Un llamado al levantamiento del criminal bloqueo contra Cuba realizó la Conferencia Internacional de Normalización Estados Unidos–Cuba, que sesionó en Nueva York, con representantes de organizaciones de solidaridad con la Isla, movimientos obreros y participantes de EE. UU., Canadá, Colombia y Sudáfrica
Un llamado al levantamiento del criminal bloqueo contra Cuba realizó la Conferencia Internacional de Normalización Estados Unidos–Cuba, que sesionó en Nueva York, con representantes de organizaciones de solidaridad con la Isla, movimientos obreros y participantes de EE. UU., Canadá, Colombia y Sudáfrica.
El encuentro promovió acciones de concertación solidaria y de proyección del trabajo para condenar las sanciones contra la Revolución Cubana, principalmente aquellas que recrudecen el cerco económico, comercial y financiero, como las más de 243 medidas bajo el mandato del presidente Donald Trump y que su sucesor Joe Biden mantiene.
Al evento llegaron mensajes de organizaciones de varios países exigiendo el cese de las hostilidades contra Cuba, y se activaron las redes sociales con saludos al evento.
En su inauguración, el representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Luis Pedroso, agradeció las innumerables muestras de sensibilidad y humanismo hacia el pueblo cubano. Invitó a los asistentes a intercambiar sobre el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, el cambio climático y el adelanto de la mujer.
En el panel sobre cuestiones de adelanto de la mujer y paridad de género, intervino Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Partido Comunista y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, así como otras integrantes de esa organización. Allí se actualizó sobre el proceso de análisis del nuevo Código de las Familias en todas las comunidades de Cuba y del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
Los participantes elogiaron la información recibida y comentaron acerca de la historia de las sucesivas agresiones por los inquilinos de la Casa Blanca contra la familia cubana, con las cuales han buscado derrocar la Revolución.
El gremio patentizó su apoyo y solidaridad a fiscales y jueces que intervienen en investigaciones y juicios
Juristas habaneros reunidos este domingo en la asamblea de balance de su organización en La Habana respaldaron una declaración a favor de sus miembros, a raíz de las calumnias y campañas de descrédito contra esos profesionales tras intervenir en los procesos judiciales derivados de los hechos de julio pasado.
La declaración de la filial habanera de la Unión de Juristas de Cuba (UNJC) destaca la labor desempeñada por abogados y fiscales, los cuales –recalca– “actuaron apegados al debido proceso”.
El encuentro, presidido por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, y la fiscal general de la República, Yamila Peña Ojeda, sirvió también para repasar el trabajo de los profesionales del derecho durante 2021.
“En estos días hemos estado observando cómo se articulan algoritmos y matrices de opinión subversivas que intentan desacreditar la actuación de fiscales y jueces, mayoritariamente jóvenes, que enfrentan con profesionalidad el más estricto principio procesal de la tutela judicial efectiva y del debido proceso tras los hechos vandálicos que tuvieron lugar el pasado 11 de julio de 2021”, dijo Osmín Álvarez Bencomo, presidente de la Junta Directiva Provincial de la organización en La Habana.
“Indignan las descalificaciones de conductas delictivas extremadamente graves que fueron tipificadas y sancionadas a raíz de estos hechos por sedición, al tratarse del levantamiento colectivo y violento de un grupo de personas contra autoridades y el orden público con el fin de derrocarlo”, agregó Álvarez Bencomo.
La declaración emitida por la UNJC de La Habana subraya que “los juristas de Cuba, en especial los de la capital, rechazamos categóricamente y enfrentamos cualquier intento de manipulación mediática y advertimos que, contra todo aquel que intente subvertir la justicia que en nombre del pueblo de Cuba se imparte, mediante amenazas o el descrédito, o simplemente facilitando la información, caerá todo el peso de la ley.
“Por cada colega amenazado, lo multiplicaremos por decenas de miles a todo lo largo y ancho, dispuestos a cambiar la toga y el estrado si fuera necesario por el fusil y la trinchera”.
