La Casa Blanca anunció recientemente que no ofrecerá ayuda no humanitaria o no relacionada con el comercio durante el próximo año fiscal, al tiempo que se opondrá al otorgamiento de préstamos internacionales por esos conceptos, a varios países, incluido Cuba.
Washington “no proporcionará asistencia no humanitaria, no relacionada con el comercio ni permitirá fondos para la participación en programas educativos y de intercambio cultural para funcionarios o empleados de los Gobiernos de Cuba, la República Popular Democrática de Corea, Eritrea, Nicaragua, Rusia y Siria” entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, se lee en el memorando presidencial dirigido al secretario de Estado, Antony Blinken.
Según el comunicado del presidente estadounidense, las sanciones responden a que estos países no hacen «lo suficiente» para combatir el tráfico de personas y la medida se mantendrá en vigor «hasta que dichos Gobiernos cumplan con los estándares mínimos” de la Ley de Protección de Víctimas de Trata “o hagan esfuerzos significativos para cumplir con los estándares mínimos”.
Biden orientó a los representantes de los Estados Unidos en cada banco multilateral de desarrollo que “voten en contra y hagan todo lo posible para denegar cualquier préstamo u otra utilización de los fondos de la institución” que no estén dirigidos a lo que ellos consideren «ayuda humanitaria», «ayuda comercial» o «ayuda para el desarrollo».
Washington sanciona con esta directriz a Afganistán, Birmania, China, Cuba, la República Popular Democrática de Corea, Eritrea, Irán, Nicaragua, Rusia y Siria.
Por otra parte, el presidente de EE.UU. determinó que no se suministrará “asistencia no humanitaria y no relacionada con el comercio” a Afganistán, Birmania, China, Comoras, Guinea-Bissau, Irán y Sudán del Sur.
Agencias de información apuntan que quedaron excluidos de esas medidas, por “interés nacional”, Argelia, Malasia, Turkmenistán y Venezuela.
En el caso de Rusia y Eritrea, se concedió una “exención parcial” que permite la financiación de programas educativos y de intercambio cultural dirigidos a funcionarios o empleados de sus Gobiernos.
The American Dream is Over!!! Y si eres cubano, latino o negro mucho mas… No es el país, no es la justicia, es el Sistema!!! El mismo que permite y patrocina actos tan repulsivos como el «jueguito» de los boicots, pero cuidado a los que están en la isla… el que imita fracasa y Cuba no es un estado fallido, es una nación de leyes!
Jorge Luis Ubertalli O. – Rebelión.- Todavía no había hecho irrupción la doctrina imperialista de la ‘posverdad’, con su parafernalia tecnológica informativa puesta al servicio de la colonización, el saqueo mundial y la mentira institucionalizada; todavía la cibernética y la tecnotrónica no habían asomado al mundo de la guerra integral contra Cuba y países no alineados con los EE.UU. y sus aliados del ‘occidente’ capitalista cuando en la naciente Revolución se llevó a cabo la Operación Verdad, planificada y ejecutada por el gobierno revolucionario de Fidel Castro y los periodistas afines a la revolución, nucleados en el Colegio de Periodistas y la Asociación de Reporteros de La Habana.
Fue en la primera veintena de enero de 1959, con la revolución todavía en pañales, cuando se entabló la primera batalla mediática contra la desinformación y la mentira imperialista, cuyos voceros oficiosos alineados con las agencias UP y API, las revistas LIFE, Newsweek, US News and World Report y otros medios esgrimían de que en Cuba se estaba llevando a cabo un ‘baño de sangre’, debido a los fusilamientos de esbirros batistianos que habían torturado y asesinado sin piedad.
Ante la andanada mediática, asociada a la comparsa del entonces presidente Dwight Eisenhower y tribunos como Wayne Hays, que ya hablaban de un bloqueo comercial y de una intervención militar a la nueva Cuba, se invitó a la isla revolucionaria a 380 periodistas de EE.UU., Europa y América Latina a fin de que dieran testimonio de lo vivido, visto y oído. Un millón de cubanos se concentraron ese 21 de enero para apoyar al gobierno revolucionario en su política de sancionar a los asesinos batistianos. Y al siguiente día, todos los periodistas invitados escucharon a Fidel en el hotel Habana Riviera que, entre otras cosas, dijo: ‘Los que creyeron que después de nuestras victorias militares nos iban a aplastar en el campo de la información, en el campo de la opinión pública, se han encontrado con que la Revolución Cubana sabe pelear y ganar batallas en ese campo’.
Y se triunfó en la primera confrontación mediática; al poco tiempo se fundó la Agencia de Noticias Prensa Latina y el imperialismo ya no pudo impunemente atacar a Cuba revolucionaria a través de la desinformación y la mentira.
Hoy, a poco de que se cumpla el 62 aniversario de la victoria revolucionaria, en el contexto de la crisis del capitalismo imperial con EE.UU. a la cabeza, la guerra integral contra Cuba sigue su curso. Y como antes y ahora, se estrella contra la inventiva y la decisión revolucionaria de seguir existiendo como entidad socialista, antiimperialista y soberana.
