“Marcha por la Paz y contra el Imperialismo”, así se denominó una gran movilización de venezolanos en el estado Bolívar, en la frontera con Brasil.
Miles inundaron las calles para denunciar la postura intervencionista de EE.UU. sobre los asuntos internos de su país. El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, lideró la manifestación. Advirtió que si Washington ataca a Venezuela, se va a encontrar con un muro que no se imagina.
Y en Caracas (capital), se desarrolló otra concentración en apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, por parte de trabajadores del sector transporte.
Ante los intentos golpistas de EE.UU., el Gobierno venezolano decidió suspender vuelos y cerrar sus fronteras con las islas de Curazao, Aruba y Bonaire.
Las intervenciones de la Casa Blanca han preocupado también a varios países, como Rusia, China, Cuba, México, Nicaragua, Turquía e Irán. Moscú consideró este miércoles que la actitud de EE.UU. supone una violación de las normas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La crisis política en Venezuela se ha agravado desde el pasado 23 de enero, cuando el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, en un intento golpista, calificó de “ilegítimo” al Gobierno de Maduro y se autoproclamó el presidente interino del país.
Washington apoyó esta medida y aumentó sus presiones contra Caracas e incluso llegó a amenazarle con una opción militar.
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