HeraldoCubano / Por Arthur González.
Personajes funestos como el agente CIA Luis Almagro, adoptan posiciones que evidencian la ceguera política que los afecta, en su obsesión enfermiza contra Cuba y Venezuela.
Cuando salió del closet, dándose a conocer como traidor de sus propias ideas de izquierda, Almagro tuvo que seguir las orientaciones de sus jefes, pero ya de forma pública, y atacar todo lo que oliera a socialismo en la región. De ahí que fuese seleccionado para dirigir la desprestigiada OEA, con el fin de condenar a Venezuela y a Cuba, a pesar de que esta última no forma parte de ese llamado “Ministerio de colonias yanquis”. Sigue leyendo
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