Un senador paraguayo condena la propuesta plan de EE.UU. para Venezuela, aduciendo que EE.UU. aprovecha la crisis sanitaria para presionar al país bolivariano.
“EE.UU. aprovecha la situación del coronavirus para presionar al Gobierno de [Nicolás] Maduro […] en este caso está aprovechando la coyuntura de la
pandemia, la situación económica, social y el precio del petróleo que se está desplomando para hacer una nueva arremetida”, ha denunciado este martes el senador paraguayo Hugo Richer a la agencia rusa de noticias Sputnik.
Richer, que fue ministro de Acción Social del expresidente de Paraguay Fernando Lugo (2008-2012), ha rechazado el proyecto de EE.UU. sobre levantar las sanciones a Venezuela a cambio de un “gobierno de transición”, que incluye un gobierno compartido por la oposición y algunos miembros de chavismo hasta que se celebren nuevas elecciones.
Ha señalado, asimismo, que la actitud del país norteamericano es la de “siempre”, enfatizando que los gobiernos de EE.UU. conspiran para derrocar al Poder Ejecutivo de Venezuela desde el liderazgo de Hugo Chávez (1999-2013).
Tras señalar que Estados Unidos tiene una necesidad “urgente e imperiosa”, de apropiarse de recursos naturales para salvar su modelo neoliberal, especialmente, ante esta crisis sanitaria del COVID-19, ha llamado a los países de América Latina a defender la autodeterminación y la soberanía de sus pueblos.
De hecho, ha considerado de absolutamente “imposible” que con la política estadounidense y la de la Administración de Donald Trump existan gestos humanitarios, asegurando que ellos los usan solo para enmascarar “guerras e invasiones”. “No hay ninguna duda que este es el rostro más desalmado de la política exterior de EE.UU.”, enfatizó.
El Departamento de Justicia de EE.UU. acusó la semana pasada al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y a otros 14 dirigentes venezolanos de supuesta “vinculación con el narcotráfico” y ofreció una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que lleve a su arresto.
El país norteamericano y sus aliados apoyan a la oposición venezolana y al autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó, por lo que este último año han ejercido presiones diplomáticas y aplicado sanciones económicas contra la nación suramericana, e incluso han perpetrado un golpe de Estado para expulsar del poder a Maduro.
La última arremetida de EE.UU. a Venezuela se produce en medio de la lucha global contra el brote del coronavirus, y cuando varios países, incluida Venezuela, tienen dificultades para combatir el COVID-19 por las sanciones unilaterales de EE.UU.