
La aseveración de que para Cuba, la gloria de ser leal a sus principios vale más que el oro de todas las medallas olímpicas y más que todo el oro del mundo, se reafirma en este día cuando el Comité Olímpico Cubano decide la no participación de Cuba en los vigésimo terceros Juegos Olímpicos de Los Angeles, teniendo en cuenta las inaceptables violaciones de las normas y principios del olimpismo, desbocado hacia el festín de ricos, donde los países pobres de Africa, Asia y América Latina no pueden ni tan siquiera soñar con ser sede de unas olimpiadas.