Siete meses después de haberse autoproclamado presidente interino de Venezuela, el líder opositor Juan Guaidó, dio un nuevo paso. Aunque no ha llegado a formar una administración al uso, el derechista dio a conocer nombres y roles a cumplir. Anunció la creación de un centro de gobierno cuya misión es coordinar a todos los representantes designados en su gestión.
Guaidó designó también a Humberto Prado como comisionado presidencial para los derechos humanos, a Alejandro Plaz para el Desarrollo Económico, y a Javier Troconis para la gestión y recuperación de activos.
En paralelo al anuncio de Guaidó, Estados Unidos informó la apertura de una Unidad de Asuntos de Venezuela en la sede de su embajada en Colombia.
Todo se produjo días después de que el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, afirmara que había mantenido conversaciones con líderes de la oposición venezolana con el objetivo de contribuir a la “salida del poder” del presidente Nicolás Maduro.
Tras la fracasada asonada golpista del pasado 30 de abril, la oposición venezolana y Washington han aumentado sus presiones contra el chavismo. Maduro denuncia que su país es víctima de una persecución política y económica que busca acabar con la Revolución Bolivariana por su resistencia ente el imperialismo.