | madeleine@granma.cu

El 22 de diciembre de 1961 Fidel declaró al país Territorio Libre de Analfabetismo. Foto: Korda, Alberto

Una poderosa razón avala que el 22 de diciembre se celebre en Cuba el Día del Educador, en franca alusión a quienes dentro del sistema de enseñanza se desempeñan ante un grupo de estudiantes para contribuir a su formación académica.

Ningún cubano podría desconocer que ese día de 1961, concluida la Campaña de Alfabetización, Fidel declaró al país Territorio Libre de Analfabetismo, sellando así una de las más grandes proezas de la Revolución Cubana y la mayor de sus gestas culturales. La fecha, recordada cada año con gratitud, exhorta el trabajo realizado por esos profesionales que habrán de depositar en cada educando «toda la obra humana que le ha antecedido».

No basta ocupar un puesto al frente del salón para ser, con todas sus letras, maestro. Cuando de veras se es, los alumnos lo identifican de entre los que tan solo transmiten conocimientos. Serlo no es cosa de un día, ni de dejar de serlo cuando el aula se ha vaciado.

¿Quién podría olvidar a aquellos seres de los que se guarda no solo el saber recibido un día, sino también el saldo ganado ante una situación abrumadora? ¿Cómo habría de borrarse la imagen del que nos enseñó a creer en los valores colectivos del equipo, el que impulsó al rezagado; el que demostró al impetuoso que no hay fortaleza mayor que la del bien puesto en función de los demás? ¿Cómo no aplicar después, en el curso de la vida adulta, la generosidad venida del maestro que educó el carácter cruel del indolente, o que contribuyó a fortalecer la personalidad frágil del burlado del grupo?

Mucho ha tenido siempre que hacer el maestro en pos de su propio pulimento para ser desde su tribuna «evangelio vivo». Ser maestro entraña un mayúsculo compromiso, que va desde el respeto irrestricto a sus estudiantes, al ofrecerles con calidad la materia, hasta la compostura propia, espejo de aquellos a quienes se dirige. En tiempos analógicos no hubo para niños y adolescentes ser más influyente; y en los de la realidad virtual, no hay favoritos que puedan ejercer mayor influjo que el del maestro, si sabe pulsar las fibras espirituales de sus alumnos.

Corresponde al maestro poner a salvo, y a tiempo, el espíritu atormentado del estudiante en problemas, con igual amor que el que pone cuando da sus clases. No hay función didáctica más efectiva que ser ante ellos portador de ternuras. Le incumbe, también, despertar en ellos el hábito provechoso de la lectura, y para ello, tiene primero que ser un lector, apasionado estudioso de la obra excelsa de Martí, perseguidor incansable de los mejores patrones esgrimidos por la cultura universal.

De imprescindible valor será su contribución en la construcción del país que soñamos, sostenido en un proyecto profundamente humano que debe conocer y difundir al dedillo. Con sus coordenadas latiéndoles en el corazón, le corresponde iluminar el camino.

Detector de oscuridades, el maestro será aureola, y hallará, con todo tacto, las rendijas para que en sus alumnos entre, gozoso, el entusiasmo y disfruten el placer de construir en lugar de sentirse merecedores de todo sin haber movido un dedo. Cuando todo esto haya hecho, cumplirá el maestro con el verdadero objeto de la enseñanza, aquel que en el decir martiano no tiene más razón que «preparar al hombre para que pueda vivir por sí, decorosamente, sin perder la gracia y generosidad del espíritu, y sin poner en peligro con su egoísmo o servidumbre la dignidad y fuerza de la patria». 

¿Cuándo va a morir la Doctrina Monroe?

Por Ibis Frade

Estados Unidos es muy diferente hoy al de hace 200 años, cuando la esclavitud aún existía allí y el país estaba en conflicto con potencias europeas, en gran medida por el control de territorios

Si bien mucho evolucionó la Humanidad hasta la fecha, administraciones norteamericanas contemporáneas siguen empleando en sus relaciones con América Latina una política cuyos inicios datan de 1823.

Una y otra vez la utilizan ahora como base para justificar acciones: la tan llevada y traída Dotrina Monroe, con su significación más conocida de “América para los americanos”, buscaba en sus comienzos asegurar el dominio de Washington en tierras que fueron colonias de metrópolis europeas, como España.

Casi dos siglos después del planteamiento de esa idea, en pleno siglo XXI, el entonces secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en un discurso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2013, dio por muerta a la Doctrina Monroe al asegurar que su era había terminado.

Un lustro posterior, en septiembre de 2018, al hablar en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la “revivió”.

Aquí en el hemisferio occidental, estamos comprometidos a mantener nuestra independencia de la intrusión de potencias extranjeras,manifestó en referencia al apoyo de China y Rusia a varias naciones latinoamericanas.

Según indicó Trump en esa oportunidad, la política formal de Estados Unidos desde el presidente James Monroe (1817-1825) dicta que“rechacemos la interferencia de naciones extranjeras en este hemisferio y en nuestros propios asuntos”.

De un plumazo se borraron las palabras de Kerry, quien formó parte del gabinete de Barack Obama (2009-2017), mientras Joe Biden era por aquella fecha el vicepresidente de Estados Unidos.

En enero de 2021, Biden asumió la presidencia de la nación norteña y son muchas las interrogantes que surgen sobre cuál será su posicionamiento hacia América Latina y el Caribe durante los próximos cuatro años.

¿Pretenderá volver a “enterrar” la Doctrina Monroe? ¿Qué políticas guiarán sus relaciones con la región? Los cuestionamientos son muchos,al igual que las expectativas.

Prensa Latina pretende, en esta nueva sección de Escáner, despejar algunas interrogantes y también, por qué no, generar otras tantas.

AMÉRICA VS. HEMISFERIO OCCIDENTAL

Primero, habría que remontarse al tercer presidente de Estados  Unidos, Thomas Jefferson (en el poder de 1801 a 1809), quien formuló  la idea del «Hemisferio Occidental» para referirse al continente  americano.

En síntesis, postulaba que las poblaciones del hemisferio  americano, de norte a sur, tienen una relación especial inherente,  única y natural entre sí, bien diferenciada cualitativamente y  separada de sus vínculos con el mundo extracontinental, explicó a  Escáner el investigador cubano Raúl Rodríguez.

Partiendo de ahí es que cuando muchos políticos e intelectuales  estadounidenses se refieren a su país lo hacen en términos de  “América”. Ellos, Estados Unidos, son América. El resto, somos el  “Hemisferio Occidental”, observó el especialista.

