Después de iniciada la ofensiva institucional para aclarar las dudas e inconformidades con el Decreto 349 y una vez anunciada la redacción de la obligatoria Norma Complementaria, varias inquietudes se han reiterado a pesar de los evidentes esfuerzos de las instituciones y los medios de comunicación por divulgar las múltiples intervenciones de los directivos del MINCULT, los debates que han sostenido con los artistas y escritores y otra gran cantidad de información sobre el tema.
A ello se une la persistencia de una feroz campaña contra Cuba, la Revolución y sus dirigentes, en un escenario en el que la lectura responsable de la información que circula por todos los medios, tanto convencionales como digitales, no es virtud común. Sigue leyendo
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