Un Peter Pan Perverso y una Mangosta ponzoñosa
El 26 de diciembre de 1960 comenzó la llamada Operación Peter Pan, digitada por la CIA, la Iglesia católica y los contrarrevolucionarios cubanos al interior y en el exterior de Cuba. Consistió en sacar clandestinamente de Cuba a más de 14.000 niños de entre 6 a 12 años de edad, con el consentimiento de sus padres, que fueron mentidos en cuanto a que la revolución les quitaría a sus hijos y los privaría de la patria potestad. Desde la usina proimperialista de la Iglesia cubana, que controlaba 132 escuelas primarias, 48 de enseñanza media, 33 escuelas de comercio, 22 de secretariado, 4 high schools, tres escuelas vocacionales y las Universidades Católica de Villanueva y Social de La Salle, se mintió a los padres y se los indujo a enviar a sus niños fuera de la isla sin acompañantes y con destino incierto, vía EE.UU. -donde los esperaba ‘monseñor’ Bryan O. Walsh, director del Catholic Welfare Bureau- y la España franquista. Hasta después de la ‘crisis de los misiles’ de 1962 los niños siguieron saliendo clandestinamente hasta perderse en orfanatos, colegios, familias desconocidas… La perversa Operación coincidió con la la Ley de Reforma Integral de la Enseñanza, promulgada en diciembre de 1959, que garantizaba la enseñanza laica, integral y democrática en la isla. Mentiras y difamaciones emitidas desde Radio Swan, un engendro radiofónico creado por la CIA en mayo de 1960 y que transmitía desde territorio hondureño, fueron dirigidas a la clase media y la burguesía cubana a fin de que se llevara a cabo el funesto plan. Hasta se imprimió clandestinamente una falsa ley de potestad, cuya imprenta fue allanada y detenidos sus propietarios…
A la Operación Peter Pan se sumó poco más tarde otra tan o más perversa que la anterior.
Ya derrotados los mercenarios al servicio de EE.UU. en Playa Girón (abril de 1961), la comunidad de inteligencia norteamericana (CIA, DIA, y otras), el Pentágono, el Departamento de Estado, el Departamento del Tesoro y otras instituciones del gobierno USA, con el aval explícito del presidente John F. Kennedy, llevaron a cabo la Operación Mangosta, iniciada el 30 de noviembre de 1962.
Teniendo por finalidad la destrucción a toda costa de la Revolución Cubana, incluido el magnicidio contra Fidel Castro y otros dirigentes, iniciaron un Plan de Acción de 32 tareas que incluyeron: 13 agresiones de guerra económica; 6 operaciones políticas; 5 tareas militares; 4 misiones de inteligencia, 4 operaciones de subversión política ideológica y una operación de guerra biológica, utilizándose un medio químico para afectar la vista de los macheteros y sabotear la zafra azucarera. Una vez aprobada la Operación Mangosta, se habilitó la estación JM-WAVE, ubicada en Florida, que centralizó las operaciones, y se estableció un presupuesto multimillonario en dólares repartido entre los organismos que participaron en la Operación. Para ese entonces ya se había desplazado al jefe de la CIA y al director de Operaciones Encubiertas, Allen Dulles y Richard Bisell, cuyos cargos fueron ocupados por John McCone y Richard Helms, respectivamente. Un grupo ampliado, dentro del Consejo de Seguridad Nacional USA, dirigido por Ed Landsdale -experto contrainsurgente que luego apareció en el reaganismo actuando contra Nicaragua Sandinista- se hizo cargo de la operación, que insumió una Fuerza de Tareas (Cuban Task Force) supervisada y controlada por William Harvey, designado por la CIA, que contaba con un Grupo de Acciones Ejecutivas- ZR-RIFLE, encargado de llevar a cabo asesinatos de opositores políticos a EE.UU. sin comprometer al gobierno de ese país, y que incluía mafiosos, sicarios, etc.
En marzo de 1962 se iniciaron las operaciones, que incluyeron financiamiento, apoyo, instrucción y armamento a grupos contrarrevolucionarios armados en la sierra del Escambray, formación de grupos contrarrevolucionarios cercanos a aeropuertos y centros de comunicaciones a fin de sabotearlos, campañas subversivas contrarrevolucionarias, infiltración de agentes, etc., con el fin de crear una revuelta ‘popular’ en el contexto de una ‘guerra civil’ que justificara una invasión de la marinería yanqui y la conformación de un gobierno títere.
Según cálculos, 117 agentes de la CIA fueron infiltrados en territorio cubano, se estructuraron cinco redes de espionaje de la CIA coordinadas desde la base de Guantánamo, las bandas armadas asesinaron a campesinos y demás sectores del pueblo, incluidas mujeres y niños, y hasta intentaron asesinar a Fidel mediante dispositivos especiales, creados por la División Técnica de la CIA, dirigida por Sydney Gottlieb, quien también dirigió el Programa MK Ultra en la misma fecha, que intentaba manipular por medio de drogas y operaciones cerebrales a la población de su propio país y a los ‘agentes’ del ‘comunismo internacional’, utilizando para los ‘experimentos’ diversos conejillos de indias, incluidos enfermos mentales. El combate aunado de las FAR, la Seguridad del Estado, las Milicias Revolucionarias, la Policía Revolucionaria, las Organizaciones de Masas (CDR, ANAP, y otras) y todo el pueblo cubano terminó con la aventura de la Operación Mangosta, que tuvo un saldo de 500 combatientes populares revolucionarios muertos.
La nueva panfernalia agresiva del imperialismo
Cuba debió afrontar una guerra integral desde el inicio de la revolución. Fiebre Porcina, Dengue Hemorrágico y otras enfermedades diseminadas en la isla fueron creadas en los laboratorios de guerra biológica de los EE.UU. La Guerra Económica y Político-Diplomática, las Operaciones Psicológicas (PsyOps), en el contexto de la Guerra Psicológica (GP) tradicional, fueron moneda corriente en lo que hace a las acciones contrarrevolucionarias del imperialismo norteamericano y sus aliados-satélites contra Cuba. La Guerra Cultural e Informativa se llevó a cabo desde un primer momento contra la isla revolucionaria.
