Llevo días observando las noticias y esperando que en algún momento la prensa española, que tanto presume de su objetividad y rigor, se dignara a mencionar, aunque fuera de pasada, brevemente, como si no tuviera importancia… la actitud del gobierno cubano para ayudar a combatir esa epidemia mortal que está amenazando al mundo. En la religión cristiana, la paciencia es una de las virtudes más valiosas de la vida y aunque soy atea, hice acopio de ella, hasta que finalmente tuve el regocijo de leer en El País de hoy, en la página de las noticias internacionales, un titular que dice: “Cuba se coloca a la vanguardia en la lucha contra el ébola”.
Para los cubanos esto no es noticia y aunque algunos piensan que solo buscamos la propaganda, les puedo asegurar que están muy lejos de la verdad. La solidaridad con los más desfavorecidos reside en la esencia de nuestro proceso revolucionario y ha sido una práctica constante desde enero de 1959. Pero ya me resultaba demasiado notorio, que en una situación como la que se está viviendo, donde hasta el destino de un inocente animal es noticia ( a propósito, creo se podía haber puesto en cuarentena) , el envío más numeroso de personal sanitario hacia los países afectados por el mortal virus ha sido obviado hasta hoy de forma tajante.
La noticia en cuestión viene desde Miami y Luxemburgo, pero por lo menos ahora, los lectores españoles tienen la oportunidad de estar mejor informados.
Aquí les dejo un fragmento de lo publicado:
Amalia
Cuba se ha colocado en primera línea en la campaña internacional para combatir el virus del ébola en África y prevenir su expansión. El presidente Raúl Castro ratificó este lunes su intención de enviar dos nuevos contingentes de médicos cubanos a Liberia y Guinea, durante la cumbre extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) convocada por La Habana con carácter de emergencia para coordinar esfuerzos en la lucha contra la enfermedad.
Castro explicó en su intervención que el grupo se sumará a los 461 especialistas y enfermeros que las últimas semanas se entrenaron en Cuba para atender la emergencia, y que a principios de mes llegaron a África occidental, donde la epidemia ha acabado con la vida de 4.500 personas. «El pasado primero de octubre (…) una brigada médica especializada de Cuba viajó a Sierra Leona para participar en el enfrentamiento a esta epidemia y mañana [por hoy] martes 21 de octubre partirán rumbo a Liberia y Guinea otras dos brigadas, cuyas avanzadas ya se encuentran en ambos países», dijo el mandatario. De acuerdo con las estadísticas de la isla, más de 4.000 cooperantes cubanos de la salud trabajan actualmente en 32 países africanos y están en disposición de incorporarse «al esfuerzo preventivo contra el ébola».
Castro llamó a un esfuerzo internacional coordinado por Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud. Además subrayó su voluntad de «trabajar codo a codo» con todos los países, «incluyendo a Estados Unidos». El primer grupo de cubanos que partió hace un par de semanas a Sierra Leona, Liberia y Guinea fue entrenado en La Habana por expertos de Brasil, EE UU y la ONG Médicos Sin Fronteras en campamentos que simulan los de África.
Los ministros europeos eludieron comprometer el envío de personal sanitario a las zonas afectadas por el virus. Mientras tanto, la Unión Europea fracasó el lunes al traducir en medidas concretas la inquietud que dice sentir por el impacto del ébola. Los ministros de Exteriores acordaron elevar la aportación económica a los tres países más afectados (Guinea, Liberia y Sierra Leona), que asciende ya a 600 millones de euros. La cifra está aún lejos de los 1.000 millones que reclama Reino Unido, uno de los países más activos en combatir la enfermedad en África, pero el resto de Gobiernos planean elevar su aportación, según el titular español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, al término de la reunión en Luxemburgo de los ministros del ramo.
Los ministros eludieron comprometer el envío de personal sanitario. Más allá de misiones para evaluar la situación, la UE no ha enviado equipos de expertos sanitarios para hacer frente a la epidemia. El titular alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, propuso una misión de cascos blancos europeos, según su propia denominación, para asistir a los enfermos. «Es una magnífica idea que hay que estudiar», valoró Margallo. Ni España ni ningún otro país concretaron aportaciones.
El País, 21 de octubre de 2014
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