Una periodista de El Nuevo Herald, Nora Gámez Torres, comentó este jueves la honda inquietud que prima en ambos medios.
Según ella vinculada a dejar en la calle empleados de esas emisoras estadounidenses.
La periodista añadió que un grupo de legisladores floridanos envió una carta a la agencia supervisora de Radio y Televisión Martí.
¿Su texto? La necesidad de esclarecer supuestos planes “drásticos” para recortar personal, e incluso trasladar las estaciones de Miami a Washington DC.
“Expresamos nuestra profunda preocupación sobre planes para reducir drásticamente el personal en la Oficina de Radiodifusión de Cuba (OCB)”.
¿Quiénes redactaron la misiva? Cuatro piltrafas de un tiro. El congresista republicano Mario Díaz-Balart, y los senadores Marco Rubio y Rick Scott.
Enviaron su escrito a la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales (USAGM).
Esa institución federal se encuentra al frente de las estaciones que llaman Martí, “de otros medios del gobierno como medios del gobierno como la Voz de América”.
Esa última sirvió públicamente de instrumento de la CIA cuando en 1961 invadieron territorio cubano.
Año tras año, explicó Nora Gálvez Torres, las emisoras que denominan Martí reciben 29 millones de dólares para su actividad.
Se caracterizan por martillar sobre dos temas contra Cuba: la libertad de prensa y la democracia.