Pero en el curso delos años 70 del pasado siglo, cuando la cibernética y la informática, los medios audiovisuales y el electromagnetismo revolucionaron las comunicaciones y fueron aplicados a la guerra imperial contra Cuba y otros pueblos y gobiernos revolucionarios, las operaciones militares convencionales se transformaron en guerras irregulares, de Baja Intensidad, híbridas, asimétricas, multidimensionales, donde a las armas ‘letales’ les siguieron las ‘no letales’, ideadas por los aparatos científico-tecnológicos del imperialismo. La creación de Internet -antes Arpanet- por el DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa), dependiente del Pentágono, y otras agencias de las Fuerzas Armadas y de Inteligencia estadounidenses, llevaron la guerra contra Cuba a un escalón más alto. Combinando las acciones directas -agresiones, sabotajes, bloqueo comercial, sanciones, etc- con indirectas, como el Big Data e Inteligencia Artificial en relación con el desarrollo de ordenadores y manipulación de redes de internet, además de programas de manipulación mental por medio de ondas electromagnéticas, rayos, láseres, microondas, guerras culturales cibernéticas, robots, drones, etc., los imperialistas, aunados con las grandes empresas privadas de armamento, tecnología informática y científicos de toda índole pretendieron, y pretenden, terminar con el sistema socialista en Cuba, derrocar a su gobierno e instalar un gobierno títere, al igual que hicieron en varios países de Medio Oriente y Norte de África, así como con Yugoslavia.
Pero Cuba no es fácil presa del imperio.
‘La táctica y la estrategia militar incluirán como uno de los aspectos principales, las tácticas y estrategias de control social. La tecnología será un factor primordial, pero no será el único, lo fundamental será el control de la mente; la información, la inteligencia, lo cognitivo, lo emocional, las actitudes, lo psicológico, estos ámbitos se conformarán como de combate’- sostiene un investigador y profesor de la Universidad de Ciencias Informáticas de Cuba. (1) ‘Una de las partes, la potencia imperial, utilizará municiones guiadas y de gran precisión; armas químicas y biológicas, amplio empleo de la robótica y la nanotecnología; empleo de armas ‘no letales’, armamento de pulsos, maquinarias especializadas y software para el combate; así como el empleo de virus que afecten las redes informáticas’.
Seguidamente acota: ‘ Las ‘batallas estratégicas’ principales no son libradas por las fuerzas militares, sino que asumen este papel las grandes redacciones y estudios de radio y televisión. Los titulares, las consignas y las imágenes mediáticas se constituyen en los “proyectiles” principales que lograrán la victoria’. Haciendo hincapié en la ‘tercerización’ de las guerras a través de la contratación de empresas militares y de seguridad, se consigna que la guerra ‘se realiza centralizada en una red que combina tres elementos básicos: información, mando digitalizado y armas de precisión(…) Una nueva forma de agresión militar, ya presente en sus acciones contra Cuba, tiende a convertirse en la forma principal, por su alcance y medios empleados por el enemigo: la guerra cibernética’.
Otro investigador de la Universidad de Ciencias Informáticas cubana sostiene que el Big Data (gran volumen de datos estructurados y no estructurados que se obtienen a través de alta tecnología) cumple la ‘función de analizar, orientar y predecir comportamientos a partir de su poder para realizar búsquedas, capturas, almacenamientos, gestión, transferencia y visualización de la información que se convierte en conocimiento para la toma de decisiones…’(2). A través de redes de censores y dispositivos y de la interacción de usuarios de internet, se obtienen datos que, con su uso, ‘se pueden fabricar situaciones para manipular el mundo físico y virtual, controlando y alterando procesos geopolíticos de cualquier índole, lo cual puede llegar a dominar y modelar el comportamiento del cerebro humano desde el mundo digital, empleando la ciencia con interferencia de los valores. Con ello se originan espacialidades para la identificación de creencias, significados simbólicos que conducen a la estructuración del espacio, y a establecer normas de regulación basadas en el poder de aquellos que administran esta tecnología’, que son, por supuesto, los grandes conglomerados privados informáticos capitalistas aunados al Estado imperial, fundamentalmente EE.UU.
En sintonía con lo antes expuesto, se dice que…’el gobierno norteamericano maneja cibertropas activas para operaciones nacionales e internacionales’ como la USAID, el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado, que creó en el 2017 el Global Engagement Center, el DARPA, el Comando Cyberespacial y el Mando Central Unificado o CentCom de la Fuerza Aérea, utilizando empresas informáticas como Ntrepid y HBFederal (hoy cerrada y transferida a otras empresas). Entre toda la aparatosidad informática, el DARPA se destaca. A través de los software Astroturfing y Computing World, creados por DARPA, se oculta a verdaderos emisores de mensajes propagandísticos, se crean cuentas de internet falsas, se encubren operaciones militares informáticas, se crean personas ‘ubicuas’ que no existen, etc. obteniendo ‘enormes potencialidades para producir engaños de carácter universal, formando parte de la carrera armamentística que se desarrolla en el entorno digital’. Estos aparatos creados y manejados por grandes conspiradores y espías mundiales que intentan controlar al mundo y, particularmente en Cuba, generan distorsiones en el sistema informático y otras aplicaciones con el fin de desestabilizar al gobierno revolucionario, además de filtrar calumnias y mentiras en el exterior a fin de manipular a la opinión pública para que legitimice las acciones imperiales contra la isla, en la tendencia a predominar con ‘métodos que perturban los modos de vida, como es la penetración psicosocial del miedo y la obediencia, mediante la agudización del control e intervención militar y policial’.
Los engendros Proyectos RF MEDIA, TOWER, CLEAN SWEEP, entre otros, creados por la CIA, la NSA, y la oficina de Investigación Naval (ONR) para manipular mentes, horadar cerebros por medio de ondas, microondas, chips , control electromagnético y otros aparatos imperiales, que siguen el derrotero del MKULTRA y demás proyectos manipuladores de las mentes y los cerebros humanos, no asombran ni asustan a los cubanos.
