
Ni las opiniones de diversos legisladores, ni los análisis de organizaciones interesadas en promover el acercamiento a la isla caribeña, ni las peticiones y advertencias de la Unión Europea (UE) hicieron desistir al ejecutivo del republicano de aplicar el Título III de la controvertida Ley Helms-Burton.
Esa sección de la normativa aprobada en 1996, que muestra el carácter extraterritorial del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington contra el país caribeño hace casi 60 años, permite a nacionales de Estados Unidos demandar a quienes ‘trafiquen’ con ‘propiedades norteamericanas’ en Cuba. Sigue leyendo
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