Los ajedrecistas cubanos que participaron en la Olimpiada Mundial del juego ciencia celebrada en la ciudad noruega de Tromso, regresaron a la isla, con la satisfacción de haber realizado una faena encomiable. El pueblo cubano está orgulloso de la actuación de los trebejistas en general y del equipo masculino en particular que igualó con su séptimo lugar, la mejor actuación histórica en estos torneos.
En un breve intercambio con la prensa en medio del arribo, Lázaro Bruzón, quien tuvo un gran peso en el resultado, expresó la alegría del grupo, que mostró mucha unión en los momentos complicados. El tunero jugó todas las partidas y confesó que «me sentí algo cansado, sobre todo en las últimas partidas, pero entendí que eso era necesario para garantizar el buen resultado que conseguimos».
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