Sobre esta idea se basó la doctrina elaborada por John Quincy  Adams, entonces secretario de Estado, y presentada por Monroe en 1823, la cual usualmente se simplifica en “América para los americanos”, recalcó el también director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (Cehseu) de la Universidad de La Habana.

Esta entidad fue creada en 1987 y actualmente es la única institución académica dedicada a la investigación sobre la nación norteña dentro de la Educación Superior en Cuba.

Pero en realidad, dicha doctrina parte de la frase: “Los Continentes Americanos, por la libre e independiente condición que han asumido y que mantienen, no deberán ser considerados ya como susceptibles de futura colonización por cualquiera de las potencias europeas”.

REELABORACIONES Y AJUSTES

La Doctrina Monroe es uno de los tantos medios con los que Estados Unidos expande su afán hegemónico sobre la región de América Latina y el Caribe desde etapas tempranas de su existencia como nación, destacó Rodríguez.

A lo largo de los años, añadió, esa política ha tenido reelaboraciones y ajustes.

Tal es el caso del Panamericanismo, muy cuestionado por el Héroe Nacional cubano, José Martí, pues se constituyó como una manera de institucionalizar el dominio imperialista sobre los pueblos latinoamericanos al comenzar la última década del siglo XIX.

Esto se mantiene en el contexto de la transición hacia la etapa imperialista en Estados Unidos y continúa hasta nuestros días,incluyendo la creación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, en 1947, y de la OEA, en 1948, expuso el experto.

Ambos son pilares del sistema que actualmente componen el Banco Interamericano de Desarrollo y una multitud de otras entidades.

Más recientemente, indicó Rodríguez, la idea del Hemisferio Occidental ha constituido la base conceptual para la realización demás cumbres regionales y encuentros periódicos de jefes de Estado y de Gobierno que vienen celebrando con regularidad desde la Cumbre de las Américas, de Miami, Estados Unidos, en 1994.

Actualmente, el rasgo fundamental de la vigencia de la Doctrina Monroe es el fortalecimiento del sistema interamericano, con énfasis en su componente económico, político, institucional y militar.

Todo ello para consolidar un bloque que permita contrarrestar la ascendencia económica y tecnológica de China y el reto político, diplomático y científico que representa Rusia, planteó el director del Cehseu.

Además, se busca unificar y extender el modelo de democracia representativa y el fundamentalismo del mercado, es decir, el modelo capitalista estadounidense como fórmula para todo el continente,subrayó.

“Recuérdese que la región del mundo que inspiró la primera formulación doctrinal de política exterior en Estados Unidos -el monroísmo- fue, justamente, América Latina”.

“Ahí radica el viejo pretexto de que el poderoso vecino del Norte protegía los intereses de nuestros países ante las apetencias de las viejas potencias coloniales europeas”.

Pero ahora lo reviven para argumentar las objeciones ante la presencia china y rusa en el continente y, como queda claro, lo que está en juego en realidad es la voluntad hegemónica estadounidense de prevalecer en la disputa geopolítica que tiene lugar en América Latina, indicó Rodríguez.

VIEJAS POLÍTICAS QUE SE RESISTEN A DESAPARECER

También hace casi 200 años, el presidente norteamericano James Polk decidió, en 1846, que el “destino manifiesto” de su país era expandirse, y la emprendió en una guerra contra México.

México perdió más de la mitad de su territorio a manos de los estadounidenses, que hicieron suyas tierras que conforman en estos momentos California, Utah, Nevada, Arizona y Nuevo México.

Después, en 1898, el presidente norteamericano William McKinley invadió colonias españolas en el Caribe, como Cuba y Puerto Rico (en este último territorio siguen hasta la fecha).

Haití, República Dominicana, Panamá, Granada, Nicaragua,  Guatemala… figuran en la larga lista de países que fueron invadidos y  ocupados por Washington.

Mientras tanto, la norteamericana Agencia Central de Inteligencia ha respaldado golpes militares en Argentina, Chile, Guatemala, Haití, Honduras,y más recientemente en Venezuela y Bolivia, según revelaron sus propios analistas.

Cuando en 2018 Trump invocó por su nombre a la Doctrina Monroe, expertos del área advirtieron que la sola mención de esa política despertaba la memoria histórica de las numerosas intervenciones militares y económicas impulsadas por Washington en América Latina.

Para Abraham Lowenthal, director fundador del Consejo del Pacífico de Política Internacional, desde Estados Unidos se maneja a América Latina como un problema “interméstico”, marcando la idea con ese rejuego de palabras que se trata, a la vez, de un asunto internacional y doméstico.

Históricamente, los líderes de la nación norteña perciben a Latinoamérica como una especie de extensión de su territorio, el llamado “patio trasero”.

Dada la situación geográfica, los países del área constituyen la fuente más cercana para obtener materias primas y recursos naturales,y también en términos geopolíticos, son considerados de importancia para la seguridad nacional de Estados Unidos, según Jorge Hernández, especialista del Cehseu.

Los intereses estadounidenses en la región parten de una concepción geopolítica y de la necesidad de construcción de una esfera de influencia,una vez que la nación norteamericana llegó al estadio imperialista, consideró.

Invasiones, intervenciones, establecimientos de bases militares, saqueo de recursos naturales, injerencia en asuntos internos de otros países, planes de subversión, sanciones y bloqueos… son elementos de una estrategia de Washington, que se repite, con una u otra variante, a lo largo de la historia, la más lejana y también la reciente.

Tomado de Prensa Latina.

La integración entre naciones es el compromiso mayor del ALBA-TCP

Las delegaciones participantes en la XXII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP emitieron una declaración que reafirma los principios del bloque

Autor: Granma | internet@granma.cu

Foto: ilustración: blog soberanía, alimentaria paraná

Los jefes de Estado y de Gobierno, y representantes de delegaciones reunidos en La Habana, emitieron una Declaración con motivo del aniversario 18 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

Con fecha 14 de diciembre de 2022, y bajo el lema «18 años de unidad y compromiso con la integración latinoamericana y caribeña», el documento recoge los principios esenciales que caracterizan el funcionamiento de ese mecanismo regional, en concordancia con los ideales de justicia social, cooperación y complementariedad económica de sus fundadores, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

Entre los puntos recogidos en el texto se manifiesta la denuncia a la política hostil e injerencista de Estados Unidos contra nuestros pueblos; se rechaza la doctrina Monroe, por su papel en las políticas desestabilizadoras de naciones de América Latina y el Caribe, a la par que se denuncian las, estrategias de guerra no convencional, «empleando el uso de los procesos judiciales políticamente motivados y sin sustentación jurídica (lawfare), para destruir rivales políticos e ideológicos».