La Guerra Cultural, que no es más que ‘guerra de información permanente, mediática y psicológica a escala global’, que busca ‘destruir el pensamiento reflexivo(información, procesamiento y síntesis) y sustituirlo por una sucesión de imágenes que conformarán la psicología del individuo: noticias, títulos, imágenes sin conexión aparente entre sí, que excitan su curiosidad y fragmentan la ideología, convirtiendo al ser humano en un alienado consumista de órdenes psicológicas direccionada mediante consignas’, es combatida integralmente por los cubanos a través de, entre otras:
– el desarrollo de la cultura general integral de la población;
– el establecimiento de una adecuada política de selección y limitación de los productos informativos externos;
– la producción propia, que refleje la cultura propia y se enfrente a la hegemonía imperial;
– la integración en el marco de alianzas estratégicas entre países que se enfrentan al hegemonismo imperial y que asignan a la cultura una amplia prioridad.;
– el logro de la utilización masiva a Internet de la población para utilizarlo como arma para defender y difundir el socialismo;
– la priorización del trabajo político e ideológico del pueblo y los valores humanistas;
– la concientización de los jóvenes en cuanto al protagonismo que les corresponde en esta época;
– la preparación para la defensa contra las modalidades de guerra cibernética, ‘inteligente’ y con ‘armas no letales’;
– el control y exigencia sobre funcionarios y dirigentes estatales que conduzcan con la austeridad y el ejemplo.
Ni los Programas HAARP y Phoenix II de modificación de climas y creador de terremotos, huracanes, inundaciones y sequías gestados por el Pentágono y la comunidad de inteligencia yanqui, ni ninguna otra panfernalia instituída en la era de la ‘posverdad’, mentira organizada a través de redes informáticas en la Guerra de Información, podrán desarticular ni ‘desde adentro’ ni desde el exterior a la Revolución Cubana ni liquidar la sociedad socialista.
La Operación Verdad sigue vigente, y la defensa integral de Cuba en esta larga guerra dará por tierra con los planes imperiales.
Notas:
(1) El Hegemonismo Militar Estadounidense: El Impacto de las TIC sobre la realización de la Guerra Cibernética– Rodrigo D. Rodríguez Angulo- Documento de Trabajo Nº 103, Buenos Aires, Junio del 2012, CEID- Rodríguez Angulo es Profesor de la Universidad de Ciencias Informáticas de Cuba (UCIS)
(2) Naturaleza Geopolítica del BiG Data, Mario González Arencibia, http://publicaciones.uci.cu, volumen 14 nº 2, febrero 2021 Bibliografía Consultada: Operación Peter Pan: Delfín Xiqués Cuitiño, 24 de diciembre del 2020, archivo@granma.cu Operación Mangosta:www.ecured.cu
Operación Verdad: Primera Gran Denuncia de las campañas de mentiras contra Cuba… Pedro Ríoseco | internet@granma.cu, 21 de enero de 2021
El uso de la Informática y la Cibernética en las guerras modernas– Ezequiel Martínez Justiz Vol. 8 Núm. 3 (2015)– publicado el 27 de mayo del 2019- publicaciones. uci.cu
Inteligencia Artificial y Big Data como Instrumentos Políticos– Mario González Arencibia- Dagmaris Martínez Cardero, Vol. 8 Núm. 3 (2015), publicado 14 de mayo 2020, publicaciones. uci.cu
Ciencia y Tecnología para la Guerra. La Guerra de Cuarta Generación. Su impacto Social– Rodrigo Desiderio Rodríguez Angulo- Vol. 8 Núm. 3 (2015)– publicado 27 de septiembre del 2015- publicaciones.uci.cu
Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”
Un Estado fallido no soporta 62 años de bloqueo recrudecido en medio de una pandemia; tampoco soporta esos golpes una dictadura. Foto: Juvenal Balán
Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 22 de diciembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Comandantes de la Revolución y del Ejército Rebelde que nos acompañan;
Querido compañero Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Diputadas, diputados, maestras y maestros que nos escuchan:
Concluimos esta Legislatura en un día de extraordinaria significación para Cuba: 22 de diciembre, Día del Educador y aniversario 60 de la Campaña de Alfabetización, primer paso en el camino de la emancipación cultural que abrió las puertas del conocimiento para todos, ubicando a nuestra pequeña nación tercermundista a la vanguardia de la educación y la ciencia en algunas materias.
¡Feliz día, maestras y maestros de Cuba, trabajadores de la enseñanza en todos los niveles! Pido un aplauso para todos los que se hicieron maestros, que es hacerse creadores (Aplausos).
La riqueza e intensidad de los análisis en los que hemos participado durante estos días y los informes de rendición de cuentas, me permiten no abordar algunos temas en el cierre de un periodo de trabajo que no es posible resumir solo en palabras.
Luego de varias sesiones a distancia, hemos vuelto a reunirnos de forma presencial. Este acto, tan simple y común hasta hace dos años, hoy equivale a una victoria; una victoria del esfuerzo, de la disciplina, de la consagración, del talento humano y la acción colectiva; una victoria de la Ciencia, de la Salud, de la integración y del Estado socialista cubano. Y una de las derrotas para los que hablan de Cuba como Estado fallido.
Un Estado fallido no soporta 62 años de bloqueo recrudecido en medio de una pandemia; tampoco soporta esos golpes una dictadura. Rechazamos categóricamente esos términos con los que tratan de ponerle etiquetas a una Revolución que, en sucesivos actos de creación heroica, se ha convertido en ejemplo de real disidencia a la hegemonía global impuesta por la dictadura del capital.
