Una noche que enlutó a Bayamo

Hoy se cumplen 65 años de la masacre de ocho jóvenes revolucionarios en esa ciudad

Autor: Mailenys Oliva Ferrales | internet@granma.cu

21 de octubre de 2022

ASESINATO DEL 21 DE OCTUBRE DE 1957
Foto: Tomada de Ecured

Corría el año 1957 y Cuba era una ebullición de rebeldía y arrojo juvenil. Para esa fecha, la Sierra se había convertido en el principal escenario de lucha de una generación heroica que, liderada por Fidel, enfrentaba a sangre y fuego a la dictadura batistiana.

Mientras, en varias ciudades del país, otros bisoños rebeldes, organizados en células clandestinas, secundaban a los barbudos con acciones vitales y temerarias que a muchos les costó la vida.

En Bayamo –tierra de los padres fundadores de la nación cubana y urbe de arraigado espíritu emancipador– la juventud no podía estar ajena a aquella gesta de liberación contra la ignominia, la miseria, el desempleo y la usurpación de los más elementales derechos humanos.

Fruto de ese sentimiento patrio, numerosos jóvenes se habían sumado a la peligrosa misión de reunir armas, buscar víveres, hacer contactos o realizar sabotajes contra el régimen militar. Entre ellos figuraba Gilberto López Bosch, jefe de un campamento rebelde en la zona rural de Mabay, quien se encontraba en la urbe bayamesa para acopiar recursos, cuando fue capturado por el ejército batistiano, a inicios de octubre de 1957.

Algunos días después de haber sido detenido, Gilberto se convertiría en la primera víctima de uno de los episodios más sangrientos protagonizados por la dictadura: el asesinato de ocho jóvenes en la Ciudad Monumento. El suceso ocurriría la jornada funesta del 21 de octubre de 1957, fecha que fue bautizada luego como «la noche del terror en Bayamo».

La causa que desataría la sed de sangre de los esbirros había surgido dentro de sus propios calabozos. Allí, el capitán Pedro Morejón, jefe de la Guardia Rural y otros sicarios del régimen, como el soldado Roberto Ríos Sarmiento (apodado Campeón) torturaban con ensañamiento a Gilberto López, a quien le llegaron a fracturar un brazo, la clavícula y algunas costillas.

Aun así, Gilberto fue capaz de enviarles a sus compañeros de lucha una nota escondida en una caja de cigarros. La orden era ajusticiar a Campeón. Varios miembros del movimiento de Bayamo y la célula de Pompita se involucrarían en la misión, prevista para el día 20.

Sin embargo, la acción se salió de control, y en el suceso, además del capitán Morejón, fue baleado un sargento llamado Manuel Pompa, ajeno a la actuación de los militares sin escrúpulos. Pero la tiranía no perdonaría aquel hecho e, inmediatamente, desató una cacería humana, cruel y espantosa, que enlutó a Bayamo la noche del 21 de octubre de 1957.

Primero pusieron la ciudad a oscuras y luego plagaron las calles de militares, asesinos y chivatos armados hasta los dientes, como si fueran a librar una batalla. No obstante, lo peor vendría después.

Ciegos de odio allanaron las casas de siete jóvenes revolucionarios señalados de antemano, a quienes ultimaron cobardemente, sin darles derecho a una defensa. Sus cuerpos aparecieron tirados en distintas arterias de la ciudad, causando profunda consternación entre los bayameses. Algunos, incluso, con el rostro destrozado.

Sus nombres eran: Gilberto López Bosch, Mardonio Hechavarría Remón, Luis Felipe Lotty Osorio, Vicente Quesada O´Conor, Idalberto Tamayo Maceo, Pedro Batista Fonseca, Rubén Nogueras Castillo y Mario Enrique Alarcón Martínez. El mayor de ellos solo tenía 42 años, y el menor contaba apenas con 18 abriles.

Aunque la huella dolorosa de aquellos abominables crímenes marcó entonces la historia de la ciudad, el suceso también sirvió para fortalecer la decisión de lucha; que un año y dos meses después, se hizo victoria plena con la Revolución, el 1ro. de enero de 1959.

