Por Jorge Legañoa
El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, siempre tuvo fama de preguntador voraz; la vida de estadista y su vocación por la cultura, hacían de él un ser curioso, ávido de nuevos conocimientos.
Así lo describió el propio Hugo Chávez que en más de una ocasión bromeó sobre las 100 preguntas que te podía hacer Fidel en los cinco primeros minutos después de conocerte. Sigue leyendo
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