La utilización de algoritmos en redes sociales, a través de los cuales se construyen y acentúan matrices de opinión en públicos diversos, con énfasis en los jóvenes como protagonistas del cambio social; el despliegue de campañas de manipulación, desinformación y fake news que desarrollan los grandes grupos de comunicación pretenden satanizar al sistema político cubano, presentándolo como un régimen dictatorial, arbitrario, tiránico y despótico que funciona sin sujeción a la Constitución y las leyes y en oposición a la democracia liberal que exhiben como el ideal democrático.
Con intención política e ideológica se intenta ocultar la trascendencia que en todos los ámbitos de la sociedad implica la aprobación en referendo popular de la Constitución de la República de 2019, disposición jurídica suprema que contiene los valores, principios y reglas de mayor relevancia.
En ella se estipula que “Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos para el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva”. Volver, una y otra vez, a este precepto constitucional permite comprender las esencias del Estado cubano.
El Estado socialista de derecho y justicia social comprende la supremacía constitucional, la legalidad socialista, el control de la constitucionalidad, la protección integral de los derechos consagrados en la Constitución, los tratados y las leyes, el cumplimiento de los deberes, la responsabilidad y la corresponsabilidad, la debida transparencia, la sostenibilidad ambiental y, sobre todo, la realización de la soberanía popular, de la cual dimana todo su poder.
En Cuba, la real y no la construida con etiquetas, epítetos y apelativos, todos estamos obligados a cumplir la Constitución.
La democracia socialista se expresa y se realiza a través de la participación de la ciudadanía en la conformación, ejercicio y el control del poder estatal y de la vinculación permanente de todos los actores del sistema político con el pueblo.
La obligación de respetar, atender y solventar sus demandas y en todo momento someterse a su control, en las formas establecidas constitucional y legalmente, solo es posible y viable en el socialismo.
¿De qué democracia hablan aquellos que privilegian un grupo de derechos en detrimento de otros? ¿Con qué moral califican a este país de antidemocrático? ¿Por qué insisten en condenarnos al ostracismo? ¿Es acaso porque no nos sometemos al poder imperial?
El modelo político que intentan estandarizar, ese que quieren imponer a Cuba y que se sustenta en el neoliberalismo, es incapaz de garantizar todos los derechos para todas las personas; promueve la desigualdad, el egoísmo, la pobreza, el odio, la inseguridad, la discriminación, la violencia, la arbitrariedad, la injusticia y el poder ilimitado de las élites económicas.
La Cuba del siglo XXI, a la que denigran y bloquean, es la Cuba que progresa en el perfeccionamiento de su ordenamiento jurídico, consumando los mandatos constitucionales y reafirmando la voluntad política de cumplir estrictamente la legalidad socialista. Es la que avanza en la tutela judicial efectiva, que garantiza desde el acceso a los tribunales de justicia hasta la ejecución de las resoluciones judiciales.
Nos tildan de tiranía o dictadura, pero es en Cuba donde se somete a consulta popular y a referendo aprobatorio, con fuerza vinculante, un proyecto de ley de la magnitud y el alcance del Código de las Familias, inclusivo, que reconoce la pluralidad de las familias y ampara los derechos de todas y todos en el ámbito familiar, un Código posible en democracia y que afianza nuestra voluntad de promover, reconocer y proteger los derechos humanos y la diversidad.
Este país, al que tratan de doblegar utilizando vías y métodos contrarios al Derecho Internacional, es el que crea, ama y funda; estuvo presente en varios lugares del mundo llevando la luz de la enseñanza y el bálsamo de la salud cuando más se necesitaba, ofreciendo su amistad y solidaridad, y sabe, porque lo prueba todos los días, que “solo el amor engendra la maravilla”.
Este Gobierno al que tachan de incapaz ha sido capaz de gestar la creación y producción de tres vacunas y otros dos candidatos vacunales. Somos uno de los países más avanzados en el proceso de vacunación a su población y el primero que comenzó la inmunización en niños, niñas y adolescentes de 2 a 18 años; porque en Cuba el derecho a la vida, como derecho que permite el ejercicio del resto de los derechos, es prioridad, y la salud pública no es mercancía, es un derecho de todos y responsabilidad del Estado.
Esta isla imperfecta e inconforme siempre con lo hecho, porque aún es poco para lo que podemos alcanzar, está trabajando todos los días por profundizar su democracia y los mecanismos y vías para garantizar, con participación popular, que lleguemos a consagrar en la práctica la promesa martiana de conquistar “toda la justicia”.
Compañeras y compañeros:
La economía cubana ha transitado por un periodo excepcional, marcado por el recrudecimiento del bloqueo y el impacto de la pandemia, con afectación directa en los ingresos en divisas del país, lo que ha incidido en un marcado déficit de ofertas, exacerbando la inflación que tanto afecta y oscurece cualquier avance.
Pero no observamos de brazos cruzados los imponderables de las circunstancias o los zarpazos del adversario, más hostil mientras más resistimos el cerco. Este ha sido también un año de profundas transformaciones, con la aprobación de medidas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista; el incremento de las producciones agropecuarias; el perfeccionamiento de los actores económicos con la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas; la regulación de las cooperativas no agropecuarias y la ampliación del trabajo por cuenta propia; la creación del Sistema de Gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación; así como la labor en los barrios y la atención a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Se estima que al cierre de este año comenzará gradualmente la recuperación de la actividad económica del país.
Ahora urge resolver los problemas que se presentan en las empresas estatales con pérdidas; corregir las desviaciones de la dolarización parcial, que no se ajustan a su diseño, y concentrar el esfuerzo principal en el incremento de las ofertas de bienes y servicios a la población, principalmente de alimentos y medicamentos.
En el Plan de la Economía y en el Presupuesto del Estado para 2022 se definen objetivos que resultan de vital importancia para enfrentar las problemáticas que atravesamos, así como para continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que impulsen el desarrollo del país en el mediano y largo plazo.