Los dos millones de dólares del imperio

Por Marco Velázquez Cristo

Los dos millones de dólares del imperio

El gobierno de Estados Unidos ofrece 2 millones de USD como “ayuda humanitaria” para paliar los daños ocasionados por el huracán Ian en la región occidental de Cuba. Esto, en mi opinión, es un acto de desvergonzado cinismo, portador de una esencia de politiquería sucia, dirigido a crear la ilusión mediática de un gesto de buena voluntad.

Mucho daño le ha causado y le continua causando el imperio al pueblo cubano con: su cruel bloqueo, sus agresiones, el financiamiento de programas con los que ha pretendido y pretende subvertir el orden interno del país, el aliento, la tolerancia y apoyo a acciones de carácter terrorista, planificadas desde su territorio contra Cuba y que tantas vidas han costado, así como, con sus intentos de crear las condiciones para la realización de lo que se ha dado en llamar golpe blando, con el objetivo de derrocar al gobierno legítimamente elegido, por la voluntad soberana del pueblo al que hipócritamente dice, querer ayudar; para que ahora se aparezca con 2 millones haciéndose el Mesías.

En esta como en otras ocasiones el imperio actúa con total impudicia.

Así, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. Ned Price al anunciar la “ayuda”, manifestó a la prensa que, ese dinero se canalizaría por medio de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en ingles), a la cual, según el vocero, ya se habían dirigido organizaciones como la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) con solicitudes para prestar asistencia, se infiere que a los afectados. Resulta ofensiva la designación de la USAID como depositaria y distribuidora de los 2 millones de “ayuda”, partiendo del hecho de que ella, durante décadas, ha cumplido y cumple similares funciones, pero con los fondos que, el gobierno norteamericano ha dedicado y dedica a programas de subversión contra Cuba.

Price para rematar dice, “Estados Unidos está brindando una ayuda crucial”, es decir que es decisiva para paliar los daños ocasionados por Ian. Indigna el irrespeto que encierra tal afirmación que, desconoce conscientemente la magnitud de las afectaciones y los muchos millones que será necesario invertir para eliminarlas, los cuales en su inmensa mayoría correrán a cargo del estado cubano. Esa aseveración del vocero representa la pretensión del imperio de hacerse aparecer como el salvador de los damnificados.

Pero la historia no defiende al supuesto “benefactor”.

Solo desde 1996 y hasta el 2021, el Congreso norteamericano asignó aproximadamente unos 404 millones de dólares para financiar ese tipo de programas. Una buena parte del dinero fue a parar a la USAID, la cual se encargó de distribuirlo entre los diferentes proyectos que esa agencia desarrolla contra Cuba.

Acorde con el doblez y la tradicional inmoralidad que caracteriza la conducta de los políticos norteamericanos, el mismo presidente que hoy nos ofrece 2 millones de “ayuda”, en 2021 solicitó al Congreso de su país, un presupuesto de 20 millones de dólares para la ejecución en 2022 de los mencionados programas. Además, pidió cerca de 13 millones para las transmisiones ilegales de las mal llamadas Radio y TV Martí. Cifra similar a la que había solicitado Donald Trump con iguales objetivos para el 2021.

Hay que recordarle al poderoso vecino del norte que, tal y como se establece en la Demanda que le hizo el pueblo cubano por daños humanos, debe: pagar por el valor de la vida de 3.478 personas fallecidas, a causa de sus actos contra Cuba, bien que resulta imposible de sustituir y, es además invalorable, una cifra total de 104.340 millones de dólares, por el valor de la integridad física ilícitamente quebrantada de 2.099 personas, bien igualmente insustituible, un total de 31.485 millones de dólares y por concepto de indemnización de perjuicios, como retribución de las prestaciones que ha tenido que asumir la sociedad cubana y demás ingresos dejados de percibir por víctimas y familiares, pagar 34.780 millones de dólares por los fallecidos y 10.495 millones por los incapacitados.

Por todo lo anterior nos deben 181.100 millones de dólares estadounidenses.

Además, el bloqueo, según el informe presentado este miércoles a medios de prensa nacionales y extranjeros acreditados en La Habana, por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, ha causado daños acumulados durante seis décadas de aplicación que ascienden a 154 217.3 millones de dólares.

Al valor del oro en el mercado internacional, ha provocado perjuicios cuantificables por más de un billón de dólares (1 391 111 000 000).