El fortalecimiento de la Celac, la dignificación de las naciones y con ella, del ideario de los próceres, así como el derecho a reparación por los años de colonialismo, esclavitud y genocidio, son otros particulares recogidos en el documento.

También se abordan aspectos relacionados con el cambio climático y el impacto negativo que tiene sobre la naturaleza el desarrollo desigual entre las naciones. De igual manera, el llamado es a sostener un compromiso con los acuerdos internacionales referidos a este tema.

Los firmantes hacen patente su apoyo a líderes latinoamericanos acosados por los poderes imperialistas y oligárquicos, al tiempo que denuncian el empleo de medidas coercitivas unilaterales contra naciones del continente que apuestan por sistemas sociales alternativos, de inclusión y dignificación del ser humano. Bajo esos preceptos, exigen el fin inmediato del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

El ALBA-TCP condena enérgicamente, en todas sus formas y manifestaciones, al terrorismo del que, lamentablemente, han sido víctima muchos de los pueblos de este continente.

En su apuesta por el entendimiento, los emisores de esta declaración dejan claro lo siguiente: «Saludamos la reinstalación de la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el eln, en el que dos Estados miembros del ALBA-TCP se desempeñan como garantes y sedes alternativas».

El texto recoge, además, un agradecimiento al compañero Sacha Llorenti, por el trabajo realizado al frente de la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP, y saluda la designación del compañero embajador Félix Plasencia González, como nuevo secretario ejecutivo del ALBA-TCP.

Finalmente, el texto expresa, en esencia, las aspiraciones, objetivos y voluntad de los países miembros: «Destacamos las acciones para seguir desarrollando la revitalización del ALBA-TCP como mecanismo de unión, de lucha por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América».

Díaz-Canel rinde cuenta de su gestión: Hay que escuchar al pueblo y gobernar en consecuencia

Por: Oscar Figueredo ReinaldoLissett Izquierdo FerrerAbel Padrón PadillaKarina Rodríguez MartínezClaudia Fonseca Sosa

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El presidente cubano Miguel Díaz-Canel rindió cuenta de su gestión en 2022. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate

En el décimo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) en su novena legislatura, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rindió cuenta de su gestión en 2022, “un año extremadamente complicado en el escenario internacional”. 

Destacó que asume este mecanismo con responsabilidad y con la convicción de su importancia para el fortalecimiento de la institucionalidad.

La rendición de cuenta, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar y desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad, dijo en el Palacio de Convenciones de La Habana. 

“Acepto esta responsabilidad con compromiso y entrega”, dijo, y agregó que lo hace protegiendo la unidad y asumiendo la continuidad desde una perspectiva dialéctica, en defensa de la Revolución y de su rumbo en el camino de la construcción socialista.

El presidente rindió cuenta refiriéndose al contexto en que ha vivido Cuba y su política exterior, y valoró las situaciones por las que ha transitado el país y de las cuales, dijo, se siente el principal responsable.

Díaz-Canel mencionó los desafíos y adversidades que nos han impedido avanzar como nos propusimos. “Espero que nadie los reciba como justificación”.

El que finaliza “ha sido un año marcadamente complicado en el escenario internacional, que sucede a dos años también extremadamente complicados”, apuntó.

Estamos convencidos de la importancia de la integración

“El conflicto militar en Europa ha generado nuevos problemas y agravado muchos de los ya existentes en un mundo castigado por crecientes desigualdades, con la ausencia de un compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medioambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios de la pandemia de covid-19 y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo”, afirmó el mandatario.

Insistió en que “es un escenario amenazado, además, por el nocivo empeño imperialista de pretender dividir al mundo y generar exclusiones y estigmatizaciones”, a lo que se suma “la tendencia a abusar del desproporcionado poder económico y financiero de Estados Unidos para aplicar la coerción económica como instrumento preferido de política exterior”. 

En el año que culmina avanzamos en las relaciones con nuestra región, donde “los cambios experimentados posibilitaron la llegada al Gobierno de fuerzas políticas comprometidas con proyectos orientados a la justicia social y la defensa de la soberanía”.

Ratificó que “estamos convencidos de la importancia de la integración y de la defensa de una región de paz unida y solidaria”.

Señaló, asimismo, que la región continúa marcada por niveles alarmantes de pobreza, desempleo, desigualdad y exclusión, que “a la larga favorecen el ascenso de fuerzas políticas de extrema derecha y corte fascista, que intentan detener el avance de los movimientos progresistas comprometidos con los intereses y necesidades de las mayorías”.

En referencia a la pasada Cumbre de las Américas, manifestó que “el evento continental y excluyente que depende de Estados Unidos en la ciudad de Los Ángeles terminó siendo un fracaso político y una demostración del aislamiento que sufre la política imperialista de ese país en la región que José Martí llamó Nuestra América”. 

“Constituyó un duro golpe a la OEA y su dirigencia institucional actual, cuyo desprestigio no tiene comparación”, subrayó, y reiteró el reconocimiento a los países que rechazaron la exclusión de Cuba de ese evento. “Lo denunciaron y además condenaron la política de bloqueo recrudecida”.

Ha sido un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana

Díaz-Canel recordó que ha sido un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana, “lo que ha exigido constancia, pensamiento y riguroso accionar apegado a los principios y tradiciones de la política exterior de la Revolución”.

Resaltó que se mantuvo la estrecha concertación política y cooperación con la hermana República Bolivariana de Venezuela, y reiteró el agradecimiento a ese país por su apoyo en el enfrentamiento a los desastres naturales y accidentes que sufrió Cuba este año.

Igualmente, Cuba consolidó las relaciones con México, lo que fue ratificado con la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien también agradeció la solidaridad ante los eventos que vivió la Isla.  

El mandatario cubano reiteró la solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia y su presidente, Luis Arce, frente a los intentos de desestabilización promovidos y orquestados por fuerzas de derecha, al tiempo que saludó al comandante Daniel Ortega Saavedra y al pueblo de Nicaragua.