Deben corregirse, además, las distorsiones que minan las relaciones entre las entidades estatales y el sector no estatal.
Dando continuidad al perfeccionamiento del comercio interior, combinando las diferentes formas de propiedad y de gestión, deberá avanzarse en la descentralización de competencias a los municipios; así como en el fortalecimiento de los sistemas productivos locales, los encadenamientos productivos y el desarrollo territorial.
En el Presupuesto del Estado es preciso asegurar los ingresos previstos y garantizar el control del gasto a todos los niveles presupuestarios, potenciando el ahorro.
En el transcurso del año hay un tema que ha estado presente en todos los debates, dentro y fuera de este plenario, dentro y fuera del país: la inflación.
Como se ha explicado en estos días y no sobra reiterar: este no es un problema exclusivo de Cuba, es tendencia mundial. La inflación que padecemos es consecuencia de un desequilibrio existente entre la producción y la demanda, al que hemos llegado por diversas causas, la pandemia combinada con los efectos del recrudecimiento del bloqueo y sus consecuencias para la economía, son algunas de ellas. Ese desequilibrio ha causado una subida continua de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos.
Sin embargo, hemos logrado mantener estables durante varios meses los precios de la electricidad, el agua, los combustibles, la canasta familiar, los medicamentos, las inversiones en Salud y Educación, por solo mencionar algunos ejemplos, algo que no sucede en otras partes del mundo tras el paso de la COVID-19, donde se aplican recetas neoliberales y terapias de choque que redundan en la reducción de gastos sociales.
El diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento no es la única causa de los altos niveles de inflación. Hay déficit de oferta porque no producimos lo suficiente; porque se han incrementado los precios de fletes y los costes de las operaciones de importación; porque el bloqueo y la COVID-19 no han permitido disponer de recursos financieros suficientes para destinar a otros frentes productivos.
Como uno de los principales objetivos se proyecta avanzar, dentro de los límites que permite la disponibilidad de recursos, en la recuperación del rol del peso cubano como centro del sistema financiero y en la racionalidad de los precios, priorizando los que resultan más sensibles para la población. En esa dirección se adoptan medidas que estaremos evaluando muy de cerca.
Las discusiones sobre estos temas y el manejo de los presupuestos locales han devuelto un protagonismo imprescindible al municipio como escenario decisivo en la conformación y ejecución de los presupuestos. Es vital entender y desarrollar el ejercicio de gobierno desde su estructura más pequeña, favoreciendo la autonomía del municipio en las decisiones y acciones. Ahí es donde primero tenemos que hacer fuerte el poder popular.
Otro de los desafíos de este año ha sido la generación eléctrica, afectada de modo particular en los momentos más críticos del pico pandémico, como consecuencia de las complejas limitaciones financieras impuestas por el bloqueo en condiciones de pandemia. No haber ejecutado oportunamente los mantenimientos a las unidades de generación y no haber podido adquirir los recursos imprescindibles para la garantía del servicio eléctrico provocaron los indeseables apagones que se hicieron frecuentes a mediados de este año. Aunque no han desaparecido las limitaciones, las capacidades de generación eléctrica se van restableciendo.
En el mes de septiembre se pudo destinar, en muy difíciles condiciones, un nivel de financiamiento para la recuperación paulatina de la disponibilidad de la generación.
Se contrató el servicio de una nueva central eléctrica flotante que se suma a las tres que ya se encontraban en el país, lo que contribuirá a la atenuación de las posibles afectaciones al servicio.
Adicionalmente, continúa la ejecución de mantenimientos en las centrales termoeléctricas, como parte del proceso de recuperación de la disponibilidad de generación, que se mantiene en el próximo año; para garantizarla, se ha decidido priorizar la asignación de recursos financieros al sector.
Ha sido arduo y complejo mantener un servicio eléctrico estable, bajo las condiciones económicas que enfrenta el país; pero no es un milagro, es obra del talento, el esfuerzo y la consagración de los trabajadores del sector electroenergético combinada con el apoyo de amigos y gobiernos solidarios con nuestra resistencia.
Diputadas y diputados:
Contrario al deseo inicialmente compartido por muchos, la experiencia global de la COVID-19 no nos ha conducido a un mundo más solidario, compasivo, humilde y austero.
Las amenazas a la paz y a la seguridad internacionales y al entorno ecológico, del cual depende la vida en el planeta, siguen tan o más presentes que antes de la pandemia. El egoísmo, la concentración de la riqueza, el incremento de la desigualdad y el creciente poder político del gran capital transnacional sobre los gobiernos de numerosos países, son características visibles y cada vez más peligrosas.
En ese escenario internacional convulso tienen que desenvolverse nuestro desarrollo nacional y la política exterior, sin abandonar los compromisos con la paz y en contra del armamentismo, los deberes en el esfuerzo común para proteger el medio ambiente y el equilibrio climático, así como los valores solidarios y de amistad con otros pueblos y la defensa de las causas justas.
Seguiremos promoviendo la integración de la región latinoamericana y caribeña, la defensa de la verdadera y definitiva soberanía de las naciones que la integran, y la salvaguarda de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
En el transcurso de este año, los procesos electorales en Perú, Nicaragua, Venezuela, Honduras, Chile y en naciones hermanas del Caribe continuaron configurando una correlación de fuerzas más favorable a la defensa de la soberanía, la justicia social y la integración regional.
Los desafíos son grandes, pero observamos con esperanza, respeto y solidaridad los esfuerzos por recuperar los avances sociales que malogró el neoliberalismo, y los procesos de integración y cooperación genuinamente latinoamericanos.
Somos un país de paz, con vínculos de amistad y respeto en todos los rincones del planeta, con relaciones de cooperación vastas y mutuamente provechosas con numerosas naciones.
