Eduardo Galeano le llamó “democracímetro” a esa tecnología política occidental que insiste en tildar de más o menos democrático a gobiernos incómodos para Estados Unidos, en tanto estos se asemejen a su “modelo ideal”. Pero no es solo Estados Unidos quien se arroga la potestad de decir qué país vive en democracia… y qué país no. Europa también da lecciones para que nosotros, pequeñas y frágiles excolonias, podamos aspirar a un modelo político legítimo y honorable. De demócratas, «ejemplos» del diálogo y la cultura del intercambio respetuoso, estaremos hablando hoy.