
Científico cubano de fama mundial, realizó estudios en Europa, y allí recibió elogios y premios por sus aportes a la ciencia. En 1858, después de once años de ausencia, regresó a La Habana y se dedicó por entero a la agronomía, especialmente a los temas del cultivo de la caña de azúcar, terreno en el cual hizo sus más trascendentales aportes. Su obra cumbre, “Ensayo sobre el cultivo de la caña de azúcar”, se tradujo a varios idiomas y es considerada la principal obra escrita sobre esta gramínea.