
La Nación cubana, de la que invariablemente también formamos parte, aun residiendo fuera del país, no alardea de ser modélica y menos para exportar su sistema político_ por cierto, escogido democráticamente en referéndum y con mayoría irrefutable por votación del pueblo en febrero de 2019; pero sí exige respeto a su soberanía, su independencia y su autodeterminación: voluntad expresada por millones de cubanas y cubanos.
Los instrumentos legales de su sistema, incluyendo el Artículo 56 de la nueva Carta Magna, brindan derechos a manifestarse, siempre y cuando sea por la vía pacífica y lícita, siempre y cuando no sea para crear desorden, desequilibrio social, atentar contra la tranquilidad y seguridad ciudadana, ni forzar la reversión del orden político escogido por el pueblo cubano y reafirmado en su reciente Constitución.
Todo acto que responda a intereses ajenos al pueblo cubano y sí a intereses foráneos, se aleja de toda legalidad. Igualmente, si entre los objetivos está el servir de instrumento propagandístico para una jauría de medios de prensa, que se ponen al servicio de la guerra imperialista contra la Revolución cubana.
La convocatoria de “marcha” para este 15N (después de un festival de cambio de fechas), lanzada por elementos dentro y fuera de Cuba, no busca el desarrollo económico del país ni mejorar el sistema político; sino, crear un show mediático que siga justificando un criminal bloqueo económico impuesto ilegal y unilateralmente por EEUU y propiciar una intervención militar extranjera, muy vociferada por la mayoría de los cabecillas de la llamada “oposición”.
Por mucho que traten de mostrar como cabecera de la marcha, el rostro del dramaturgo (formado profesionalmente en Cuba), Yunior García Aguilera, es imposible ver el fondo “pacifista” de esta convocatoria, cuando se conoce que el “artista” fue asesorado por la Universidad estadounidense, Saint Louis, ubicada en Madrid, España, en talleres organizados y financiados por la NED, dentro del proyecto Diálogos sobre Cuba, como parte del programa de formación de “liderazgo” para las llamadas Revoluciones de Colores.
Además, imposible ver el fondo “pacifista” de esta convocatoria, teniendo en cuenta la estrecha relación de Yunior García con connotados personajes terroristas, como Orlando Gutiérrez-Boronat (vocero del Directorio Democrático Cubano) y la Fundación Nacional Cubano Americana (organización con un amplio expediente de actos terroristas contra Cuba).
Es imposible ver el fondo “pacifista”, cuando hay estrecha relación con Eliecer Ávila y Maykel Osorbo, entre otros más, que en más de una ocasión han demandado intervención militar y el recrudecimiento del bloqueo económico.
Cabe preguntarse ¿Si estos personajes responden a defender los DDHH y libertades del pueblo cubano, por qué se alían a gobiernos, como los de EEUU, que es históricamente conocido por sus invasiones, apoyo a dictaduras paramilitares, crear y financiar grupúsculos terroristas o estar involucrado en golpes de Estado a gobiernos constitucionales?
Ayer observamos otra sucia maniobra en el Parlamento Europeo de Rosa María Payá, llevada de la mano por el militante de VOX, Hermann Tertsch, demandando la injerencia de la Unión Europea en los asuntos internos de Cuba ¿Con qué derecho y con qué moral?
¿Si estos personajes responden a defender los DDHH y libertades del pueblo cubano, por qué acudir a partidos políticos de derecha y extrema derecha europeos, que son seguidores de la política injerencista e intervencionista del imperialismo yanqui?
¿Si estos personajes responden a defender los DDHH y libertades del pueblo cubano, por qué acudir al Parlamento Europeo, donde predominan estos partidos políticos que secundan y hacen ingentes esfuerzos para mantener y recrudecer el bloqueo económico, y seguir estrangulando al pueblo cubano, en nombre de la “democracia” neoliberal?
Las excusas que musitan, con alta carga de odio y discurso prestado, se camuflan en un paraguas de fakenews y manipulaciones que caen por lo absurdo de sus contenidos y están dirigidas a crear una matriz de opinión adversa a la realidad cubana, atentando contra la voluntad del pueblo cubano.
Por tanto, rechazamos toda esta maniobra contra Cuba y condenamos todo acto servil al imperialismo, de los cabecillas de esa convocatoria.
Apoyamos toda medida y acto legítimos del gobierno y pueblo cubanos, para impedir este tipo de provocación y defender la tranquilidad y seguridad de la Patria.
La Patria y la vida del pueblo cubano se defienden a ultranza, con principios definidos y firmes, sin actos mercenarios; sino teniendo bien claro que frente a la agresión de cualquier enemigo, la posición es de Patria o Muerte. Y estamos convencidos en que VENCEREMOS.
Asociación de Cubanos en Cataluña José Martí.