Otra astronómica cifra que, gracias a su maldad, inhumanidad y obcecación por destruir a la Revolución, el gobierno estadunidense le adeuda a, quienes durante décadas ha tratado de rendir por hambre y necesidades.

El mencionado informe será presentado a principios de noviembre a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Conociendo a nuestro enemigo, no es de dudar que, sus publicitados 2 millones los trate de usar como hoja de parra para tratar de ocultar su felonía, lo cual se correspondería con su manera sucia de hacer política.  

Sí, real y honradamente, los animara el deseo de ayudar a los que tanto mal les ha causado, levantarían el bloqueo, cesarían sus agresiones contra ellos, no permitirían que su territorio fuera utilizado como bases para ellas y pagarían lo que nos deben.  

Se que es demasiado pedirle a un imperio que, en medio de la pandemia, el 18 de noviembre de 2020, denegó a través de su Departamento de Transporte, una solicitud de las charteadoras Skyway Enterprises, Inc. y IBC para operar vuelos a Cuba con carga humanitaria que incluían insumos médicos.

El pueblo cubano tiene memoria.

Coacción en Miami sobre artistas cubanos

Por Arthur González

La retórica de odio de la mafia miamense también amenaza al sector artístico cubano.

En Miami, ciudad que se vende como el paraíso de la libertad y la democracia, nadie puede expresar sus sentimientos a favor de Cuba sin ser satanizado de comunista y recibir una represión brutal jamás vista en otro lugar, especialmente si se trata de un artista de origen cubano.

La historia no miente y están presentes en cientos de artistas que han sido reprimidos, chantajeados y presionados para cambiar de parecer, por los odiadores que solo acusan al gobierno cubano de “cortar la libertad de expresión”.

Años atrás, cuando un artista residente en Cuba visitaba Miami de inmediato era entrevistado, pero no para hablar de su actuación sino para presionarlo a que hiciera declaraciones contra la Revolución, algo que no sucede con otros artistas latinos o europeos, a pesar de que en sus países existan masacres, desaparecidos y constantes violaciones a los derechos humanos.

Los actos de odio y repudio que se ven en Miami para impedir las actuaciones de los cubanos son notables, como ha sufrido la orquesta Los Van Van, Habana de Primera, Haila María, Descemer Bueno, el dúo Gente de Zona y muchos más. Algunos se vieron obligados a rendirse ante la cancelación de contratos y la amenaza de perder la residencia en Estados Unidos, como sucedió con Descemer y Gente de Zona.

Aplanadoras de calles han triturado discos de los que se negaron a bajar la cabeza, incluido algunos extranjeros que viajaron a la Isla, pero esos actos no son “violaciones de los derechos humanos ni de la libertad de expresión”, que tanto cacarean contra Cuba. Hasta una valla para anunciar llamadas telefónicas con la imagen de una artista residente en la Isla, tuvo que ser eliminada.

Ahora ante la destrucción causada en Cuba por el Huracán Ian, desde Miami se desató una campaña mediática para instigar las protestas callejeras, como parte de una añeja estrategia para iniciar un golpe blando, al estilo del ejecutado en Venezuela y Nicaragua, donde la llamada “oposición”, financiada y entrenada por organizaciones yanquis como USAID y NED, ambas tapaderas de las CIA, destruyeron centros de trabajo, oficinas gubernamentales, escuelas y hasta quemaron vivas a personas que pensaban diferente.

Ninguna de esas acciones fue condenada por el Departamento de Estado, ni por las ONG que dicen defender los derechos humanos.  

La guerra mediática contra Cuba a través de Internet, cuenta con más de 40 sitios en YouTube y Facebook, sufragado con dinero aportado por la USAID, para pagar el salario de los que solo viven de sus emisiones en la red, para incitar a los cubanos a manifestarse y acusar al gobierno de ser responsable de la falta de electricidad.

Entre las matrices de opinión creadas está la supuesta represión a los que, impulsados por las campañas mediáticas, cometieron actos vandálicos violatorios de la ley, algo que no se permite en ningún país y son brutalmente reprimidos, como sucede en Estados Unidos.