Comentó que fueron identificadas áreas de cooperación, de beneficio mutuo, con la Argentina, se contribuyó a la reanudación de los esfuerzos de paz en Colombia y se mantuvo la disposición de continuar como garantes de la mesa de diálogo.

El bloqueo sigue siendo el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía

En el caso de Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico, “como arma de coerción, cruel, ilegítima e inmoral” que “constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía”.

Díaz-Canel denunció que es evidente la abierta política de subvenciones y los intentos de desestabilizar el país promovidos desde EE.UU.. “Con el respaldo de decenas de millones de dólares del presupuesto federal, junto a la tolerancia frente a quienes desde territorio de Estados Unidos orientan, financian y hasta entrenan a individuos para que cometan actos violentos contra Cuba”.

Recordó que todas estas situaciones han sido denunciadas directamente por los canales diplomáticos y de forma pública, y señaló que, hace pocos días, el Gobierno de EE.UU. dio muestra de la conducta deshonesta de su política exterior, al designar a Cuba como un país en el que supuestamente se persigue la religiosidad.

“Se trata de una falsedad más de un Gobierno que no encuentra justificación para cumplir con el sistema de medidas económicas coercitivas más abarcador aplicado contra un Estado”, dijo, y manifestó que, no obstante, “se han dado pasos muy discretos, dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios y también en otras áreas de prioridad entre ambos países”.

Cuando ocurrió el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, el Gobierno estadounidense ofreció asesoría técnica, recordó el presidente, y agregó que esta iniciativa fue agradecida y aceptada.

También aceptamos –dijo– el ofrecimiento de unos 100 trajes de bomberos con el correspondiente equipamiento de protección, que llegaron al país la semana pasada y se están distribuyendo entre las brigadas del cuerpo de bomberos.

De igual modo, el Gobierno norteamericano ofreció ayuda material, valorada en dos millones de dólares, con motivo del huracán que afectó a Pinar del Río en septiembre pasado. “Al igual que con el caso de Matanzas, fue ofrecida sin condicionamientos, por lo que también la agradecimos y aceptamos”.

“Nuestro objetivo sigue siendo promover lazos más amplios con ese país y su pueblo, que incluye ya cerca de dos millones de personas de origen cubano o descendientes de ellas”, sostuvo el mandatario.

Recalcó que el Gobierno de Cuba mantiene la disposición de construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al derecho internacional y las prerrogativas soberanas de cada país. “Esto lo conoce el Gobierno de Estados Unidos y se lo hemos expresado directa y públicamente”.

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Toda América y el Caribe va en la fuerza del ALBA-TCP

Compartieron la presidencia el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y los jefes de Estado de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, Nicolás Maduro, Luis Arce y Daniel Ortega, respectivamente

Autores: Milagros Pichardo | internacionales@granma.cu; Susana Antón Rodriguez | susana@granma.cu; Liz Conde Sánchez | internet@granma.cu; Wennys Díaz Ballaga | internet@granma.cu; Laura Mercedes Giráldez | internet@granma.cu; Susana Besteiro Fornet | internet@granma.cu

ALBA
Los presidentes de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, Nicolás Maduro, Luis Arce y Daniel Ortega, espectivamente; además de los primeros ministros Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas; Roosevelt Skerrit, de Dominica, y Dickon Mitchell, de Granada, intervinieron en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que celebró los 18 años del ALBA-TCP. Foto: Juvenal Balán

Cada vez que se reúnen pareciera que se desatan las fuerzas y pasiones concentradas en Nuestra América. Así ocurrió este miércoles, otra vez, en La Habana, cuando alzaron la voz los representantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), cuyo aniversario 18 fue conmemorado en la Sexta Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura.

El General de Ejército Raúl Castro, jefe revolucionario e inspirador, junto a Fidel y toda la generación histórica cubana, de los movimientos emancipatorios de la región en las últimas décadas, estuvo presente en la emotiva jornada, que cerró días de intensos debates parlamentarios sobre la realidad cubana y sus más estratégicos desafíos.

Compartieron la presidencia el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y los jefes de Estado de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, Nicolás Maduro, Luis Arce y Daniel Ortega, respectivamente.

También llegaron hasta la Isla, para la ocasión, que incluyó una Cumbre de la organización, los primeros ministros de Dominica, San Vicente y las Granadinas y Granada, Roosevelt Skerrit, Ralph Gonsalves y Dickon Mitchell, respectivamente; así como Everly Chet Greene, ministro de Relaciones Exteriores de Antigua y Barbuda, y Wayne Girard, ministro de Finanzas de Santa Lucía.

«Es un honor para la Asamblea Nacional conmemorar, en sesión extraordinaria, el aniversario 18 de la creación del alba, una declaración conjunta entre Fidel y Chávez, que dio inicio a años de cooperación y concertación política, con resultados concretos para el desarrollo social de los pueblos en materia de salud y educación, entre otros», señaló el presidente del Parlamento, Esteban Lazo Hernández, antes de dar paso a las intervenciones de los líderes presentes.

NICOLÁS MADURO: El ALBA-TCP SEGUIRÁ SIENDO UNA FUERZA DE VANGUARDIA 

El ALBA-TCP, a sus 18 años de constituida, va hacia adelante con mucha fuerza y seguirá siendo una organización de vanguardia moral, ideológica y política, aseguró Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Aquí en el ALBA, ratificó, estamos decididos a seguir en la vanguardia de la lucha por la igualdad, por la plena felicidad de nuestros pueblos; y nuestra unión debe estar basada en principios libertadores, revolucionarios, que tomen en cuenta los derechos y las necesidades de nuestro pueblo, y las soluciones a esas necesidades.

Rememoró el momento en que, el 14 de diciembre de 2004, el Comandante en Jefe Fidel Castro y el Comandante de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías dieron el paso para constituir lo que inicialmente fue una alternativa al ALCA y al neoliberalismo.

«Era la primera década de este siglo y se levantaba una ola de cambios revolucionarios, progresistas y auténticos en nuestro continente; y Cuba y Venezuela unimos nuestras dos revoluciones, nuestros dos pueblos y nuestras capacidades para decirle a América Latina y el Caribe: hay que marchar juntos, hay que construir y enlazar todas las fuerzas de un continente heroico, que ha librado tantas gestas durante siglos por su independencia y emancipación definitiva», recordó.

Significó también que la fecha escogida para fundar aquella idea audaz fue precisamente cuando se cumplieron diez años del primer encuentro entre Fidel y Chávez, el 14 de diciembre de 1994, en La Habana.

