A pesar de los intentos de Estados Unidos por aislar a nuestro país, la condena a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua estuvo presente en las intervenciones de los jefes de Estado en la primera sesión plenaria de la IX Cumbre de las Américas que sesiona en Los Ángeles hasta hoy
Autor: Milagros Pichardo | internacionales@granma.cu

A pesar de los intentos de Estados Unidos por aislar a nuestro país, la condena a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua estuvo presente en las intervenciones de los jefes de Estado en la primera sesión plenaria de la IX Cumbre de las Américas que sesiona en Los Ángeles hasta hoy.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, inició su discurso lamentando que no estuviesen presentes todos los que debían estar. En calidad de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), denunció la alta cifra de la deuda externa que tienen los países de la región.
Condenó el bloqueo de más de seis décadas contra Cuba, así como las medidas unilaterales contra Venezuela, que se mantuvieron en medio de la pandemia de la COVID-19 que arrebató miles de vidas. «Con medidas de este tipo se busca condicionar a los gobiernos, pero en los hechos solo se lastiman a los pueblos», manifestó.
«Hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas», acentuó el líder argentino, y puntualizó que para que esto no vuelva a suceder es necesario decir que ser el país anfitrión no implica que puedas decidir quién participa, porque el diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia y la lucha contra la desigualdad. Resaltó la urgencia de analizar la reconstrucción del multilateralismo, «no se puede imponer un pensamiento único».
Evidenció cómo se ha utilizado la Organización de Estados Americanos como un gendarme que apoyó el Golpe de Estado en Bolivia. Agregó que si esa organización quiere ser respetada, debe ser restaurada de inmediato.
Sobre la ausencia de Cuba y Venezuela, el primer ministro de Belice, John Briceño, aseguró que Cuba ha brindado una cooperación constante e inigualable en salud a casi dos tercios de los países de este hemisferio, y Venezuela ha hecho mucho por la seguridad energética del Caribe. La ausencia de ambas naciones es imperdonable, «las Américas deben ser inclusivas».
Hablando directamente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó: «el bloqueo ilegal contra Cuba es una afrenta a la humanidad. De hecho, es antiamericano. Ha llegado la hora, señor presidente, de levantar el bloqueo y construir lazos de amistad con el pueblo de Cuba».
Respecto a la ciudad donde sesiona la Cumbre, Los Ángeles, el político caribeño refirió que refleja con exactitud lo que sucede en nuestra América, porque viven personas con demasiado dinero y otras con muy poco.
El presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen, señaló que uno de los retos más apremiantes que enfrenta la región de la Américas es la crisis de la migración irregular, que tiene sus raíces en la falta de oportunidades para la población en los países de origen de los migrantes.
Hizo un llamado a trabajar juntos y unidos en una mayor cohesión de la región que permita transitar en la cambiante realidad mundial y encarar los grandes desafíos que enfrenta la humanidad. Comentó que esta cumbre debe servir para concretar los lazos regionales y responder a los enormes desafíos con una sola voz.
Por su parte, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, comentó que la pandemia puso, frente a los ojos de todos, las necesidades de las sociedades. Además, expresó que continúa siendo la lucha contra la desigualdad una de las grandes tareas inacabadas de la región.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a invertir en los sistemas que desarrollan la sociedad, en calidad de vida para todas las personas, en prosperidad, en salvaguardar la biodiversidad y ayudar a los países en desarrollo, así como en garantizar la acogida de los migrantes, de acuerdo con el pacto mundial.
El mandatario del país anfitrión de la Cumbre, Joe Biden, expresó que «las Américas siempre serán una prioridad para EE. UU.»; el historial imperial obliga a preguntarse: ¿prioridad para qué?