Tras la lectura del texto, Torres Iríbar hizo un breve recuento de los hechos del 11 y 12 de julio en La Habana, y dijo que la campaña que se ha desatado contra jueces y fiscales “no es más que una articulación para destruir el sistema judicial de la Revolución”.
“No habrá odios, solo habrá justicia. Apoyamos y respaldamos la declaración de los juristas cubanos. La justicia revolucionaria es garante de la Revolución”, afirmó.
La máster en Derecho Civil y vicepresidenta del Tribunal Provincial Popular de La Habana, Ludmila Collazo Rodríguez, denunció que tras darse a conocer las notificaciones resultantes de los procesos judiciales de los hechos del pasado 11 de julio se ha desatado una campaña de descrédito contra los profesionales de la justicia.
“Tanto los jueces como los fiscales han cumplido cada una de las fases del procedimiento establecido, en las cuales se garantizan los principios básicos que postula la Constitución de la República de Cuba, que tienen que ver con el debido proceso y la tutela judicial efectiva”, apuntó.
La letrada comentó que muchos de los que intervinieron en los procesos judiciales fueron jueces jóvenes, quienes asumieron con gran responsabilidad el procedimiento para el juzgamiento de estos hechos.
“En estos se ha velado por el principio de participación popular que rige la imparticipación de justicia bajo los principios de imparcialidad, la transparencia y el carácter eminentemente humanista”, destacó.
Collazo Rodríguez ratificó que los jueces seguirán cumpliendo con todos los postulados de la carta magna y velarán por todas las reglas del debido proceso, “teniendo en cuenta que estas resoluciones judiciales no son firmes y las personas juzgadas cuentan con los medios para impugnar las sentencias y hacer valer sus derechos”.
Por su parte, Guillermo Rodríguez Gutiérrez, abogado del bufete colectivo de La Lisa, reafirmó que durante el procesamiento de los acusados se cumplió con el debido proceso ya que “tuvieron derecho a la representación letrada, se les dieron a conocer las acusaciones que se les imputaban y pudieron presentar todas las pruebas necesarias para su defensa. Además, pudieron expresarse libremente durante la vista oral”.
Recordó que los abogados, a quienes ahora algunos cuestionan de no ser imparciales, pertenecen a un órgano independiente de la Fiscalía.
Sobre las condenas por sedición, Rodríguez Gutiérrez explicó que, además de los daños provocados, hay que tener en cuenta “la intención del agente comisor del delito”, que en este caso era alterar o cambiar el sistema económico y social del país establecido en la Constitución.
“Nuestros abogados plantearon sus tesis de defensa y realizaron su papel. El tribunal, a partir de las pruebas judiciales y testificales, tomó una determinación. Hay que recalcar que estas condenas aún no son firmes, ya que aún resta un proceso donde los imputados pueden presentar recursos de apelación”, aclaró.
Anabel López Reinaldo, fiscal en el municipio habanero de Marianao, afirmó que pertenecer a la Unión de Juristas de Cuba es un honor.
“Ser fiscal es un orgullo y una tarea bien difícil, porque hay que llevar a la par la responsabilidad, la justicia y la sensibilidad humana”, dijo.
“No son justos los cuestionamientos que se nos hacen. Nosotros hacemos nuestro trabajo apegados a la justicia en nombre del pueblo al que pertenecemos”, agregó.
Resaltó el tratamiento diferenciado dado a los jóvenes implicados, quienes tienen atenuantes atendiendo al carácter preventivo de la justicia.
El gremio patentizó su apoyo y solidaridad a fiscales y jueces que intervienen en investigaciones y juicios
Con extrema cautela hemos venido observando cómo se articulan algoritmos y matrices de opiniones subversivas que intentan desacreditar la actuación de fiscales y jueces mayoritariamente jóvenes, que enfrentan con profesionalidad y el más estricto apego al principio procesal de la tutela judicial efectiva y del debido proceso, hechos vandálicos qué tuvieron su máxima expresión el pasado 11 de julio del 2021.