La significativa presencia de estudiantes de varias naciones en Cuba y la práctica enriquecedora de decenas de miles de profesionales cubanos en casi todos los continentes se traducen, al cabo de varias décadas, en lazos culturales entrañables que nos acercan a otros pueblos de un modo especial.
Continuaremos trabajando activamente en el marco de las Naciones Unidas y en defensa del multilateralismo.
A un año de nuestra entrada en condición de Observador en la Unión Económica Euroasiática, se logran avances significativos en los vínculos que fomentamos con esa agrupación emergente.
El Gobierno de los Estados Unidos ha determinado convertir la agresión a Cuba en su política oficial y, tras apostar sin éxito a asfixiarnos con el recrudecimiento del bloqueo en medio de la pandemia, trata de alterar la paz y la tranquilidad ciudadanas. Esta política vil y genocida, marcadamente oportunista, concita el rechazo de la comunidad internacional.
Sobre este tema se ha hablado lo suficiente y el pueblo está bien informado. A pesar de ello, no renunciamos a desarrollar, en condiciones de igualdad y respeto mutuo, una relación constructiva con el Gobierno de los Estados Unidos. Entretanto, facilitamos y promovemos los lazos con el pueblo de ese país, en todas las esferas posibles y con énfasis especial en la comunidad de origen cubano que allí reside.
Estamos convencidos de que los grandes problemas que hoy enfrenta la humanidad y los que encarará en el futuro solo pueden resolverse por la vía de la cooperación y no de la confrontación.
En los últimos meses hemos recibido, desde muchas partes del mundo, muestras extraordinarias de solidaridad, de identificación con la causa de Cuba a favor de la justicia, de respeto por el aporte de nuestro pueblo a los más necesitados, de rechazo a los planes desestabilizadores del Gobierno de los Estados Unidos y al criminal bloqueo económico, así como de admiración por la capacidad de levantarnos tras enfrentar los desafíos más agudos.
Agradecemos entrañablemente la campaña internacional promovida por cubanos residentes en el exterior y amigos solidarios alrededor del mundo, en especial en los Estados Unidos, en defensa de Cuba, en contra del bloqueo y del resto de las medidas que obstaculizan el desarrollo del país y a favor del vínculo natural que debe existir entre connacionales en el extranjero y sus familiares y allegados en Cuba.
Reiteramos la invariable decisión de continuar fortaleciendo y diversificando los vínculos con nuestros nacionales en el exterior, sobre la base del respeto irrestricto a la soberanía y a la independencia de la Patria.
Compañeras y compañeros:
En el complejo escenario internacional que hemos descrito, las relaciones económicas con el exterior han estado sensiblemente afectadas; por eso me interesa reiterar el agradecimiento a las compañías extranjeras que se han mantenido firmes en estas circunstancias y a quienes, a pesar de amenazas y presiones, siguen apostando por Cuba.
Con independencia de bloqueos y otros factores objetivos externos, no desconocemos la persistencia de problemas internos que limitan las potencialidades para la atracción de inversión extranjera; eliminarlos seguirá siendo prioridad en el trabajo del Gobierno, que ratifica la voluntad de incrementar la participación de la inversión extranjera directa, como una fuente importante para el desarrollo económico y social del país.
Sin desconocer las transformaciones que se han realizado, es necesario retomar el llamado realizado más de una vez por el General de Ejército Raúl Castro Ruz a despojarnos de prejuicios y falsos temores contra la inversión foránea. Son expresión de esta determinación las recientes adecuaciones realizadas a las políticas de este sector, que reconocen la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de actores económicos no estatales constituidos en personas jurídicas.
Se suman las decisiones que venimos adoptando para ampliar y flexibilizar las posibilidades de participación del capital foráneo en diversos sectores de la economía, el papel creciente que concedemos a los gobiernos locales en ese objetivo, el diseño de nuevas oportunidades con montos de inversión más pequeños y la determinación de concretar inversiones extranjeras en las que participen cubanos radicados en el exterior.
En una economía abierta como la de Cuba, la eficiencia del comercio exterior resulta fundamental. Es imprescindible seguir avanzando en aspectos como la sustitución efectiva de importaciones y el uso adecuado de las consignaciones para contar de manera oportuna con insumos, materias primas y equipamiento, que tienen un impacto decisivo en el funcionamiento de la economía.
Del mismo modo, las medidas adoptadas para estimular las exportaciones, aplicando resortes económicos que beneficien directamente a los productores, y las acciones para el fomento de rubros exportables desde los territorios, nos permiten avizorar resultados más positivos en esta actividad.
Consideramos perentorio aprovechar mejor los proyectos de cooperación, buscando mayor impacto y resultados productivos y evitando gastos e importaciones superfluas o secundarias al objetivo principal.
Diputadas y diputados:
Cumpliendo con el intenso cronograma legislativo que nos trazamos, durante estos días hemos aprobado importantes legislaciones en intensas jornadas, como la Ley de los Tribunales Militares, la Ley del Proceso Penal Militar y la Ley de Ordenamiento Territorial y Urbano y la Gestión del Suelo. Igualmente, como parte de la agenda de este periodo de sesiones, tuvo lugar la rendición de cuentas del Primer Ministro, en crítico y abarcador informe, y del Gobierno Provincial de Sancti Spíritus, cumpliendo así con esta obligación constitucional que representa un rasgo distintivo de nuestra democracia socialista.
Mención aparte para el Proyecto de Código de las Familias, que será sometido a consulta popular para continuar enriqueciéndolo con el aporte de todos. El interés es lograr una disposición legal atemperada a estos tiempos, que refleje la realidad socio-cultural y las distintas problemáticas que se manifiestan en la cotidianidad de nuestras vidas.
