El candidato demócrata a la Presidencia de EE.UU., Joe Biden, Pensilvania, 31 de agosto de 2020.
El candidato demócrata a la Presidencia de EE.UU., Joe Biden, acusa al mandatario Donald Trump de avivar a propósito la violencia en las calles del país.
“Donald Trump ha sido un presidente tóxico durante cuatro años. ¿Alguien cree que habrá menos violencia en EE.UU. si Donald Trump es reelegido? Necesitamos justicia y seguridad”, dijo el lunes Biden desde Pensilvania.
Las palabras del exvicepresidente se producen después de que varios disturbios, con un saldo de varios muertos, pusieran la seguridad del país en el centro del debate a escasos dos meses para las elecciones presidenciales.
El demócrata, que lidera las encuestas para las elecciones del 3 de noviembre, contraatacó describiendo a su rival republicano por la reelección como “una presencia tóxica” que desde hace cuatro años no solo “no ha sido parte de la solución”, sino que “es parte del problema”.
“Arden los incendios y tenemos un presidente que aviva las llamas en lugar de luchar contra ellas”, dijo Biden en un discurso de 22 minutos centrado en la pregunta: “¿Realmente se sienten más seguros con Donald Trump?”.
La violencia “empeora las cosas”, y “debe terminar”, subrayó Biden en referencia a la oleada de disturbios y manifestaciones contra el racismo que sacude al país desde la muerte del afroestadounidense George Floyd, el pasado 25 de mayo.
Continúan protestas contra racismo y brutalidad policial en EEUU
En otra parte de su discurso, Biden aseguró que el inquilino de la Casa Blanca hace mucho tiempo que perdió cualquier liderazgo moral, y denunció que “no puede detener la violencia, porque durante años la ha fomentado”.
El candidato demócrata acusó a Trump de infundir miedo sobre los disturbios e ignorar la pandemia de la COVID-19 que ha dejado, hasta el momento, 183 000 estadounidenses muertos y una aguda recesión económica.
Por su parte, Trump ha insistido en múltiples ocasiones que los disturbios solo se detendrán mediante el uso de la fuerza y ha llegado a decir que podría ordenar disparar contra los manifestantes.
Sin embargo, la dura represión ejercida contra las protestas raciales no ha hecho efecto, pues las manifestaciones siguen con un ritmo imparable en varias ciudades estadounidenses, entre ellas Portland, en el estado de Oregón.
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