Sus exhortaciones a la violencia no reparan en los destrozos causados por el potente Huracán Ian, que también azotó Puerto Rico y varias ciudades de Florida y sobre las cuales no hay un solo llamado a las protestas, a pesar de la ausencia de apoyo gubernamental.

Lo más deplorable del asunto es constatar que artistas que han sido víctimas de esos odiadores en Miami, solo por viajar a la Isla donde nacieron, tengan que plegarse a la campaña anticubana por miedo.

Ahí están los casos de los integrantes del dúo Gente de Zona, Aymée Nuviola y otros que ahora buscan ganarse un espacio en Miami para levantar cabeza, entre ellos el cantante Gardi Vázquez, Alain Daniel el reguetonero cubano Yomil Hidalgo y ciertos actores que intentan obtener asilo político en Estados Unidos, a pesar de que su preparación artística y su desarrollo es gracias al sistema socialista.

Sabemos que quienes no acepten ese juego sucio tienen consecuencias nefastas, viéndose obligados a dejar sus propios criterios, porque quien no entre en el carril anticubano no puede trabajar en Miami. Por eso, se convierten en tristes marionetas de los que dominan la política, porque esa mafia presiona a empresarios y dueños de teatros para que no los contraten.

Esa es la “libertad” de quienes acusan a Cuba y no se pronuncian a favor de sus hermanos floridanos y portorriqueños, ni le componen canciones, a pesar de que viven una situación muy angustiosa sin apoyo gubernamental. Para aquellos que sufren penurias no existen campañas de exhortación a protestas callejeras, ni youtuber pagados para denunciar la falta de fluido eléctrico, de alimentación, de salud gratuita y la ausencia de apoyo para reparar sus viviendas.

Puerto Rico, colonia yanqui, producto del embate del Huracán Fiona estuvo a oscuras varios días, sus calles inundadas, las casas destruidas, la pérdida de todos sus bienes, incluso la falta de agua potable, donde todavía se acumulan destrozos del Huracán María que los azotó hace 5 años.

Gran parte de la infraestructura reparada en Puerto Rico después del Huracán María, era temporal y por las inundaciones actuales del Huracán Fiona, la mayor parte fue nuevamente arrastrada y no reciben apoyo gubernamental.

Después del Huracán María, Puerto Rico estuvo casi un año para restablecer la electricidad en toda la isla, pero ese pueblo no estuvo en la mente de los artistas que ahora atacan a Cuba, ni le hicieron una sola canción de apoyo, como si esos ciudadanos no fuesen seres humanos. Hoy se calcula que más de 450.000 puertorriqueños carecen de servicio de agua potable y 1 millón de hogares y negocios permanecen sin electricidad.

El presidente Joe Biden estuvo en esa colonia yanqui solo 4 horas y no visitó las zonas de desastres, tampoco se entrevistó con los ciudadanos, a diferencia del presidente cubano y otros funcionarios que constantemente están en las zonas afectadas, tomando decisiones para resolver los problemas de la población.

¿Dónde están las catorce ONG “preocupadas por la supuesta hostilidad y detenciones arbitrarias” en Cuba, que no hacen declaraciones ante la falta de ayuda a los residentes en Fort Meyer, Sanibel Island y Pine Island y Puerto Rico?

Los casi doscientos programas diseñados por la USAID y la NED contra Cuba, con un respaldo de millones de dólares anuales, expresan al detalle los objetivos que persiguen para alcanzar el derrocamiento del sistema socialista, aprovechándose de la crisis económica provocada por el recrudecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos.

En sus análisis expresan abiertamente que dichos programas contribuyen al ablandamiento político e ideológico de personas, sectores sociales vulnerables y elementos marginales, preparando el terreno para otras acciones subversivas y desestabilización, evidenciadas en las recientes protestas callejeras, coincidente con análisis de la CIA que expresan:

“…Cuando las condiciones en la Isla se deterioren, es posible que los incidentes violentos se extiendan por la creciente frustración ante los cortes de electricidad, la escasez del transporte y los alimentos…esto provocará desafíos más serios a la autoridad…”

Contra la Revolución cubana nada es casual, todo está pensado y calculado, allá los que no quieran verle las patas al lobo debajo del vestido de abuelita.

Visionario fue José Martí cuando apuntó:

“Esto es muerte o vida, y no cabe errar”.