
El representante de Cubasolar, Ramón Acosta, señaló a Prensa Latina, que por ese concepto este año la provincia recibió el 16 por ciento de su consumo energético, pues solo la bioeléctrica, aún en fase de prueba, entregó poco más de la mitad.
Agregó que el resto de la electricidad la aportaron los tres parques solares fotovoltaicos que funcionan con gran estabilidad en el territorio avileño.
La generación de energía limpia en la demarcación permitió no esparcir a la atmósfera unas 30 mil toneladas de CO2, lo que protege el medio ambiente y por ende la vida de los habitantes, acotó.
Manifestó que hoy el reto de los avileños es incrementar con recursos locales el uso de fuentes renovables de energía para la producción de alimentos, con vistas a disminuir la importación de combustibles fósiles y la contaminación ambiental.
Explicó que la provincia tiene instalados 63 biodigestores en fincas ganaderas y porcinas para el tratamiento de los residuales y la obtención del biogás, el cual emplean en la cocción de alimentos y el alumbrado de las viviendas.
Además, cuenta con más de dos mil calentadores solares instalados en círculos infantiles, hospitales, viviendas, hoteles, escuelas y entidades estatales, aditamento, que se produce en la fábrica Rensol, de la ciudad de Morón, única de su tipo en Cuba.
También funcionan unos 600 molinos de viento en unidades agropecuarias, mientras el sector agrícola emplea la energía fotovoltaica en sistemas de riego y bombas de agua, e introdujo secadores solares para el tratamiento de frutas y plantas medicinales, precisó el especialista.
Explicó que un grupo de importantes empresas avileñas sobresalen por emplear fuentes renovables de energía en sus ciclos productivos como son la Agroindustrial Ceballos, Ciegoplast y el Centro de Bioalimentos.