Sobre la trayectoria del mecanismo, que posteriormente se amplió y consolidó, comentó que ha estado marcada por distintos puntos de encuentros, impulsos y reimpulsos, que han construido una épica muy valiosa para mostrar al mundo las capacidades tácticas de nuestras revoluciones.

El Presidente de Venezuela también recalcó la necesidad de que el mecanismo integrador, que nació como un espacio antineoliberal y anticapitalista, retome el impulso de los grandes proyectos que llegaron a impactar la vida, no solo de los pueblos fundadores, sino de millones de hombres y mujeres de los más humildes rincones de América Latina y el Caribe.

Y no dejó de alertar sobre las constantes conspiraciones, agresiones y campañas internas y externas contra los países de la Alianza. A propósito del tema, denunció el reciente plan interno para desestabilizar con violencia a Bolivia, destacando la sabiduría, inteligencia, firmeza y capacidad política del Gobierno presidido por Luis Arce Catacora, quien pudo derrotar la conspiración de la extrema derecha.

Reconoció, igualmente, la reciente victoria electoral del primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, en los comicios que lo llevaron a obtener su quinta reelección, a pesar de los sabotajes, las amenazas internas y la violencia que se desató para boicotear el proceso electoral.

Denunció las campañas contra Nicaragua y elogió la permanente victoria del presidente Daniel Ortega y del Frente Sandinista de Liberación Nacional; y recordó las constantes agresiones contra Cuba, nación que calificó de siempre firme, lista, en resistencia, dando el ejemplo en medio de dificultades.

LUIS ARCE: SIGAMOS CONSTRUYENDO, DESDE EL PODER POPULAR, ESE MUNDO MEJOR QUE DEMANDÓ FIDEL

El presidente de Bolivia, Luis Arce, saludó, en nombre de su pueblo y Gobierno, a los valerosos hijos de Martí y de Fidel que se encontraban representados en la Asamblea y que atravesaron cordilleras, ríos, valles, altiplanos y toda la Amazonía boliviana; bien con una bata blanca de médico o con una cartilla de alfabetización bajo el brazo.

«Ese desprendimiento, esa solidaridad, ese sacrificio, ese internacionalismo revolucionario, sepan, hermanos diputados, que vivirán por siempre en el corazón del pueblo boliviano», aseguró.

Reiteró el acompañamiento incondicional del Estado Plurinacional de Bolivia al pueblo y al Gobierno cubano en todas sus luchas y en todas sus conquistas, «las cuales las asumimos como propias».

Con el triunfo de la Revolución Cubana –añadió– se inició un nuevo periodo en la historia de las luchas de los pueblos de nuestra América por su emancipación, resaltando que este año significó un complejo escenario para Cuba, particularmente el recrudecimiento del criminal bloqueo que se mantiene desde la década de los años 60, los desastres naturales y el terrible accidente en la base de Supertanqueros, de Matanzas.

Nuestra Patria grande afronta horas difíciles también: la injerencia extranjera, la inestabilidad política y el irrespeto a la voluntad de las mayorías, continúan siendo las principales amenazas que se abalanzan sobre la región, destacó Arce.

Precisó que, desde el Estado Plurinacional de Bolivia, ven con preocupación cómo se escriben todo tipo de artimañas, bien para desconocer el mandato de las urnas o para socavar gobiernos de corte popular, y reiteró su respaldo a Cristina Fernández.

«Los gobiernos de Argentina, Colombia, México y el Estado Plurinacional de Bolivia hemos expresado conjuntamente nuestra profunda preocupación por estos sucesos, haciendo, a la par, un llamado a todos los actores involucrados en priorizar la voluntad ciudadana, respetar los derechos humanos y la protección judicial del presidente Pedro Castillo, en estricto apego a las convenciones internacionales», dijo.

Destacó que la democracia boliviana, que se recuperó gracias a la lucha unida del pueblo boliviano en 2020, continúa en riesgo; pues hay grupos que no respetan el voto del pueblo y, de manera permanente, buscan lograr con violencia lo que no consiguieron en las urnas.

Ante estas amenazas sobre la región, resaltó, sabemos que siempre contamos con Cuba, como también sabemos que Cuba cuenta con nosotros para hacer frente a las múltiples agresiones que contra ella se gestan desde las entrañas del imperialismo.

«Sigamos construyendo desde el poder popular ese mundo mejor que demandó Fidel en 2003, convencidos no solo de que es posible, sino que es más necesario que nunca», concluyó.

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Trabajemos por un ALBA más unida, de solidaridad y dignidad

Luego de la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que conmemoró los 18 años del ALBA-TCP, se realizó la XXII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del bloque regional

Autor: Milagros Pichardo | internacionales@granma.cu

ALBA TCP
Foto: José M. Correa

«Por estos 18 años de integración solidaria, por Fidel y por Chávez, por los padres fundadores de la América Latina, trabajemos por un ALBA más unida, de solidaridad y dignidad», convocó este martes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al clausurar la Sexta Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (anpp), en su IX Legislatura, que conmemoró el aniversario 18 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

En la plenaria, que contó con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, estuvieron los presidentes de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, Nicolás Maduro, Luis Arce y Daniel Ortega, respectivamente;  además de los primeros ministros Roosevelt Skerrit, de Dominica; Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas, y Dickon Mitchell, de Granada. Asistieron, también, representantes gubernamentales de Santa Lucía y de Antigua y Barbuda.

En una tarde calificada por el presidente de la ANPP, Esteban Lazo Hernández, como «histórica para el Parlamento cubano», las intervenciones de varios líderes del ALBA-TCP fueron unánimes en la condena al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, y en el agradecimiento a la Mayor de las Antillas por la solidaridad con sus naciones.

Sobresalió el llamado a la necesaria integración dentro de la región, para enfrentar los desafíos comunes, y continuar fortaleciendo la Alianza, la cual, se dijo, seguirá siendo una fuerza de vanguardia en América Latina.

¡Al noble y bravo pueblo cubano, gratitud infinita y nuestras felicitaciones en el Año 65 de la Revolución!

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en las conclusiones del Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

Autor: Granma | internet@granma.cu

DC
La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, consideró el Presidente Díaz-Canel. Foto: Juvenal Balán

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;

Queridas diputadas y queridos

diputados;

Invitados:

Corresponde en esta sesión de la actual Legislatura que el Presidente de la República rinda cuentas de su labor.  Lo asumo con entera responsabilidad y con la convicción que tengo de la importancia del mecanismo de la rendición de cuentas para el fortalecimiento de la institucionalidad, que fue un desvelo permanente del liderazgo de la Revolución que nos precede y guía, y en particular del General de Ejército Raúl Castro Ruz.

