Los hechos hacen pensar que la extrema derecha pretende acorralar al Papa Francisco, debido a sus posiciones cercanas a los más desprotegidos, algo inaceptable para aquellos que pretenden imponerle al mundo el individualismo, las guerras y la marcada diferencia entre ricos y desposeídos; en resumen, el capitalismo salvaje.
Los integrantes de esa derecha no imaginaron que el Papa argentino asumiera tales posiciones, de ahí que ahora pretendan colocarlo en una difícil situación, mediante la divulgación de informaciones sobre hechos de corrupción dentro del Vaticano, algo nada novedoso. Sigue leyendo
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