Su contenido es una expresión más de la sensibilidad que caracteriza y define a la Revolución Cubana. Enaltece la dignidad humana como valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes refrendados en la Carta Magna. No impone modelos o tipos de familia, sino que reconoce una realidad innegable que ha de regularse y protegerse jurídicamente.
Es una norma de profundas raíces científicas, que se apoya en investigaciones avanzadas en materias como Psicología, Sociología, Pedagogía y Derecho. Los profesionales cubanos más destacados de estas especialidades, con admirable rigor, han sido capaces de resumir en una ley los derechos y deberes de las vidas diversas y valiosas de la población cubana. Para ellos nuestro reconocimiento y admiración (Aplausos).
Sin dudas, estamos ante un texto que proyecta el presente y el futuro de la sociedad que somos y en cuyas esencias late, más allá de las palabras, el espíritu sensible, humano y profundamente revolucionario de una mujer de vanguardia como Vilma Espín (Aplausos).
Ella, junto a Raúl y a Fidel, cada uno desde sus respectivas responsabilidades, impulsaron en diferentes momentos de la Revolución, la comprensión y el avance de nuestras leyes de familia, que involucran problemas siempre complejos. La doctora Mariela Castro Espín tiene también un mérito indiscutible en el impulso posterior a esa batalla en la que ha sabido participar con la ternura y la firmeza de su madre, que tanto recordamos hoy (Aplausos).
Por todas estas razones hago mía la invitación del querido amigo Miguel Barnet para sumarnos a lo que él, con palabras de poeta, ha definido como un canto por los derechos humanos de todas y todos (Aplausos).
Compatriotas:
En unos días estaremos llegando al aniversario 63 de la Revolución. Ya soplan aires de fiesta y es justo y necesario que celebremos haber vencido un año tremendo; pero no olvidemos ni por un instante los aprendizajes que nos dejó el periodo más duro de los 365 días que terminan. Estamos convocados todos a hacer sostenibles en el tiempo los resultados en la contención de la COVID-19, que tantas esperanzas despiertan en el pueblo por las señales de recuperación que se advierten.
Será preciso cerrar los esquemas de vacunación y continuar con las dosis de refuerzo, mientras los investigadores evalúan en qué momento se vuelven a aplicar; así como mantener fuertes medidas de vigilancia epidemiológica y la atención a los convalecientes.
Los científicos evalúan el comportamiento de cada nueva cepa como la Ómicron, siguen la experiencia internacional y proyectan nuevos protocolos. La ciencia y la innovación, en función de la salud, se enfocan ya en los nuevos problemas que debemos enfrentar y superar.
En Estados Unidos y Europa vuelven a vivirse las tensiones de los picos pandémicos y de ambas partes ya están llegando los afectos y los abrazos que la familia añora. Sería un error creer que los buenos números de la pandemia que ahora tenemos durarán para siempre si no actuamos con suficiente responsabilidad y racionalidad. Nuestros científicos y médicos nos están advirtiendo. En honor a ellos, por respeto y consideración, mostremos sabiduría y prudencia. Que el exceso de entusiasmo no nos robe las alegrías del año que viene.
Al hacer un balance de lo vivido, resalta un récord olímpico y mundial: la respuesta que ha dado el país a los numerosos problemas y desafíos que enfrentamos. ¡Ese mérito es del pueblo! (Aplausos.) Del valor y del talento que hay en el pueblo, del que emergen todos cuantos han aportado a la resistencia creativa de este año de pruebas.
Como dijo una vez Fidel, algún día habrá que levantar un monumento al pueblo cubano (Aplausos). En ese monumento él puso la primera piedra como conductor y máximo líder del proceso de liberación, y lo engrandeció materializando sueños tan generadores de otros sueños como esa Campaña de Alfabetización que hoy conmemoramos. Fidel, Raúl y sus compañeras y compañeros de la Generación del Centenario enfrentaron y vencieron desafíos colosales que engrandecen ese monumento (Aplausos).
La Continuidad que nos honra representar tiene el deber de hacer su parte ¡y la hará! (Aplausos). No imitando, no copiando, no esperando que las soluciones broten solamente de la historia; porque lo que la historia tiene para darnos es un acumulado de originalidad, de soluciones osadas y de creación heroica.
Nos toca completar ese monumento saltando por encima del bloqueo, de nuestras limitaciones, dificultades y frenos.
El año 2021 fue una gran escuela de lo que ya no podemos ni debemos seguir haciendo, y de lo que sí podemos y debemos hacer.
¡Los convoco a pensar y actuar. A estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos. A trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobio. Con la inteligencia de nuestros científicos, con la entrega consagrada del personal de la Salud, con el coraje y la disciplina de nuestras instituciones armadas, con el optimismo y la fe de nuestros campeones del deporte, con la osadía y la creatividad de nuestros jóvenes, con la pasión estremecedora de nuestros artistas! (Aplausos.)
¡En esta Cuba siempre será posible hasta lo imposible!
Que cada obra sea un canto a la Patria y a la Revolución, con mirada crítica y autocrítica, pero siempre comprometida, como lo hiciera el trovador, nuestro Vicente Feliú, hasta el último aliento: “Créeme que soy feliz abriendo una trinchera” (Aplausos).
Por el año vencido y por el que nos disponemos a vencer:
¡Felicidades a Cuba! (Aplausos.)
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Ovación.)
Díaz-Canel expresó: ¡Los convoco a pensar y actuar.iA estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos.iA trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobio! Foto: Estudios RevoluciónEn el Presupuesto del Estado es preciso asegurar los ingresos previstos y garantizar el control del gasto a todos los niveles presupuestarios, potenciando el ahorro. Foto: Juvenal BalánFoto: Estudios RevoluciónFoto: Estudios Revolución
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