La rendición de cuentas, a todos los niveles, es un mecanismo que debemos perfeccionar, sistematizar, desarrollar con rigor ante el pueblo, con transparencia y como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad.

Acepto esta responsabilidad con compromiso y entrega, protegiendo la unidad y asumiendo la continuidad desde una perspectiva dialéctica, en defensa de la Revolución y de su rumbo en el camino de la construcción socialista.  Para hacerlo, comentaré elementos del contexto en que vivimos, elementos también de la política exterior y en el momento en que hemos desarrollado esa política, y valoraciones sobre las situaciones que hemos estado viviendo y de las cuales, por supuesto, me considero el principal responsable.   

Me siento obligado a reiterar previamente algunas consideraciones respecto al escenario en que he desempeñado mis responsabilidades, preñado de desafíos y adversidades que nos han impedido avanzar como nos propusimos.  Espero que nadie lo reciba como justificación o queja.

Ha sido un año marcadamente complicado en el escenario internacional y que sucede a dos años también extremadamente complicados.

El conflicto militar en Europa ha generado nuevos problemas y agravado muchos de los ya existentes en un mundo castigado por crecientes desigualdades, por la ausencia de compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medio ambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios aún presentes de la pandemia de COVID-19, y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo.

Es un escenario amenazado, además, por el nocivo empeño imperialista de pretender dividir al mundo y generar exclusiones y estigmatizaciones, a lo que se suma la perniciosa tendencia a abusar del desproporcionado poder económico y financiero de los Estados Unidos para aplicar la coerción económica como instrumento preferido de política exterior.

Avanzamos en las relaciones con nuestra región, donde los cambios experimentados posibilitaron la llegada al gobierno de fuerzas políticas comprometidas con proyectos orientados a la justicia social y la defensa de la soberanía, convencidos de la importancia de la integración y la defensa de una región de paz, unida y solidaria.

Suceden estos cambios mientras la realidad económica y social de la región manifiesta niveles alarmantes de pobreza, desempleo, desigualdad y exclusión que, a la larga, favorecen el ascenso de fuerzas políticas de extrema derecha y corte fascista que intentan detener el avance de los movimientos progresistas comprometidos con los intereses y necesidades de las mayorías.

El evento continental y excluyente convocado por los Estados Unidos en la ciudad de Los Ángeles terminó siendo un fracaso político y una demostración del aislamiento que sufre la política imperialista de ese país en la región que José Martí llamó Nuestra América. Constituyó un duro golpe a la OEA y a su  dirigencia institucional actual, cuyo desprestigio no tiene comparación.

Aprovecho para reiterar el reconocimiento a los países que rechazaron la exclusión de Cuba de ese evento, lo denunciaron y además condenaron la política de bloqueo recrudecido.

Es también un año de importantes acontecimientos en el ejercicio de la política exterior cubana, lo que ha exigido constancia, pensamiento y riguroso accionar apegado a los principios y tradiciones de la política exterior de nuestra Revolución. 

Se mantuvo la estrecha concertación política y cooperación con la hermana República Bolivariana de Venezuela.  Reiteramos nuestro firme apoyo a la Revolución Bolivariana y chavista y a la unión cívico-militar bolivariana que preside nuestro hermano Nicolás Maduro Moros a quien agradezco el oportuno y reiterado apoyo para contribuir a enfrentar los desastres y accidentes que nos golpearon este año.

Cuba consolidó las relaciones con México, lo que quedó ratificado con la visita de su Presidente al país.  Aprovecho para agradecer los inolvidables gestos de solidaridad de Andrés Manuel López Obrador, de su pueblo y su Gobierno ante los accidentes y desastres naturales que enfrentó nuestro pueblo.

Reitero, al mismo tiempo, la solidaridad con el Estado Plurinacional de Bolivia y su presidente Luis Arce frente a los intentos de desestabilización promovidos y orquestados por fuerzas de derecha.

Saludo desde aquí al Comandante Daniel Ortega Saavedra y ratifico la solidaridad con su Gobierno y la voluntad de estrechar las relaciones bilaterales en áreas de mutuo interés.

También identificamos áreas de cooperación de beneficio mutuo con la República Argentina.  Por eso, saludamos y agradecemos a su presidente y vicepresidenta, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

La reanudación de los esfuerzos de paz en Colombia es un logro encomiable y una reivindicación de la postura digna y justa asumida por Cuba en defensa del Derecho Internacional y de los compromisos que asumimos para ayudar a esa hermana nación latinoamericana.  Mantuvimos la disposición a continuar como garantes de la Mesa de Diálogos Colombia-ELN.

En el caso de los Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico, como arma de coerción cruel, ilegítima e inmoral, que constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía.

También es evidente la abierta política de subversión y los intentos de desestabilizar nuestro país, con el respaldo de decenas de millones de dólares del presupuesto federal, junto a la tolerancia frente a quienes desde territorio de los Estados Unidos orientan, financian y hasta entrenan a individuos para que cometan actos violentos contra Cuba. Todo eso lo hemos denunciado directamente por los canales diplomáticos y de forma pública.

Hace pocos días el Gobierno de los Estados Unidos dio muestras adicionales de la conducta deshonesta de su política exterior al designar a Cuba como un país en el que supuestamente se persigue la religiosidad. Se trata de una falsedad más de un gobierno que no encuentra justificación para proseguir con el sistema de medidas económicas coercitivas más abarcador y prolongado que haya conocido la historia.

Sin embargo, y a pesar de lo anterior, hemos dado pasos muy discretos dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios y también en otras áreas de prioridad entre ambos países.

Hace pocos meses, a raíz del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el Gobierno de los Estados Unidos nos ofreció alguna asesoría técnica. La agradecimos y aceptamos.  También aceptamos el ofrecimiento de unos cien trajes de bomberos con el correspondiente equipamiento de protección, los que finalmente llegaron al país la semana pasada y se están distribuyendo entre las brigadas del Cuerpo de Bomberos.

De igual modo, nos ofrecieron ayuda material valorada en 2 millones de dólares con motivo del huracán que afectó a Pinar del Río, en septiembre pasado. Al igual que con el caso de Matanzas, fue ayuda ofrecida sin condicionamientos, por lo que también la agradecimos y aceptamos.

