Por Ernesto Reyes
Lo que pasa en Bolivia, donde se manipula con la pandemia para postergar elecciones generales, tendría corto alcance si no contara con el silencio cómplice de la Unión Europea y de los Estados Unidos, los cuales se llenan de retóricas evocaciones a la democracia cuando se trata de países que rechazan sus políticas injerencistas, pero toleran a gobiernos de derecha que violan sistemáticamente la Constitución Política y los derechos humanos. Sigue leyendo
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