Basta visitar cualquier medio televisivo, radial, impreso o digital, que responda a los intereses del gran capital, para constatar que cuando se habla de Cuba, todos entran en el registro de intentar desacreditar (con más o menor énfasis) a la Revolución cubana y demeritar cualquier posible logro alcanzado.
El guion establecido va desde establecer que el socialismo cubano es un “fracaso”, llamar de “fraude” al proceso electoral y hasta catalogar al gobierno cubano como una “dictadura hereditaria” de la familia Castro que “oprime con terror” a toda voz que disienta. Sigue leyendo
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