Nuestro objetivo sigue siendo promover los lazos más amplios con ese país y su pueblo, que incluye ya a cerca de 2 millones de personas de origen cubano o descendientes de ellas.

Mantenemos la disposición a construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al Derecho Internacional y las prerrogativas soberanas de cada parte.  Eso lo conoce el Gobierno de los Estados Unidos, al que se lo hemos expresado directa y públicamente.

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El 2023 será un año de lucha y de esperanzas

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en ocasión del aniversario 18 de la fundación del alba-tcp, en el Palacio de Convenciones, el 14 de diciembre de 2022, “Año 64 de la Revolución”

Autor: Granma | internet@granma.cu

Foto: José M. Correa

(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido compañero Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;

Estimados hermanos Nicolás Maduro Moros, Comandante Daniel Ortega Saavedra y Luis Arce Catacora, líderes de la resistencia heroica de Nuestra América;

Estimados primeros ministros Ralph Gonsalves y Dickon Mitchell, me complace mucho que estén aquí apenas unos días después de que nos dispensaran inolvidables estancias en sus países;

Estimado primer ministro Roosevelt Skerrit, nuestras más sinceras felicitaciones por la victoria en las elecciones generales celebradas el pasado 6 de diciembre (Aplausos);

Hermanos caribeños;

Jefes de Delegaciones a la XXII Cumbre del ALBA-TCP:

Un abrazo a todos.

Creo que recojo el sentir de las diputadas y diputados de nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular, que se sienten honrados con la presencia de ustedes (Aplausos).

Agradecemos sus palabras de reconocimiento al legado de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, y también las palabras dedicadas a nuestra Revolución y a nuestro pueblo (Aplausos).

No hay dudas de que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías estaban visitando el futuro cuando coincidieron en crear el ALBA.

Fidel y Chávez nos unieron en el ALBA.  Nos unieron en una verdadera alianza solidaria.

A 18 años de su fundación la Alianza no solo puede dar pruebas de su necesidad, sino también de su valor como mecanismo de integración al unir voluntades alrededor de la solidaridad, la complementariedad y la cooperación.

Sus proyectos de beneficio popular, las históricas misiones Milagro y Yo sí puedo, obras de profundo calado humano sin precedentes en la región, devolvieron la visión y alfabetizaron a millones de habitantes en Nuestra América.

En varias ocasiones y porque estoy convencido de ello siempre he reconocido que, de todos los bloques que existen en el mundo, el ALBA fue el bloque de integración regional que más rápido mostró resultados concretos de beneficios para sus pueblos.

Se llega a este aniversario cuando América Latina y el Caribe enfrentan una nueva encrucijada para sus destinos, que no puede ser encarada sin la cooperación y la unidad.

La región más afectada por la pandemia de la COVID-19 continúa siendo la más desigual; sufre los efectos del injusto orden económico internacional y hasta los embates de la grave situación creada en otro continente.

Las transnacionales no han cesado de saquear los recursos de la región e incrementar sus márgenes de ganancias, mientras aumentan los precios de la energía y los alimentos. Ha crecido la inflación y en varios países alcanzó los niveles más altos de los últimos años. El acceso a recursos financieros se ha vuelto más difícil y costoso. Aumentó la tensión sobre los presupuestos y se mantiene la agobiante presión de la deuda externa.

En este contexto tiene lugar un avance de fuerzas políticas que se proponen implementar políticas orientadas al desarrollo social y la integración de nuestros países.

Ese avance es el resultado de las luchas sociales y populares para buscar satisfacer las demandas ciudadanas de transformaciones profundas y urgentes de las políticas precedentes que llevaron a grandes masas a la incertidumbre.

Alarmados por ese avance, el imperialismo y sus aliados han acelerado el acoso a candidatos de izquierda, conducen y estimulan procesos judiciales políticamente motivados contra estos, como el que se desarrolla contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, a quien le enviamos un fuerte abrazo y todo nuestro respaldo (Aplausos).

El imperialismo y las oligarquías acuden permanentemente a la de­sinformación y la manipulación de la realidad latinoamericana y caribeña, a través de los medios tradicionales de comunicación y las redes digitales que controlan.

Sin esconderse, esas oligarquías se agrupan para apoyar a políticos y candidatos con programas de orientación fascista, y declaran su voluntad de impedir a toda costa el triunfo electoral de la izquierda. Para ello recurren también a la burda intimidación de simpatizantes y votantes de partidos de izquierda y progresistas.

Mientras en la región se retoman los caminos de la justicia social y la integración, los Estados Unidos reactivan la Doctrina Monroe, próxima a cumplir 200 años de su proclamación. Sus postulados, que han servido para justificar invasiones, golpes de Estado y presiones económicas a los países durante diversos períodos, ahora intentan limitar la soberanía y, como siempre, imponer el dominio sobre nuestros destinos.

Esas realidades hacen más necesario el impulso a la integración y la cooperación, un empeño en el que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) desempeña un papel clave al probarse como un exitoso foro de concertación. Entonces, resguardar y fortalecer ese legado es nuestro deber y debe ser también nuestro desvelo.

Queridos hermanos:

Este año Cuba recibió el apoyo de 185 Estados del mundo en su lucha contra el criminal bloqueo impuesto al pueblo cubano por el Gobierno de los Estados Unidos por más de 60 años. Igualmente, crece el reclamo de que se excluya a Cuba de la arbitraria lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo. Son estas posiciones que agradecemos profundamente.

Reiteramos nuevamente el más resuelto apoyo al presidente Nicolás Maduro Moros y a la unión cívico-militar que lidera. Saludamos con júbilo los avances logrados por el Gobierno bolivariano y chavista a favor de devolverle a Venezuela los recursos financieros y económicos que le han sido usurpados. La perseverancia, la dignidad y la valentía del pueblo venezolano frente a los continuos ataques en su contra, quedarán en la historia como otro ejemplo de que sí se puede (Aplausos).

Rechazamos contundentemente los ataques y medidas coercitivas unilaterales adoptadas contra la hermana Nicaragua y trasladamos el respaldo al Comandante Presidente Daniel Ortega Saavedra (Aplausos).

Reafirmamos el apoyo solidario y fraterno al Estado Plurinacional de Bolivia y al hermano Presidente Luis Arce, quien ha tenido que enfrentar intentos desestabilizadores de la oposición fascista. ¡Bolivia no está sola, hermano Lucho! (Aplausos.)

