No sé ciertamente cuál será el destino futuro de estos criminales. Sobre EEUU que los protegió y permitió sus culpas pesa la responsabilidad legal y moral de entregarlos a la justicia chilena. Una posibilidad nada remota es que sean deportables a Cuba donde la justicia también les reclama por su accionar terrorista, particularmente en los casos de Virgilio Paz Romero y José Dionisio. Obama tiene la palabra. Sigue leyendo