Indignan las descalificaciones a conductas delictivas extremadamente graves que fueron tipificadas y sancionadas a raíz de estos sucesos como SEDICIÓN, al tratarse del levantamiento colectivo y violento de un grupo de personas contra las autoridades y el orden público con el fin de derrotarlo.
El gobierno de la República de Cuba, tal y como refrenda el artículo 3 de nuestra recién reformada Constitución, erige su intransferible soberanía en el pueblo del cual dimana todo el poder del Estado, particular que legitiman nuestros fiscales y jueces en su actuación en la defensa sagrada de nuestras leyes y de la invencible Revolución.
El gremio de los juristas de Cuba y particularmente los de la capital, RECHAZAMOS categóricamente y ENFRENTAREMOS cualquier intento de manipulación mediática, y ADVERTIMOS que, contra todo aquel que intente subvertir la justicia que en nombre del pueblo de Cuba se imparte, mediante AMENAZAS, el DESCRÉDITO o simplemente facilitando la información, recaerá todo el peso de la ley.
A nuestros fiscales y jueces, les decimos, que ante tales amenazas la Unión Nacional de Juristas de La Habana los acompañará permanentemente en este histórico enfrentamiento que desde el Derecho ustedes llevan a cabo en la primera línea en defensa de la patria.
¡Viva nuestro invencible y eterno Jurista Mayor, Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz!
En un lugar “donde se ha tirado piedras, volcado carros de la policía y de dirigentes del gobierno, se han tirado cocteles molotov encendidos, donde la población no ha salido de la casa por miedo, (…), donde se ha cortado la electricidad y quemado los latones de basura, ¿quién se atreve a decir que hubo marchas pacíficas?”, cuestionaba Yojanier Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial Popular de La Habana, al referirse a los juicios a los implicados en los sucesos del 11 de julio del pasado año.
Han circulado por las redes las imágenes de patrullas volcadas, personas heridas, establecimientos vandalizados. Sin embargo, persiste a nivel internacional la narrativa de ausencia de violencia en las «manifestaciones».
No hay peor ciego que el que no quiere ver, reza el refrán. Pero agregaríamos: incurre en falta más notoria aquel que impide que otros vean. El ciudadano de a pie ve el mundo ajeno a sus límites geográficos a través de los medios de comunicación. ¿Qué hacer cuándo la pantalla miente, y los ojos no pueden acudir a otro testimonio en primera persona?
La maquinaria mediática global, bien engrasada por sus dueños para mentir y manipular, da eco a falsas realidades, no solo sobre Cuba. Crea historias a conveniencia de los intereses de las transnacionales imperialistas y del capital. Tal vez el ejemplo de la censura a la palabra de Rusia en torno al conflicto en Ucrania ha sido el más reciente.
Pero el caso de Cuba indigna, por lo cínico de la campaña. Se empeñan en tapar el sol con un dedo, silenciar la evidencia, para repetir hasta el cansancio la misma retórica de siempre. El rebaño que los sigue, ¿acaso no se percata de que para cada acción del gobierno revolucionario existe una crítica, mil obstáculos?
Según datos de la Fiscalía General de la República, los delitos más identificados fueron desórdenes públicos, instigación a delinquir, daños, robos con fuerza y violencia, atentado, sabotaje y sedición. Léase bien la ascendencia violenta de los actos, la intención de acabar con la vida de personas, destruir la propiedad pública e individual, disfrazar de «patriotismo» el robo.
Los daños no fueron mayores debido a la oportuna actuación de las fuerzas policiales y de la marea de revolucionarios que salió a reivindicar su espacio en las calles. Quienes violentaron la tranquilidad del pueblo no pueden salir impunes. En ningún lugar del mundo pasa de esa manera.
Quedan en el mismo bando los que no desean abrir los ojos, y también quienes les nublan la vista. Nosotros seguiremos repitiendo la verdad. Ahí están las pruebas. Con barbarie y sangre quisieron empañar la imagen de Cuba, pero no pudieron. No lo permitimos entonces; no lo permitiremos ahora.
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