Una vez más les reiteramos nuestro respaldo, hermanos caribeños, en su derecho a recibir un trato justo, especial y diferenciado, imprescindible para enfrentar los crecientes retos derivados de los desastres naturales, el injusto sistema financiero internacional imperante y las nuevas y difíciles condiciones generadas como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. No olvidamos, porque lo padecemos también, que el Caribe sufre como ninguna otra región los efectos del cambio climático.

Estimados hermanos:

Saludamos los avances registrados por el ALBA-TCP, en cuyo desarrollo debemos empeñarnos al máximo en 2023, para lograr las metas que nos tracemos en el ámbito económico, comercial y en el impulso de la colaboración en áreas de importancia estratégica.

Nuestros países tienen mucho que compartir en la construcción de una ruta económica y social propia y beneficiosa para todos.

Sigamos uniendo voluntades políticas para rebasar el ámbito declarativo y concretar proyectos con realismo y determinación, como hicieron, antes incluso de nombrarlos, los inolvidables líderes de nuestras tierras.

El 2023 será un año de lucha y de esperanzas. De nosotros depende que sea también un año de avances y de victorias. Con el tesón, la perseverancia y la creatividad natural de nuestros pueblos singulares y resistentes podremos lograrlo.

¡Por estos 18 años de concertación e integración solidaria; por Fidel y por Chávez; por los padres fundadores de América Latina y el Caribe, trabajemos por un ALBA más unida! ¡Un ALBA de solidaridad! ¡Un ALBA de dignidad!

¡Hasta la Victoria Siempre! (Exclamaciones de: “¡Siempre!” y de: “¡Viva la Revolución!”, “¡Viva Raúl!”, “¡Viva Fidel”, “¡Viva Chávez!” y “¡Viva el ALBA-TCP!»)

(Ovación.)

La participación popular, esencia de la democracia, es intrínseca al socialismo

En virtud de la convicción socialista que caracteriza a nuestro país, se ha propiciado el desarrollo de diversos programas, orientados a buscar soluciones a nuestros más acuciantes problemas económicos y sociales

Autor: Susana Antón Rodriguez | susana@granma.cu

DC
El General de Ejército Raúl Castro Ruz asistió a la jornada de clausura del Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura. Foto: Estudios Revolución

La participación popular es esencia de la democracia, y sin ella no es posible el socialismo, destacó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, al clausurar ayer, en presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, el Décimo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura.

En consecuencia, ponderó el rol de esta participación a todos los niveles y en todas las actividades, desde el ejercicio de la dirección colectiva hasta la necesidad de privilegiar las diferentes formas del control popular sin que vayan en detrimento del control administrativo.

Refirió que, en virtud de la convicción socialista que caracteriza a nuestro país, se ha propiciado el desarrollo de diversos programas, orientados a buscar soluciones a nuestros más acuciantes problemas económicos y sociales.

Entre ellos, mencionó el programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional; la estrategia para lograr la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional; el enfrentamiento a los planes de la subversión político-ideológica del enemigo; la estrategia para controlar la COVID-19; la implementación del sistema de gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación; así como programas sociales orientados a disminuir las desigualdades, la situación de vulnerabilidad; en función del adelanto de la mujer y contra la discriminación racial, entre otros.

El Jefe de Estado recalcó, además, que es imprescindible barrer con la burocratización que se ha instalado en muchos espacios, ámbitos y dimensiones de la administración.

Ante el complejo contexto económico, resultado de la combinación del bloqueo recrudecido, de los efectos de la pandemia y de la inflación internacional, entre otros factores adversos, afirmó que, como país, debemos buscar salidas, innovar y romper el cerco.

Acotó que en el Plan de la economía nacional para 2023 se definen objetivos que resultan de vital importancia para enfrentar todas las problemáticas diagnosticadas, así como para continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que permitan progresar con mayor efectividad y rapidez.

Se requiere –precisó– continuar implementando medidas que garanticen que la empresa estatal ejerza verdaderamente su papel como sujeto económico principal del modelo de desarrollo económico y social.

Del periodo de sesiones que concluyó, Díaz-Canel resaltó que se aprobaron varias leyes que reforzarán el orden institucional del país, con un papel determinante en el ámbito económico y social.

Este miércoles, en la última jornada de sesiones, Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro, informó que, teniendo en cuenta la coincidencia del 1ro. de enero con un fin de semana, y que el pueblo trabajador ha estado sometido a varias circunstancias adversas, marcadas por el enfrentamiento a importantes eventos naturales y sanitarios, en las cuales demostró su capacidad, firmeza, confianza, además de cumplir con esfuerzo las tareas, se decidió disponer, por esta vez, el receso de las actividades laborales el próximo 3 de enero.

Los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular también aprobaron nombrar al 2023 como Año 65 de la Revolución.

Cuba y el cerebro como territorio de conquista

Por José Manzaneda

Imagen de Razones de Cuba

Las protestas del 11 de Julio de 2021 fueron el resultado del bombardeo comunicacional de precisión sobre los cerebros de miles de personas abrumadas, en Cuba, por meses de carencias materiales graves.

Consecuencia directa, a su vez, de la asfixia económica aplicada, en plena pandemia, por la misma mano criminal: la del Gobierno de EEUU.

Los mensajes en redes sociales fueron –siguen siendo- elementales, sin matices: el Gobierno cubano es el culpable del desabastecimiento causado por un sistema socialista inviable. Del bloqueo criminal, ni una palabra.

Así funciona la Guerra de Quinta Generación, cuyo territorio de conquista es el cerebro humano: consigue que ciertas víctimas conviertan al agresor en salvador; y que una elaborada estrategia de lobotomía social pase a ser una “protesta espontánea por la libertad”.

Esta guerra cognitiva, hoy, continúa. Y coordina, desde la Comunidad de Inteligencia de EEUU, a ONG, empresas contratistas y mercenarios presentados como periodistas o “agentes de cambio”. Que intentan, una y otra vez, que el marco de aquellas protestas del 11J se repita y extienda.

Hace un año, el pueblo cubano, con su presidente al frente, salió a las calles y paró la intentona golpista en menos de 24 horas. Hoy el desafío es salir de la aguda crisis económica, aún bajo bloqueo yanki.

En la trampa de la guerra cognitiva también han caído personas de izquierda. Pero la mayoría en el campo de la solidaridad, no. Y son hoy parte imprescindible del ejército que Cuba necesita para ganar esta guerra despiadada y desigual.