
Con dos ráfagas de ametralladora disparadas por Fidel, a las dos y 40 de la madrugada del 17 de enero de 1957 comienza el combate de La Plata, el primero victorioso del Ejército Rebelde. El núcleo guerrillero de apenas 20 hombres pobremente armados daba así fe de su existencia y disposición combativa, y pronto comenzaría a engrosar sus filas con el ingreso de campesinos y de combatientes provenientes de las ciudades.